Una templada mañana. Tenues rayos de luz entrando furtivamente. La sonoridad de las bocinas de los barcos aledaños mezclados con las pequeñas oleadas que chocaban con estos. Una habitación serena y loft.
Todo era diferente. Diferente mañana. Diferente entorno. Diferente sentir.
Sentir.
¿Sentir?
Oh si.
Esta vez lo sabía. Sabía el por qué de esas sensaciones que hacían a su estómago rizar en algo extraño. Y no, no eran náuseas.
Los recuerdos eran tan frescos. Irrefutables. Ineludibles. Una rara sensación se apoderaba de cada parte de él.
—No puede ser—bisbiseó desde la cama, levantándose para dirigirse al baño que ahí se situaba.
Frente al espejo, asomó sus dedos hacia el ameno cosquilleo de sus labios. Podía notar que seguían rojos e inflados. Su corazón empezaba una balada opresiva. La sangre caliente se propagaba avergonzadamente por sus mejillas.
Cerró los ojos por unos segundos, tratando de calmar a su pecho—P-por Dios...—respiró profunda y calmadamente repetidas veces.
Se vio a si mismo en el espejo, comenzando a revivir sus intactos recuerdos.
Labios sobre labios. Aliento sobre aliento. Piel sobre piel. Lujuria sobre lujuria. Una explosión cargada de una placentera adrenalina.
Tyler bajó la cabeza y rió, tan amargo pero tan divertido.
—Eres un imbécil, Josh.
Esas palabras resonaron por encima del benigno son del lugar.
———————
Tyler iba en su auto hacia su casa. Manejaba tan lento y calmado, casi distraído, y todo era por todos los indenmes recuerdos que golpeaban a su tan frágil razón.
"¿Cómo mierda llegaste a eso?" "¿Por qué no lo detuviste?" Se reclamaba a sí mismo.
Él sábía la respuesta. Claro que si. Podía sentir el ritmo acelerado de su respiración con sólo pensarlo. Su piel cedía al repelús innevitable. No quería recordar. No quería aceptar. No quería aumentar su confusión.
—Estoy pensando demasiado—cerró sus ojos y bajó su cabeza hacia el volante por unos segundos—. Ayúdenme.
'Sabes que te gustó' continuaba ese eco en cada ángulo de su mente. Era tortuoso. Una inexplicable calidez invadía su pecho. Cada vez era peor.
Y todo era por culpa de Josh.
Horas largas e intensas pasaron sin consciencia. La manera en que sus labios se abrazaban y creaban esos afrodisíacos sonidos. La manera en que los dedos del tintado buscaban con delirio sentir cada parte de su piel. La manera en que su aliento le decía que ya no podía respirar. La manera en que esos ojos avellana ardieron al final.
La manera de Josh era intimidantemente excitante. Tyler estaba perdiendo la cabeza.
Finalmente llegó a su casa. Bajó de su auto e iba acercándose a la puerta a paso lento. Un hueco y leve sonido de impacto proveniente de su zapato derecho lo liberó de la inmersidad de sus recuerdos y pensamientos. Había pateado una pequeña y cuadrangular caja negra.
Con el ceño fruncido e indeciso, se agachó a recogerla y la inspeccionó. No tenía etiqueta alguna. No parecía ser un paquete del correo. Se sentía lisa al tacto. Tenía un tono mate. Era extraño.
Sin abrir la caja y extrañado, entró a su casa. Se sentó en el sillón agitándola un poco, haciendo un sonido confirmando que no estaba vacía. Exhaló levemente y la abrió.
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PANDØRA.
Mystery / Thriller[ J + T ] un club que alberga algunos oscuros secretos. una caja de pandora quizá.