PANDØRA.

CHAPTER EIGHT.

Tyler abrió los ojos con fatiga. Estaba en su habitación.

Si, de la mierda, otra vez.

Todo estaba mal nuevamente para Tyler, quien estaba acostado boca abajo y al revés.

Pero esta vez no recordaba nada. Y ni siquiera lo iba a intentar.

Sin embargo, de alguna manera sentía muy en su interior que había hecho algo muy estúpido. Vergonzoso. Indebido tal vez.

Retiró las finas sábanas de su cuerpo y en efecto, estaba semidesnudo otra vez, y con un olor no muy agradable para sus fosas nasales.

—Mierda. No otra vez.

'¿Ahora qué hiciste, Tyler?'

Tyler se levantó de la cama de un rápido tirón y después de casi caerse debido a el mareo, fue a buscar su celular. Se obligó a revisar en las redes sociales si otra vez estaba teniendo sus "15 minutos de fama" pero nada, no había nada. Un suspiro de alivio se escapó de los labios del castaño.

Aún así, seguía sintiéndolo. Esa sensación tan retraída, de dislate.

Fue al baño a hacer sus necesidades, escudriñando sus muy borrosos y casi hipotéticos pensamientos.

'Música moderna, esnob tal vez. Humo. Luces fluorescentes en todas partes. Alcohol. Personas eufóricas y drogadas. PANDØRA...'

Un tono suavemente familiar hizo que sus pensamientos se dispersaran y se empezaran a perder.

Sacó el celular de su bolsillo de un rápido y dejado movimiento. Sólo llegó a leer el nombre del contacto antes de arrojarlo torpe y accidentalmente por el retrete.

'Padre'

—Demonios...

Sacó el celular del retrete e intentó encenderlo pero, como era de esperarse, no encendió.

—Maldito celular de mier...

Tyler lanzaba todo tipo de maldiciones al aire. Sentía tanta frustración y enojo, agregando a la lista su terrible jaqueca.

Impetuoso, salió del baño e impactó violentamente el celular contra la pared, terminándolo de destrozar.

Entre su inexplicable cólera fue entonces donde se dio cuenta de la gravedad de una cosa; la llamada de su padre.

Tyler pudo sentir cómo se congelaba otra vez. Cómo volvía el temor y la preocupación. Se sentía estúpido al sentir eso por su padre.

'Mierda, se dio cuenta'.

'¿Por qué pensarías que no se daría cuenta, estúpido? Tú sólo eres un universitario mediocre, él es un monopolizador'.

Estaba teniendo una pelea con él mismo, ridículamente avergonzado. Algo era seguro para Tyler, estaba jodido. Entre su río mental algo se le acercó, haciéndolo especular más.

'Fama y Éxito, esos idiotas'.

Salió de la habitación apresuradamente y se acercó a la gran ventana que daba vista a la calle principal. No había nadie, salvo por un auto modelo del año, negro y polarizado que obviamente no era el de sus "guardaespaldas". Tyler no le dio importancia y regresó a su habitación, pensando en qué hacer.

Sumergido en amnesia y resaca. Celular muerto. Padre que seguramente estaba considerando el parricidio. Un lío en verdad.

Vaya interesante mañana.

'¿Muerte inminente con mi padre ó aclarar las dudas con mis amigos?' Tyler se preguntó.

Después de unos minutos de merodear mentalmente, decidió dejar lo peor para el final, osea, ir con su padre.