PANDØRA.

CHAPTER SIX.

Agradecería que pusieran esta canción cuando les diga. I mean.

El ocio era exasperante para Tyler, quien estaba recostado en el sillón, viendo cualquier basura aburrida que estuvieran pasando por la TV.

Llevaba toda una semana sin salir; ciertamente su padre lo mantenía vigilado por dos hombres fuertes y grandes que siempre se mantenían afuera de su casa en una Range Rover Evoque xl negra y blindada. Tyler los nombró Fama y Éxito. Ellos se encargaban de llevarlo y traerlo de la universidad; después de eso, sólo se quedaban como estatuas vigilándolo. Eran unos gorilas idiotas.

La dulce melodía del celular hizo que Tyler se absolviera de su hastío. Agarró su celular desganadamente y contestó a la llamada.

—¿Hola?—dijo con un tono con el que si lo escucharas, tus ganas de vivir aumentarían. *sarcasm*

—¡Feliz cumpleaños, Ty!—dijeron sus mejores amigos al unísono, casi cantando.

Tyler sólo esbozó una ligera sonrisa seguido de una risita-gracias, chicos, ustedes son geniales.

—¡Círculo de hermandad, bebé!—gritó Alex, emocionado.

—Estás más cercano a morir, ¿Qué se siente?—dijo Hayley riéndose.

Tyler sólo pudo seguir riendo. Era lo que necesitaba.

—¿Y bien? ¿Listo para esta noche?—dijo Brooke, emocionadamente expectante.

—Maldita sea—dijo Tyler, riendo más. Todos terminaron riendo con él.

—No me digas que lo olvidaste, cabeza hueca. Llevamos planeando esto por meses y la reservación me ha costado un ojo de la cara—dijo Brooke.

—¿Cómo diablos supones que vaya a salir de aquí? Fama y Éxito no quitan sus ojos de mi, no tengo privacidad.

—Tranquilo, sabemos qué hacer—dijo Alex, denotando misterio.

—No lo sé, la última vez que me dijiste eso, terminé siendo trending top en Instagram—se escucharon las risas de los tres chicos.

—Vamos, fue divertido, acéptalo—dijo Alex, riendo ligeramente.

—Y... ¿Me dirán a qué club vamos?

—¡Es una maldita sorpresa, Ty!—dijeron los tres amigos al unísono.

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Los cuatro chicos se encontraban ya enfrente del club, en la fila.

Había sido fácil escaparse de los vigilantes de Tyler. Sólo se había requerido de salir por la entrada trasera. Sin duda, eran unos gorilas idiotas.

El club. Un lugar convencional, atípico tal vez. luminarias fluorescentes, paredes negras. El nombre del club se dejaba ver en grandes letras luminosas. 'un nombre algo excepcional que detona una pizca de misterio' pensó Tyler.

—PANDØRA, ¿Eh?—dijo Tyler, como si no le importara.

—Es genial, ¿no? Estuve buscando en internet sobre este club, y dicen que es grandioso. Tiene una muy buena reputación—Dijo Brooke.