Fiesta

136K 9.7K 589
                                    

Camino por los alrededores de la espaciosa casa, observo como ejecutivos conocidos de América me observan de reojo, y mis nervios aumentan, no logro encontrarlo y sé que caerá de infarto por mostrar mucha piel.

-Lía?-volteo rápidamente y observo a una mujer adulta, algunas canas en su cabello cubierto por un hiyab

-Sí?-observo que esta me mira de forma extraña 

-Un gusto soy Griselda amiga intima de la familia-dice observando mis piernas

-Un gusto- sonrío por cortesía 

-Sabes en la posición en que estás no? rodeada de hombres ricos, atractivos y casada con el mayor multimillonario de todo el Medio Oriente no?

-A que se refiere señora?-me detengo de mi búsqueda y la observo a los ojos

-Niña eres inconsciente de lo que un hambre árabe necesita y quiere, solo eres una simple blanca afortunada por tener un padre de negocios que te ha vendido a Said

-Señora no sé a que se refiere-digo mirándola retóricamente 

-Pequeña tu posición es la mejor, y tendrás que cuidarla mi pequeña te destronara hasta dejarte fuera, ten tus ojos y observa Said siempre ha sido de Malina, desde niños se han gustado y una blanca no vendrá a alejarla del amor de su vida-dice tomando fuertemente mi brazo 

-Suelteme- digo alejando mi brazo-no vuelva a poner una mano encima de mi o no responderé, su hija es libre de hacer lo que quiera con Said no se preocupe es cuestión de tiempo para que deje este maldito infierno mujer cretina-digo alzando mi voz, lo cual varias personas nos observan y esta mujer gesticula en árabe. 

Camino lejos de la mujer, mis nervios están fuera de control, así que esa es la madre de la tal Malina, la chica de hace unas horas. Said tendrá que aclarar muchas cosas. no logro encontrarlo, y el lugar me resulta incomodo y aburrido, decido acercarme a La Cocina, no tengo hambre pero las personas de servidumbre son más amables que todos estos estirados. Al entrar a la espaciosa cocina todo se paraliza y los muchos meseros me observan de una manera extraña

-Señora Akram se le ofrece algo en especial? Disculpe la mala atención hemos estado agenciados ya llamaremos a Bel permite un segundo-el joven moreno voltea y ordena algo en árabe

-No se me ofrece nada gracias a todos por el maravilloso servicio, la comida luce espectacular, solo estaba paseando por el lugar, creo que me quedaré aquí las personas en la cena son un poco estiradas-digo sonrojándome ante mi comentario, todos mueran una expresión de asombro y sé que están asustados, he presenciado el trato de los Akram hacia estos

-No lo estoy observando pueden continuar-digo sonriendo a todos, acto seguido continúan con su labor pero más rápido. Me recuesto a uno de los grandes muebles, y tomo una manzana roja que s encuentra a un costado de este, de repente Gaia regresa a mi mente. Tomo otra manzana he observado como a uno de los enormes caballos le alimentaban con manzana espero que a Gaia le guste. Camino rápidamente de regreso a la entrada de la casa, observo que aun Said no aparece, de lejos observo a Jamil y a los gemelos charlar animadamente con dos señores y a Fakhir con un grupo de mujeres. 

Tomo la salida principal rápidamente, pero el dolor regresa, mierda. mi pie, así que me detengo y de lejos puedo ver las puertas de los establos, el camino ha sido iluminado por antorchas y luces navideñas blancas lo cual da un aspecto precioso al lugar, pero un ruido detrás de las grandes palmeras llama mi atención unos susurros y sonidos extraños.

Me acerco un poco más, sé que no debo de hacerlo pero mi vista conoce a uno de los individuos. Said. Y Malina, esta toma su cabeza y lo acerca a su boca de víbora, una presión en mi pecho se hace presente, no puede ser,  un escalofrío me recorre junto con la decepción, se besan apasionadamente, y descuidadamente esa es la razón por la cual no le  encontraba por ningún lado, ha estado con Malina. Nauseas, eso siento nauseas. Por qué me ha dolido, por qué me he sorprendido? Sé que no me ama pero el menciono que jamás sería infiel. 

Me alejo lentamente, y camino lo más rápido que puedo, rodeo el grupo de personas de las afueras de la aterrada casa, necesito espacio y aire, me acerco a los establos, heno por el suelo, aromatizante, caballos relinchando otros solo yacen en silencio en el lugar. Me acerco lentamente al establo final de Gaia, esta se percata de mi presencia, sus largas orejas se levantan, y se aleja de la entrada, no es confiada. 

-Hola Gaia- digo de lejos de la pequeña puerta-te he traído un aperitivo-muestro la manzana y me acerco lentamente, esta se aleja un poco más. 

-No seré como los obreros, no te forzaría a nada preciosa, sabes que eres muy preciosa Gaia y eres grande también-digo mirándola, sus oscuros ojos me observan y agita su cabeza de arriba a bajo y lentamente se acerca. Hasta oler mi mano y en ella la roja manzana, lentamente se acerca y la toma. Sus largos y duros bigotes han rozado mi fría mano. 

-Eso es Gaia, sabes estamos en situaciones similares, atrapadas en un lugar que no queremos, al lado de personas que nos generan desconfianza- recuesto mi cabeza en la puerta de madera y observo como termina de destrozar los restos de manzana- luces fuerte y saludable, pero sé que odias este lugar, el abuelo estaría encantado de conocerte, eres una hermosa yegua. 

Y sin más pesadas lagrimas caen de mis ojos, seguido de un sollozo silencioso, pero esta vez no es por el dolor, es la traición la imagen regresa a mi , Malina absorbiendo a Said y este besando con posesión. 

-He encontrado al que se hace llamar mi esposo besando a otro chica, me ha sorprendido esta tarde me besaba de esa misma forma, y ahora ha tirado todo a la basura

-Creo que me he enamorado de él preciosa Gaia- digo mirando como la grande Yegua, me observa desde lejos-soy patéticamente débil lo sé pero necesito hablar con alguien y me pareces buena escuchando- digo recostando mi cabeza en una de mis manos

-Qué haces aquí?- una conocida voz hace que se me erice la piel 

-He saludado a Gaia-no volteo no quiero ver su estúpido rostro.

-Creí haberte ordenado que te alejaras de los establos y de Gaia acaso no has entendido?

-Lo he entendido claramente, pero te he dicho que no lo haré seguiré visitándola y no lo impidiras

-Ahora me puedes explicar que significa esa vestimenta?-su voz se ha vuelto más ronca

-He mentido a Sasha para poder utilizar mi propia ropa, estoy arta de estar sometida bajos tus estúpidas reglas, no soy árabe no usare  sotana ni mantos en mi cabeza-digo volteando, y el dolor regresa. La imagen perturbadora de sus labios besando a otra, sus manos abrazándola. 

-No te han quedado claras las reglas, te cambiarás en este momento y regresaras a la fiesta

-Said, no me cambiare he bajado de la habitación hace una hora y no has estado, supongo que has estado ocupado-digo mirando mis manos, frías y pálidas

-Lía-pero camino sin voltear lejos del establo-ah y Said, limpia el labial rosado que Malina ha dejado en tu cuello, no me he colocado labial pensaran que has estado con otra- digo mirándolo y su expresión cambia, empalidece y y su mandíbula se tensa. Me volteo y camino rápidamente lejos de su lado, esto no lo olvidaré. 

Respiro hondo antes de entrar de nuevo a la enorme y poblada casa, mis energías han sido agotadas, las personas aún me observan de una manera extraña solo espero que no sepan que soy la estupida esposa a la que engañan. 

-Lía que tal la estas pasando?

-Hola Jamil, es una hermosa velada-miento. Trato de sonreír. Pero una mueca sale de mi rostro

-Qué ha sucedido?-observo como este levanta su mirada la sigo y de lejos Said se acerca, así que me alejo de nuevo y me refugio rápidamente en La Cocina de nuevo, todos me observan pero esta vez no puedo pensar en eso, no me siento bien, emocionalmente estoy destruida.

-Señora se encuentra bien? Está pálida

-Lo estoy es solo el calor, gracias-miento y trato de recuperarme 

-El señor Said la está buscando por toda la casa señora le indico que se encuentra aquí? 

-No! quiero estar sola, por favor no le digas-observo al delgado y moreno joven

No quiero ver su rostro, me ha lastimado. 

MercyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora