Mercy

Angustia

Un fuerte golpeteo resuena en mi interior. Una y otra vez, una y otra vez. 

Un leve zumbido irrumpe mi cabeza y sé que algo no está bien, un extraño trance entre los cuadros a las luces hacen que mi cabeza se pierda por unos segundos, unos segundos en los cuales mis ojos se posan en los grandes y extraños recuadros que con delicadas pinceladas forman mi rostro mirando el horizonte, mirando el atardecer en la Isla en la que he estado por varias semanas.

En el segundo recuadro, una pequeña bola de pelos yace a mis pies en la oscura noche mientras observo un libro, en el tercero la ciudad de Washington se refleja a mis espaldas mientras camino hacia casa ,el siguiente Sam corre hacia lo que parece ser una chica sentada con las manos en su rostro. 

Ha sido el día en que Damián ha confesado que era un Akram. 

El sexto y septimo yacen en blanco con una mancha negra. 

Hasta que mis ojos se centran en los dos últimos recuadros, dos personas yacen en una oficina lo que parece tomados de la mano observando uno al otro. 

Said y Malaria yacen en el último recuadro sonrientes mostrando su anillo de bodas.Esto no debe de estar sucediendo, esto no.......un fuerte frío golpea mi cuerpo. 

-Lía que significa esto?- la voz del abuelo me regresa de mis confusiones 

-No lo sé abuelo, alguien ha saboteado las pinturas reales-digo en un susurro observando cada foto de nuevo. Y de nuevo. 

-Damas y caballeros ha habido una confusión, los recuadros han sido mezclados por favor les pido unos minutos para colocar los recuadros definitivos- el hombre del micrófono con su aspecto pálido. 

Confusión, dudas, dolor, y miedo. Tengo miedo, mucho miedo. 

-Lía- una conocida pero lejana voz resuena en el lugar pero no soy capaz de moverme de mi lugar, simplemente no puedo. -Lía- una fuerte y decidida mano toma mi antebrazo y hace que regrese al mundo exterior. 

-Yo...yo-soy incapaz de hablar y no dejo de observar los recuadros que son retirados en segundos por los guardaespaldas de Said- Lía te sacaré de aquí- la lejana voz de Said intenta salir del lugar pero decido alejar su mano y susurrar un déjame sola. 

Sé quien ha sido el culpable de esto. Sé que esos recuadros, los que me han lastimado aún más no han sido verdaderos. No lo son. 

Muy lentamente salo del silencioso lugar que se ha convertido en mi propia pesadilla, mi frío cuerpo reacciona tardíamente y las lagrimas de furia empiezan a salir a la luz. 

Y en mi cabeza un pensamiento predomina. 

Te haré sufrir Damián Akram, me vas a pagar todo el daño que me has hecho. Antes de salir del salón una conocida voz resuena y otra ríe sin parar. 

Fakhir y Malaria al final del salón yacen sonrientes y triunfantes. 

-Creo que tengo mis dos favoritos señor Fakhir- Malaria dice con su voz chillante 

-Tomaras los que quieras. 

-Es una lastima que no tomaron captura de nuestra noche de bodas!. 

Detengo mi lento caminar y en la mesa de al lado una brillante copa con un gran contenido de vino en esta yace, la tomo y la observo por unos microsegundos y sin pensarlo arrojo el contenido con todas mis fuerzas hacia el rostro de Malina. Un leve segundo de satisfacción entra por mis venas y por todo mi cuerpo al observar a la serpiente ahogarse en su propia expresión. 

-Dios mío!!!!! que te pasa estas loca??????

-Ha sido suficiente Lía, no te bastó con el espectáculo y ahora continuas con esto?- Fakhir con sus arrugados ojos me observa. Furioso.