❝ Cuando Lia se encuentra con varios secretos busca la forma de hallar las respuestas. Pero no todo es fácil. En el camino de lo prohibido ocurrirán demasiadas cosas, unas buenas y otras malas.
Y sí, la mayoría de las veces todos cometemos actos er...
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| Ventana secreta Lia
Terminé de ponerme la chaqueta mientras caminaba por la habitación buscando mi móvil, él por su parte, enrolló los brazos alrededor de mi cintura, podía sentir su barbilla rozándome en el cuello. Seguir haciendo lo mismo no tenía una respuesta clara sobre por qué lo hacía y si soy sincera creo que cada vez que nos encontramos acababa con dudas y arrepentimiento.
—Te hace falta una rasurada, FP —Por fin encontré el pequeño aparato extraviado. Giré para quedarme frente a él.
—No, sabes que no. A ti te encanta que esté así —Dejó un par de besos sobre mis labios y uno último en la frente.
— Me gustaría quedarme y discutir al respecto, pero debo irme —Tomé la pequeña mochila que colgaba del perchero y la coloqué sobre los hombros.
—Si te quedaras no necesariamente sería para discutir —Detesto cuando sonríe de esa manera tan arrogante, aunque tenía razón. Esta vez unió nuestros labios en un largo beso pero me separé al recordar que era muy tarde.
—La próxima vez recuerda despertarme temprano —Negó divertido por la situación— eres todo un caso —Ahora fui yo quien negó— nos vemos en la noche para celebrar el futuro botín
—Ten cuidado, ¿sí? —Percibí preocupación en su voz, asentí no muy segura. Este trabajo iba a ser un poco difícil y peligroso.
—Trataré. Me voy —Dicho eso salí a toda prisa del remolque.
Voy llegando tarde a la escuela, tengo diez llamadas perdidas de Cher y otras cinco de Archie. Me asusté cuando el móvil sonó, indicándome que tenía una llamada entrante, respondí en lo que iba corriendo sin haber visto quién llamaba.
—¡Por fin! ¿dónde estás, mujer?
—¿Verónica? ¿cómo tienes mi número? —Detuve la corrida cuando llegué a una esquina donde transitaban vehículos, esperaba impaciente la luz roja.
—Jughead me lo dio —Mucho peor.
Sigue siendo confusa la situación, ¿cómo rayos Jughead tiene mi número? Jamás se lo di. La luz roja se hizo presente y continué corriendo a toda prisa
—Apresúrate, no creo que quieras saltar clases, cerebrita
—No sería la primera vez —Ingresé al Riverdale High Schol— ¿por qué no estás en clases? —Pregunté con extrañeza al tener a unos cuantos pasos a Verónica.
—Porque debo secuestrarte —Colgó y fruncí el ceño, hoy es el día de hacer que me pierda divagando la información.
La pelinegra se acercó hasta mí y jaló de mi mano llevándome, no, más bien arrastrándome hasta un aula que reconocí al instante. Me empujó dentro y cerró la puerta.
