❝ Cuando Lia se encuentra con varios secretos busca la forma de hallar las respuestas. Pero no todo es fácil. En el camino de lo prohibido ocurrirán demasiadas cosas, unas buenas y otras malas.
Y sí, la mayoría de las veces todos cometemos actos er...
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| El sexto sentido
—Recuerdame por qué te estoy ayudando —La pelinegra no paraba de quejarse.
—Porque dijiste que lo harías, Verónica —Betty removía cientos de papeles -sin exagerar- que estaban en un cajón— quiero ayudar a Lia comprobando que no fue su padre quien le disparó al señor Andrews
—Lo sé pero no deberías involucrarte más y mucho menos robar papeles del señor Keller —Era cierto, aún cuando la rubia quería hacer lo correcto resulta que estaba mal lo que hacía.
Aquello que hacían podía considerarse ilegal puesto que ultrajar casas es un delito. Ellas se metieron a la casa de los Keller aprovechando que no se encontraban en el lugar, cosa que supieron gracias al dato que Kevin le dio a Verónica donde le informó que llegarían tarde ya que el señor Keller tenía una junta con la alcaldesa y Kevin una cita con Joaquín, los cuales siguen negando ser algo más que amigos que se dan besos y caricias.
Ambas chicas soltaron un grito de terror cuando la luz de la habitación se prendió y un Kevin totalmente sorprendido las veía con la mandíbula casi por los suelos. Pero en realidad las chicas habían gritado porque él no estaba solo, a su lado estaba nada más y nada menos que la joven Lawliett quien intercaló la mirada entre la pelinegra y la rubia, entrecerrando los ojos debido a la duda y posteriormente examinó a ambas notando los folders en sus manos.
—Ultrajar casas es la manera de divertirse de los jóvenes de hoy en día —Le dijo Lia a Kevin mientras analizaba a ambas chicas con la mirada— ¿expediente de quién vinieron a buscar?
—Espera, ¿también estás aquí por documentos? —Asintió como respuesta a la pregunta de Verónica.
—Me pidió el favor y la traje, pudieron haber hecho lo mismo —Las dos se dieron una palmada en la frente; Kevin tenía razón. La tercera chica se carcajeó y al mismo tiempo quejó por el dolor que eso le provocó, aún estaba adolorida por lo que sucedió hace tres noches atrás— ¿estás bien? —Kevin se preocupó por su amiga pero ella le sonrió haciéndole saber que todo estaba bien.
—He estado peor —Compartió. Realmente no planeaba decirlo en voz alta— si no estoy mal, tienes lo que busco —Le arrebató a Betty la carpeta que sostenía y le dio una hojeada— sí, el expediente de mi padre —Abrió la pequeña mochila que traía consigo y metió el folder— uh, falta uno
—¿Cuál? —Cuestionó Betty con curiosidad. Alguien no estaba al tanto de que la curiosidad mató al gato.
—El de Sabrina Spellman —Se acercó para buscar lo que quería mientras el resto de los chicos compartían miradas de confusión.
—Ella es la chica que nos preguntaba si queríamos saber nuestro futuro o hablar con los muertos, ¿cierto Kevin? —Escuchó a Betty pero le restó importancia, seguía un poco enojada con ella y no podía evitar recordar lo que sucedió con Archibald.
