Apology ↬ Riverdale

Special II

Todo lo que había vivido antes de él se calificaba como basura. En esos instantes, cuando conoció su lado bueno, y no sólo el de él sino el de todos aquellos a los que los suyos solían calificar como bazofias de Riverdale, se sentía como en casa.

Elevó su cerveza a la par del resto y rió ante las palabras cursis de FP siendo seguida por los demás. Llevó la boquilla de la botella a sus labios y se dispuso a beber de ella.

Bebió tan solo dos botellas en toda la noche, pues al día siguiente regresaría a la cárcel de adolescentes, el Riverdale High.

El fin de semana había pasado tan rápido, extrañaría pasar todo el día con los chicos.

—¿Quieres que te lleve a casa? —Le preguntó Joaquín luciendo una sonrisa deslumbrante y demostrando que aún estaba en sus cinco sentidos.

—Ella se va conmigo, ¿no es así, dulzura? —El líder de las serpientes sureñas los había interrumpido.

Se le notaba que estaba un poco pasado de copas pero una de sus cualidades es que aún estando ebrio seguía manteniéndose cuerdo, como si no hubiese probado ni una sola gota de alcohol en toda la noche.

—¿Ah? —Chasqueó la lengua y asintió con lentitud.

—Bueno, en eso caso, me voy ya —Joaquín alzó las manos en señal de rendición y riendo se alejó de ellos.

—Es un buen muchacho —Dijo la aún castaña mientras sonreía.

—¿Te gusta? —Ella encogió los hombros y se mantuvo en silencio solo para hacerlo enojar un poquito— vamos —Gruñó entre dientes y caminó hacia la salida. A la castaña no le quedó de otra que seguirlo.

—No sabes jugar —FP le pasó un casco, se lo colocó e inmediatamente subió a la motocicleta.

—Te demostraré lo que es jugar, Lia —Dijo con una voz ronca que provocó un escalofrío en ella.

Arrancó tan rápido que la chica casi se va de espaldas por no haber sido capaz de enredar las manos en la cintura del mayor, sin embargo lo logró.

Tenía miedo, estaba yendo tan de prisa y sin cuidado alguno. ¿De esa forma iba a morir? Estrellándose con algo o alguien, quizá.

—¡Lo lamento! ¡Detente, por favor! —Gritó en un intento por hacer que redujera la velocidad. Y entonces fue ignorada.

Estaban acercándose a una esquina peligrosa, la chica soltó un grito de desesperación y justo en ese momento la motocicleta dio una vuelta brusca que FP no pudo controlar y derrapó, siendo ambos lanzados a distintos lados de la carretera.

—Joder

Maldijo el hombre levantándose y corriendo donde la adversa se encontraba sentándose. Le tendió la mano para ayudarla a levantarse pero en respuesta ella le dio un manotazo.

—Puedo hacerlo sola —Dicho y hecho, así fue.

Se levantó y con ayuda de sus manos escaneó su cuerpo para ver si había algo roto o raspado. Afortunadamente solo eran simples dolores por el golpe que se dio

—Al carajo —Sacudió su chaqueta y empezó a caminar.

—Hey —Lo ignoró y continuó su camino.

Por su parte cogió la motocicleta y supervisó si había alguna falla o si estaba rota, por suerte no tenía nada.

La prendió y alcanzó a Lia tan rápido como pudo, sosteniendola con una brazo y dejándola sobre sus piernas, tal cual como un bebé.

—La cagué pero eso no te da derecho de ignorarme

—Dios, eres increíble —Arrugó la frente y desvió la mirada en todo el trayecto a "casa".