| Lo que el viento se llevó
Respiró profundo calmando sus emociones mientras apretaba los puños, clavándose las uñas en las palmas.
"Genial, ahora me parezco a la perra de Betty" pensó.
No podía. Simplemente se negaba a cruzar la entrada de aquel edificio. Estaba a punto de girarse para volver a casa para encerrarse pero se vio interrumpida por una figura que justamente se interpuso en su camino. Era Archie Andrews.
—¿Lia? —Preguntó con un brillo de sorpresa y emoción en los ojos. Se lanzó a abrazarla con delicadeza mientras sonreía con alivio— dios, no sabes cuan preocupado estaba, en serio. Fue un martirio todo este tiempo —Ella se sintió mal porque Archie sonaba apagado y dolido— y cuando saliste del hospital, todos, absolutamente todos intentamos contactarte pero no dabas señales
—Yo no...
—Es un alivio que al fin hayas vuelto. ¡Rayos! Te extrañé bastante —Se miraron a los ojos por unos segundos hasta que ella decidió separarse.
—Lo siento —Bajó la mirada tragando saliva de forma dura— ha sido muy difícil atravesar por esto, especialmente cuando han pasado cosas horrorosas que por supuesto no se las deseo a nadie —Jugó con sus manos sintiendo que en cualquier momento podría llorar— sigues preocupándote por mí, al parecer —Él asintió y le sonrió cálidamente— ¿por qué?
—Ya deberías saberlo —Posó una mano en su cabeza.
Un silencio incómodo se hizo presente. La pelinegra suspiró y negó un par de veces. No era momento de enamorarse, no era momento de ilusionar a alguien, no era momento de sentir otra emoción que no fuera tristeza. Para nada. Debía actuar cuanto antes si no quería que todo a su alrededor se volviera cenizas.
—Andrews, tengo un par de cosas que hacer —La tomó del brazo evitando que se fuera— déjame ir
—Vamos, vuelve a ser tú —Ella no comprendía sus palabras— esta no es la Lia de la que me enamoré
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Apology ↬ Riverdale
Fanfiction❝ Cuando Lia se encuentra con varios secretos busca la forma de hallar las respuestas. Pero no todo es fácil. En el camino de lo prohibido ocurrirán demasiadas cosas, unas buenas y otras malas. Y sí, la mayoría de las veces todos cometemos actos er...