Capítulo 20

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Dos años después

Viktor corría de un lado hacia el otro junto con las madres de sus alumnos. Sus diez alumnos, de ahora casi trece años estaban por tener su primera presentación y todos estaban agitados por la vestimenta, los peinados y los nervios.

Ese día, 18 de noviembre, era el aniversario número veinticinco de la fundación de la pista de patinaje de Yakov Feltsman, por lo que todos los entrenadores y patinadores harían presentaciones para la gente que fuera a mirar el espectáculo.

Viktor había querido hacer algo diferente ese año. Todos sus niños -bueno, adolescentes- actuarían juntos con una misma coreografía. Lo principal de la presentación era la coordinación y el trabajo en equipo, ya que en ciertas partes de la coreografía se separaban en parejas o tríos. El tema del programa de los niños era la magia y los mundos maravillosos. Por eso, tres niñas estaban con trajes de hada, una de bruja y otra de princesa. Uno de los niños era un dragón, dos eran duendes, uno un príncipe y el otro un ogro.

-¿Ya están listos los peinados? -Le preguntó Viktor a Beatrice, la madre de Katrina. La joven mujer asintió.

-Todo listo, Vitya. -Respondió amablemente. -Solo les queda presentarse.

Viktor suspiró aliviado.

-Creí que no lograríamos estar listos a tiempo. Faltan cinco minutos para nuestro turno. -Dijo, pasándose las manos por su cabello gris.

Las presentaciones habían comenzado hace más de una hora. Muchos de los patinadores se habían presentado ya. Los niños eran el acto anterior a la última presentación, que era la de Chris.

Chris... Pensó Viktor, con una sonrisa emocionada. Hoy por fin sabré cómo es su coreografía.

El rubio no había querido mostrarle por ningún motivo su coreografía. Viktor se había tenido que esforzar mucho para conseguir saber que el tema de Chris era el amor. Viktor ni siquiera sabía qué música utilizaría.

Sin embargo, Chris le había dicho "Mírame, Viktor. Y por favor entiende lo que quiero decir con esa presentación." Obviamente eso había dejado atónito y confuso a Viktor, y curioso, por supuesto. Porque Giacometti estaba siendo demasiado misterioso.

-Vitya, ya es hora. -Anunció Lilia, abriendo la puerta del camarín.

El de ojos azules asintió y se giró hacia sus alumnos para mirarlos con una gran sonrisa.

-¡Bien, chicos! ¡Es hora de brillar! -Dijo alegremente, intentando quitarles los nervios. -Sé que lo harán perfecto, hemos trabajado muy duro en esto. Su entrenamiento no los abandonará hoy ni yo tampoco. Solo vayan y patinen con confianza. Yo estaré detrás de ustedes.

Los diez estudiantes asintieron y sonrieron con la determinación brillando en sus jóvenes ojos. Parecían haber recuperado la calma.

Viktor suspiró antes de comenzar a caminar hacia la pista, seguido de sus alumnos y sus madres.

Nikiforov sintió que su corazón daba una vuelta dentro de su pecho cuando la música comenzó a sonar. Estaba igual o más nervioso que sus alumnos... pero como entrenador, debía mantenerse firme, por lo que no dejó de sonreír en ningún momento.

Sus manos temblaron durante toda la presentación, y vagamente, mientras veía a Kat -la princesa- huír de las brujas con ayuda de las hadas para ir hacia su príncipe. Viktor deseó que Chris estuviera a su lado en ese momento.

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