Yuri se encontraba sentado junto a Yuuri, quién llevaba más de dos horas estudiando. Primero leyendo, luego haciendo cuadros de resumen, tarjetitas con conceptos y demás.
La habitación del japonés estaba en completo silencio, y a ninguno le molestaba aquello. Yuri no se había aburrido para nada, pues también había repasado algunas materias y leído un capítulo del libro que tendría control en cinco días.
El libro no era malo, pero tampoco era de su gusto, por lo que se dijo que al llegar al capítulo cinco, iría a buscar algo de comer para distraerse un poco y para sacar a Yuuri de su estado robótico traga-información.
El rubio suspiró y continuó leyendo, imaginando lo que ocurría para que ningún detalle se le escapara.
Ambos Yuris eran muy buenos estudiantes, esforzados y perseverantes. Y todos los miembros de la familia estaban felices por ello.
Luego de quince minutos, Yuri terminó el capítulo. Suspiró y estiró sus brazos y espalda mientras estaba sentado. Luego de eso, se inclinó hacia Yuuri y dejó un beso en su mejilla.
-Debes tomar un descanso, Katsudon. Traeré algo para comer, ¿sí? -Le dijo en voz baja y con tono amable.
-Gracias, Yura. -Respondió el de anteojos, girando su cabeza hacia el rubio para dejar un suave y breve beso en sus labios. Cuando se separaron, Yuuri le sonrió cálidamente a su novio, Yuri lo imitó mientras se alejaba y se ponía de pie para ir hacia la puerta. Cuando giró el pomo, Yuuri volvió a hablar. -Oye.
Yuri giró hacia él con curiosidad.
-Te amo. -Yuuri sonreía tanto que sus ojos desaparecían. Yuri sintió que las mariposas en su estómago revoloteaban alegremente mientras sus mejillas se sonrojaban.
-Yo también te amo, Katsudon. -Respondió con una sonrisa antes de salir de la habitación.
La sonrisa no abandonó sus labios en ningún momento hasta que llegó a la cocina y se encontró con su abuelito. Inmeditamente sus mejillas ardieron y sintió el deseo de huír, sin embargo debía comportarse como un hombre y conseguir comida para Yuuri y para él. Además... era sólo el abuelito.
Sí... sólo el abuelito. Quién los había encontrado a su novio y a él en una situación completamente privada y vergonzosa hace una semana.
Yuri buscó rápidamente en el refrigerador la bolsa con yogur. Sirvió un poco en dos tazones, luego buscó la caja con cereales y puso un poco en cada tazón. Todo, bajo la atenta mirada de su abuelo.
-Yuratchka. -La voz del hombre lo hizo dar un brinquito en su lugar.
Yuri sintió que sus mejillas ardían, sin embargo, volteó para mirar a su abuelo. Nikolai lo miraba con una pequeña sonrisa llena de compresión.
-¿S-Sí?
-Hijo, sé que te sientes avergonzado por lo de hace unos días... Pero quiero que sepas que no tienen por qué evadirme. Yo también fui joven, Yura. Entiendo como se sienten, hijo. Para mí también fue abrumador al comienzo, pero... quiero que lo ignoremos y sigamos adelante. Hacer el amor con tu pareja es...
-¡Yaaaaa! ¡Abuelo! ¡Detente! -Chilló Yuri, sintiendo arder sus orejas y cuello al oír la expresión "Hacer el amor con tu pareja". Sabía que era estúpido estar reaccionando así porque era él quién iniciaba todo con Yuuri, pero... ¡No quería hablar sobre eso con su abuelito! -¡Ya sé todo eso!
-Pero, Yuratchka...
-¡Prometo que no te evadiremos nunca más! ¡Todo volverá a ser como antes! -Chilló, poniendo una cuchara dentro de cada tazón. Luego tomó uno en cada mano.
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Celos Delatores
Fiksi PenggemarYuri estaba completamente enamorado de su amiga japonesa Yuko. O eso creía, hasta que una serie de sucesos lo llevaron a darse cuenta de que la verdadera persona que amaba, estaba más cerca de lo que creía, ¡Y siendo acosado por Viktor! ¡Estúpido...