(+18) Mi juguete

6.3K 456 168
                                    


...

-¿Interrumpo algo?-Les cuestionó una voz grave y fría desde la entrada de su celda, ambos jóvenes reconocieron de inmediato de quién se trataba. Al girar sus rostros se encontraron efectivamente con el mandamás de la Underground Prison, quien se hallaba cruzado de brazos, con la mandíbula muy marcada y con esos dos ojos tan negros como el mismo carbón que en esos momentos se concentraban en fulminar tanto al castaño como al pelirrojo.

Taemin y Bae guardaron silencio por unos cuantos segundos, hasta que el azabache chasqueó la lengua molesto mientras se acercaba peligrosamente a ambos chicos. El pelirrojo por fin reaccionó levantándose de su cama y posicionándose delante de su amigo para protegerlo.

-Repito: ¿Interrumpo algo?-Preguntó nuevamente en un siseo de voz. El menor suspiró y luego le respondió.

-No es lo que piensas.-Le dijo y el mayor se carcajeó cínicamente.

-Sí claro, ¿Acaso crees que nací ayer, niñato?-Espetó burlón.- ¿No te basta sólo con revolcarte conmigo? ¿También necesitas ofrecer tu culo a otros tíos? Vaya putito que resultaste ser.-Le dijo escupiendo cada palabra de forma venenosa. El menor no pudo contener la rabia que sintió al oír aquellas palabras, ¿Él un putito que ofrecía su culo a cualquiera? ¡¿JUSTAMENTE ÉL?! ¡Quien incluso antes de follar con el mandamás aún seguía siendo virgen a sus 18 años! ¡¿Quién se creía que era ese maldito para humillarlo de semejante manera?! ¡No se lo permitiría!

Sin poder contenerse más, Taemin levantó su puño con la clara intención de darle un puñetazo a Minho, sin embargo éste fue más rápido y valiéndose de sus hábiles reflejos detuvo fácilmente el puño del pelirrojo dejándolo suspendido en el aire.

-Que ni se te ocurra intentar levantarme la mano, bastardo.-Le dijo fríamente mientras ejercía un poco de presión sobre la muñeca derecha del pelirrojo, éste gimió del dolor, sin embargo no se dejó intimidar y lo encaró valientemente.

-Y a ti que ni se te ocurra volver a llamarme putito, estúpido.-Le respondió apretando fuertemente sus dientes y fulminando con su mirada al mandamás, quien en el fondo se mostraba nuevamente sorprendido, era increíble cómo ese enclenque le hacía frente una y otra vez, aunque tuviera todas las de perder en su contra, aunque lo tenía sujetado fuertemente de su muñeca, a pesar de todo Taemin levantaba su mentón y lo desafiaba siempre. No obstante, el azabache no sólo se encontraba sorprendido, sino que también estaba muy enojado, y su semblante agresivo lo demostraba con obviedad.

-¿Y acaso no lo eres? ¿Abrazándote melosamente con tu estúpido "amiguito" sobre la misma cama? ¡Eres mí juguete!-Le gritó obligándolo a acercase más a su fornido cuerpo.- ¡Que nunca se te olvide nuestro trato! ¡Nadie aparte de mí puede follarte!-Sentenció apretando inconscientemente con más fuerza la delicada muñeca del menor. Éste chilló a causa del dolor.

-¡Me duele imbécil! ¡Suelta mi muñeca!-Le gritó y entonces el castaño que se encontraba detrás de su amigo no pudo contenerse más.

-¡¿No vez que le haces daño a Taemin?! ¡Suéltalo!-Le gritó Bae y los ojos negros del mandamás se clavaron en el castaño, quien tembló ante la mirada rencorosa que le dedicó aquel hombre.

-Tú...-Susurró fríamente soltando por fin al pelirrojo, quien adolorido se frotó su muñeca.-No me provoques idiota...-Le amenazó acercándose a un asustado Bae.-Porque si lo haces... no dudaré en matarte.-Sentenció y al oír la palabra "matar" Taemin reaccionó colocándose nuevamente delante de un atemorizado castaño. Minho gruñó enfadado.

-Quítate.-Le ordenó y el menor negó rápidamente.

-¡Bae no ha hecho nada malo!-Exclamó mirando fijamente los ojos negros del mandamás.-Él se encontraba mal por algo que le pasó, por esa razón lo abracé, para que pudiera sentirse menos triste. Jamás me acosté ni me acostaré con ningún otro reo aparte de ti, debido a que respeto el trato que yo mismo acepté meses atrás.-Rectificó penetrando al azabache con su mirada color café, tratando de hacer entender a ese hombre tan terco que él efectivamente le estaba diciendo la verdad. El mandamás finalmente suspiró profundamente "aceptando" de forma muda las palabras dichas por Taemin. El pelirrojo también suspiró aliviado al igual que Bae.

Underground PrisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora