Revelaciones. Eres mi imán. Cada uno elige su destino.

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...

-¡¡MINHO!!- Exclamó el pelirrojo con todas las fuerzas que poseían sus pulmones antes de correr hacia donde se encontraban los tres reos, con el afán de ayudar a Key y a Jonghyun, quienes también estaban notablemente preocupados por el estado del mandamás en esos momentos.

Sin embargo, cuando Taemin llegó allí y vio el maltrecho estado en el cual se encontraba Minho, sus piernas y manos comenzaron a temblar, e incluso sintió cómo su frente se perlaba de sudor frío. El mandamás estaba más pálido que nunca, casi como si la vida hubiese abandonado su cuerpo, sus labios carnosos se encontraban resecos y azulados, tenía unas marcadas ojeras negras debajo de sus ojos, los cuales en esos momentos se hallaban cerrados y... lo que realmente dejó en shock al pelirrojo, fue percatarse de que Minho no estaba respirando. Éste hecho provocó que todo dentro de Taemin colapsara. Simplemente no podía reaccionar, su corazón se contraía de dolor porque sentía que había perdido al azabache. A su querido azabache...

-¡Corre, Jonghyun! ¡Ve a buscar ayuda!- Ordenó Key, quien tomó el control de la situación al percatarse de que tanto Taemin como su pareja no sabían cómo reaccionar ante tal situación.

-¡S-Sí!- Respondió el perro, una vez que se recompuso del shock inicial que sufrió al ver a su mejor amigo en semejante estado. Sin desperdiciar un solo minuto más, Jonghyun se paró y corrió en dirección a la enfermería, pasando por al lado de un estupefacto pelirrojo y haciéndose paso a base de empujones entre la muchedumbre de reos que había rodeado aquella celda.

-¡Maldita sea, Minho! ¡No puedes morirte así!- Exclamó Key más histérico que nunca, para después proceder a practicarle RCP al azabache.

El rubio se paró y utilizó su fuerza para acomodar mejor el inerte cuerpo del mandamás sobre el suelo, luego se arrodilló a la altura del hombro de Minho, para después agarrar la cabeza del susodicho posicionando una de sus manos sobre la barbilla y la otra sobre la frente del otro, llevándola hacia atrás. Después de eso prosiguió a llenar los pulmones del azabache de oxígeno, taponando la nariz de Minho y practicándole respiración boca a boca.

Luego de eso Key separó su boca de la de su amigo y acercó su oído a los labios entreabiertos del mismo; enseguida chasqueó la lengua al percatarse de que Minho seguía sin respirar, entonces decidió chequear rápidamente su pulso y suspiró aliviado al percatarse de que el mayor aún seguía vivo.

-Tienes que resistir. No puedes morir así. Taemin te necesita.- Le susurró antes de colocar sus dos manos, una encima de la otra, sobre el centro del pecho de Minho.- ¡¡VIVE!!- Exclamó antes de ejercer una fuerte presión sobre el pecho del mandamás, sin doblar sus codos en ningún momento, unas treinta veces.

Éste procedimiento lo repitió durante dos minutos y treinta segundos aproximadamente, realizándolo de manera alterna junto con la respiración boca a boca, desesperándose más y más a cada momento, puesto que el azabache seguía sin respirar y además el bullicio formado por los reos que se encontraban afuera de la celda era insoportable. Estos dos factores realmente le estaban crispando los nervios a Key.

No obstante, de un momento a otro, la Diva escuchó un suspiro ahogado por parte de su amigo y entonces optó por colocarlo rápidamente en posición lateral de seguridad. Y al cabo de pocos segundos, el rubio se apartó aliviado mientras veía cómo Minho entreabría sus ojos negros lentamente, las pupilas de los mismos seguían dilatadas y su mirada estaba perdida.

Sin embargo, cuando su mirada se posó sobre el cuerpo de Taemin, quien se encontraba parado a sólo dos metros de Minho, entonces los ojos confundidos del mandamás se abrieron sorprendidos y se cristalizaron, como si estuviese a punto de llorar. Mas no lo hizo, ninguna lágrima salió de sus ojos, simplemente levantó su brazo tambaleante y trató de alcanzar, en vano, el cuerpo de Taemin.

Underground PrisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora