Key, alias la diva

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...


-¿Es cierto lo que dicen, Taeminnie?- preguntó Bae mientras ingresaba a la celda que ambos compartían. El pelirrojo, quien se hallaba sentado en su cama leyendo un libro, levantó su mirada al oír la pregunta de su amigo.

-¿De qué hablas, Bae?

-Pues se está difundiendo en la prisión que MinHo golpeó a un reo que trató de abusar de ti, ¿es verdad?- le cuestionó nuevamente. TaeMin al oír aquello, arrugó su pequeña nariz con desagrado recordando el incidente del día anterior, luego de unos segundos le respondió.

-Sí, es cierto.

-¿Y por qué no me lo dijiste antes, Taeminnie?- le reprendió preocupado mientras se acercaba a su cama y se sentaba en el borde de la misma, mirándolo fijamente. TaeMin se sintió mal por no haberle contado antes sobre ese incidente a su compañero, ya que se notaba que estaba sinceramente preocupado por él.

-No te dije nada porque no quería preocuparte.

-¡¿Qué no querías preocuparme?! ¡mira si algo malo te pasaba! es la última vez que sales solo, la próxima te guste o no te acompañaremos Jung, Chin o yo, ¿entendido?- al oírlo hablar como un padre sobreprotector, el pelirrojo no pudo evitar sonreír, se sentía bien sentirse protegido dentro de aquel lugar tan hostil y frío.

-De acuerdo Bae, muchas gracias.- le agradeció con una sincera sonrisa que el otro le devolvió.

-No tienes porqué dármelas. Pero ahora sí, cuéntame específicamente qué te ocurrió anoche.- demandó saber y el pelirrojo suspiró. Cerró nuevamente su libro y miró fijamente a los ojos del castaño.

-Anoche me dirigí a la biblioteca para devolver el libro que había terminado de leer, fui solo porque no quería despertarte, lo devolví sin problemas y luego me propuse volver aquí. Sin embargo, en el trayecto de regreso un reo grande y asqueroso se me cruzó en el camino, me di cuenta que fue el mismo que trató de violarme el primer día que llegué a esta prisión, hecho del cual por supuesto tú tampoco te enteraste nunca. El caso, es que ese sujeto me sonrió de forma pervertida y entonces yo traté de huir, pero él me agarró y me arrastró hacia una oscura celda, en donde habían otros tres hombres más esperándonos, realmente pensé que iba a morir en ese momento.- TaeMin hizo una pausa y se estremeció al recordar lo asustado que estuvo el día anterior.-No obstante, ellos ni siquiera llegaron a violarme porque... MinHo apareció, los amenazó a todos y golpeó al tipo que me tenía sujetado. Los otros tres se disculparon, juraron nunca más ponerme un dedo encima y luego simplemente huyeron con su amigo inconsciente. Después de salvarme MinHo...- entonces TaeMin hizo una nueva pausa, pensando en si debía o no decirle la verdad a su amigo, quien se le quedó mirando expectante esperando que continuara.

-¿Luego de salvarte MinHo...?- lo animó a seguir. TaeMin al final decidió creer en su amigo y contarle la verdad.

-Después de eso MinHo me dijo que si quería mantenerme a salvo aquí dentro y que ningún reo me violara, entonces tendría que aceptar ser... suyo. Y a cambio él me brindaría protección.- finalizó abriendo otra vez su libro, retomando así su lectura como si nada, aunque dentro de él todo estuviera hecho un caos. Bae al oír esto último, apretó sus puños enojado.

-¡Ese maldito! ¿qué se cree, que puede tener todo sólo con chasquear los dedos porque es el mandamás de este lugar? ¡bastardo egoísta!- gritó encolerizado y entonces TaeMin colocó una mano sobre su hombro, para tranquilizarlo.

-Cálmate Bae, todo estará bien.- le dijo con una sonrisa adornando su rostro.

-Pero Taeminnie... es injusto, tú no eres gay y MinHo está usando trucos sucios para obligarte a que hagas lo que él quiere.- el pelirrojo asintió con la cabeza y apretó fuertemente el libro entre sus manos.

-Lo sé, pero está muy equivocado si piensa que poniéndome como señuelo su disque "protección", yo morderé el anzuelo como todas esas perras suyas que seguramente lo habrán hecho.- dijo entre dientes y su compañero de celda se le quedó mirando con preocupación.

-¿Entonces en serio vas a rechazarlo?

-Por supuesto que sí.- sentenció el pelirrojo sin vacilar un solo segundo.-Si MinHo cree que yo seré su puta personal sólo para que él me "proteja", pues está muy, muy equivocado.-Bae sonrió orgulloso al oírlo decir eso, pues sabía que lo que a TaeMin le sobraban eran agallas. Sin embargo, también sabía que el mandamás de aquella prisión era capaz de matar a TaeMin si éste lo rechazaba así como así.

-TaeMin, estoy de acuerdo contigo pero... también tienes que pensar en cómo reaccionará MinHo sí tú simplemente lo recha...- sin embargo, el pelirrojo no lo dejó terminar la oración.

-No me importa cómo reaccionará, Bae. No me importa si me golpea, si me manda a matar o incluso si me viola. Gritaré, lo maldeciré, lo morderé, haré de todo lo que esté a mi alcance para poder defenderme aunque sea inútil... pero jamás entraré voluntariamente a su puta cama, prefiero morir a tener que entregarme a alguien tan ruin como él y como toda la basura que hay en esta maldita cárcel.- entonces TaeMin vio la tristeza reflejada en los ojos de Bae y sintió que era la peor escoria del mundo, pues sin pensarlo, llamó "basura" a su amigo. Por lo que tomó las manos del castaño entre las suyas y le sonrió.-Perdona lo que dije, no todos son así, pero sí la gran mayoría. Gracias a Dios tú, Chin y Jung sí son buenos.- entonces Bae le devolvió la sonrisa y asintió con la cabeza.

-De acuerdo Taeminnie, yo te apoyaré en lo que sea que elijas, sólo espero que no te pase nada malo.- le dijo en un hilo de voz entristecido.

-Ya, vamos a comer que muero de hambre.- justo en ese momento, escucharon cómo la campana que indicaba la hora del almuerzo empezaba a sonar.-¿Lo ves? soy un adivino, andando.- luego de decir aquello, TaeMin se levantó de su cama, dejó el libro en la mesita de lutodaambos reos se encaminaron hacia el gran comedor para almorzar.



...



-JongHyun, deja ya de ladrar tanto ¿acaso estás en tus días, perrita?- se burló el rubio del más bajo y éste enseguida lo fulminó con su mirada.

-¡Cállate de una maldita vez!- le gritó enojado y con su mandíbula muy tensa.-Juro que haré picadillo al imbécil que se atrevió a llevarse MIS pesas del puto gimnasio.- sentenció entre dientes mientras hacía crujir los nudillos de sus fuertes manos.-Lo haré llorar.-Key suspiró aburrido, siempre era lo mismo con el troglodita de JongHyun.

-Que yo sepa esas pesas no tenían tu nombre escrito en ellas.- dijo el más alto con un tono aburrido y el otro bufó hastiado.

-Si yo las uso, es porque son mías. Así de simple.- dijo sin más mientras Onew y MinHo caminaban a su lado y guardaban silencio. Ellos dos ya sabían que no valía la pena tratar de razonar con JongHyun, porque él vería la manera de demostrar que tenía la razón y siempre se quedaba con la última palabra.

-Ya te lo dije perrito, si te sigues quejando así todos los días, tendrás arrugas antes de cumplir 30.- le recordó el rubio mofándose de él.

-¡Ja, para lo mucho que me importa! ¡¿y cuántas veces tendré que repetirte que dejes de tratarme como un perro?!- Key se rió divertido.

-Ya me acostumbré a tratarte así. Así que ahora te aguantas.- el castaño gruñó.

-Tienes suerte de que esté de buen humor, porque de lo contrario yo...- JongHyun trató de amenazar al rubio. Sin embargo, el susodicho sólo se burló ante la supuesta "amenaza".

-¿De lo contrario qué, perrito? ¿me vas a insultar, me vas a golpear?- comenzó a preguntarle divertido.-¿O será que quizás... me darás duro por el culo toda la noche?- las mejillas de JongHyun se sonrojaron al instante de oír aquello y desvió su mirada hacia otro lado.

-¡No seas estúpido! ¡yo no soy como tú! ¡¿cuántas veces debo decirte que soy heterosexual?!- exclamó enojado. Key se carcajeó un rato y luego le contestó.

-Pero estamos en una cárcel sólo para hombres y todos aquí tenemos nuestras necesidades.- explicó mientras veía sus lindas uñas.-Hay que encontrar la manera de saciarlas de algún modo ¿verdad, chicos?- les preguntó a Onew y a MinHo.

-Sí.- respondió al unísono la pareja. JongHyun simplemente gruñó de nuevo.

-Para eso está la mano.- espetó refiriéndose obviamente a la masturbación. Entonces el rubio sonrió ladino y se acercó a él para susurrarle al oído lo siguiente.

-Tienes razón, ya me imagino todas las cosas sucias que podrías hacerme con esas manos fuertes que tienes.- automáticamente JongHyun se alejó del más alto y lo fulminó con su mirada.

Underground PrisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora