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Busan, 18 de julio del 1997.

-¿Cómo pretendes que me haga cargo de ese bastardo que esperas?- reclamó Jin Hee

-¿¡ Cómo puedes decirle así!? ¡es tu hijo! - pregunto So Hyun alterada

-Que te quede claro, yo no me haré cargo de tus estupideces- dijo él mirándola con desprecio.

-No lo hagas, tu sabes que terminarás cediendo, recuerda que en cualquier momento puedo decirle a la policía quién eres- Jin Hee  tensó su mandíbula para evitar desquitar su furia sobre esa mujer.

Era cierto, ella podía arruinar todo en un abrir y cerrar de ojos.

So Hyun parpadeó en un vano intento por contener las lágrimas, le dolía que el padre del pequeño bebé que estaba esperando la despreciara de esa manera.

Jin Hee estaba furioso con el mismo, había cometido un error grande e incorregible, pero de algo le tenía que servir.

-Bien te propongo algo...-

Busan, 27 de Enero de 1998.

Se escucharon los primeros gritos de aquel pequeño niño. Cansada por el extenuante esfuerzo de dar a luz,  So Hyun cerró los ojos mientras cargaba a su pequeño bebé. Escuchó la puerta abrirse pero no le dio mucha importancia puesto que había enfermeras por ahí.

-Recuerda lo que acordamos- Dijo el desconocido ahora no tan desconocido. Jin Hee se encontraba a escasos metros de ella, los miraba con asco. So Hyun ignoró ese gesto grosero y asintió.

-Bien, lo sé, nos casaremos y mantendrás a nuestro hijo, si si ya se que parte me toca- aclaró So Hyun.

-Eso espero, y que te quede claro, los odio, a los dos- fue lo último que dijo Jin Hee antes de salir por la puerta.

-Yo te amo- susurro en voz baja So Hyun derramando una pequeña lágrima.

El famoso acuerdo entre Jin Hee y So Hyun  acordaba que ella solo sería su *chivo expiatorio* para que él pudiese llevar una vida "normal" y así nadie sospechara del empresario exitoso, ¿Quién sospecharía del dueño de la compañía D.O.L teniendo una esposa inocente y bella de buena familia y aparte con un niño pequeño?  eso ayudaría a Jin Hee, pero a Soo Hyun  ¿En que le favorecía ser usada de esa manera? pues ella salía favorecida porque tendría una familia, y  un esposo que la mantendría junto con su bebé aunque no la quisiese.

Si, ese pequeño era Kino

Ella había aceptado porque no quería que su pequeño Hyun Gu creciera sin un padre, mas nunca se detuvo a pensar lo perjudicial que podría ser para ambos en un futuro.

Como si no fuera suficiente su desgracia, se enamoró.

InocenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora