-Kino ¡Despierta!- medio grito Yuto, sobresaltando al castaño. Con un respingo Kino se despertó y observo enfadado a Yuto.
Pero su enfado no duro mucho cuando vio que Yuto estaba manejando sin dejar de observar el retrovisor, Kino miró hacía atrás para saber que era lo que mantenía a Yuto tan preocupado.
Mas que Yuto; Kino sabía perfectamente quienes conducían así como sabía quién era el que los había mandado
Ese maldito Audi Negro los iba siguiendo quién sabe desde cuanto. Kino se asustó.
-¿Que estás haciendo?-
-Cállate Kino-
Yuto realmente no sabía que estaba haciendo, necesitaba actuar rápido pero su cabeza era todo un lío.
-Déjame manejar- pidió Kino totalmente cegado por los nervios sin darse cuenta que prácticamente era imposible.
- Cállate y sigue mirando atrás. ¿Todavía nos sigue?- Yuto se preocupo mas por manejar correctamente que en ver retrovisor.
- S-sí, más rápido, presiona el acelerador- Kino se estaba desesperando y eso no ayudaba a Yuto
-Lo sé maldición, solo haz lo que te diga- Kino estaba un poco aturdido pero decidió hacer caso omiso a sus nervios y tranquilizarse- En los asientos de atrás hay un cojín que está en falso, levantalo y saca la maleta roja, ábrela- Kino estaba haciendo todo tal y como se lo pedía Yuto. Grande fue su sorpresa al ver las pistolas y cargamentos que Yuto traía consigo pero sin perder más tiempo las saco.
-Listo ¿Ahora qué?-
-Pásate al volante y dame una pistola- Kino sin titubear tomó el volante mientras que Yuto sacaba medio cuerpo por la ventana.
La adrenalina corría por el cuerpo de ambos, Kino sentía que en cualquier momento desfallecería ahí, sin embargo siguió con su vista al frente presionando el acelerador al tope.
Yuto por su parte tomó la pistola en sus manos y quitándole el seguro a la pistola disparó. Su intención no era matar a alguien, solo quería hacer que los perdieran de vista por un momento para así tener la oportunidad perfecta para escaparse.
Disparó una vez sin lograr su cometido, la segunda vez tampoco lo logró, a la tercera y con una puntería casi perfecta disparó, a diferencia de las otras veces esta dio en el blanco impactando en un neumático haciendo que el famoso audi derrapara.
Fue entonces cuando Kino presiono el acelerador y metiéndose entre calles por fin había logrado salir de ahí.
-¿Cuánto tiempo nos tomará llegar a Myeong-dong?- preguntó Kino retomando su camino nuevamente.
-Probablemente cinco u ocho horas- respondió Yuto metido en sus pensamientos.
-Bien, descansa, yo manejo- fueron las últimas palabras de Kino que escuchó Yuto pues la adrenalina que recientemente había experimentado lo había dejado agotado así que pasándose a los asientos de atrás, se acomodó y poco a poco cayó en un profundo sueño.
Kino vio como el mayor yacía dormido en la parte de atrás, aparcó el carro a una orilla de la carretera y vio por cinco minutos dormir a Yuto.
Observó su afilada quijada y su alto mentón, al igual que observo sus ojos cerrados y el compás de su suave respiración.
Kino se preguntó cómo podía existir un ser con tal belleza, para él yuto era un hombre muy bien parecido que fácilmente podría estar en las fantasías de cualquiera. Una sonrisa inconsciente apareció en el rostro del castaño al observar como el mayor hacía unos pucheros mientras dormía lo cual lo hacían ver adorable a su parecer y a su vez haciendo saltar locamente el corazón de Kino en su pecho.
Nuevamente Kino se acomodó en el asiento del piloto y se puso en marcha a Myeong-dong. Tenía la esperanza de que al llegar a allí, hubiera alguien que los pudiese ayudar.
******************
Probablemente ya eran la dos o tres de la mañana cuando arribaron a Myeong-dong, el horario les había sentado bien pues realmente casi todos estaban dormidos y no les prestarían atención dos chicos.
Kino observó nuevamente el retrovisor para ver a Yuto perdido en sueño; ver así al mayor le daba mucha ternura (la cual jamás demostraría) y se preguntó si debía despertarlo o sería más cómodo (para ambos) dejarlo dormir pues así aprovecharía para despejar su mente.
Al final Kino optó por la segunda opción y estacionando el carro en un lugar un tanto solitario, recostó el asiento del copiloto y se acomodó en el.
Su mente le estaba jugando malas pasadas, pues después de todo a Kino no le podría gustar Yuto, se convenció a sí mismo que las corrientes eléctricas que sentía cuando el pelinegro lo tocaba se debían a todo el estrés al cual estaba sometido y que el mayor no causaba ningún efecto en él.
Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando el pelinegro se removió en su asiento, despertandose Yuto se talló los ojos y cuando Kino sintió que Yuto lo buscaba con la mirada decidió fingir que estaba durmiendo cosa que no le costaría tanto.
Yuto se pasó al asiento del piloto sin decir una palabra pero tampoco sin encender el motor, Kino sintió la mirada de Yuto posarse en él.
Yuto estiró su mano para tocar al menor, paso suavemente su mano por sus delicadas facciones. Tanto a Yuto como Kino les recorrió una corriente eléctrica, Yuto se acercó un poco más a Kino aspirando su aroma suavemente le dejo un beso en la mejilla. Gesto que ni Yuto entendió pero lo dejó pasar pues el creía que Kino no era consciente de aquello.
Kino por su parte al sentir los suaves labios de Yuto se sonrojo pero agradecia que que estuviera lo bastante oscuro como para que el pelinegro se diera cuenta. Lo siguiente que supo Kino fue el sonido del carro ponerse en marcha.
Ambos estaban cansados física y emocionalmente, tenían que solucionar pronto eso o tendrían graves consecuencias.

ESTÁS LEYENDO
Inocente
FanfictionKino es culpado de un asesinato ¿podrá demostrar su inocencia? *contenido homosexual, si no te gusta no lo leas. *Se prohíbe cualquier adaptación y/o plagio. *Historia original