- No- Le dije a Eric quien seguía plantado encima de mi moto.
- Por favor no seas así... sólo quiero hablar.
- ¿No entiendes que no quiero saber nada más de ti?
- Alexandra por favor, sé que no tengo derecho pero solo te pido cinco minutos, hay algo que debes saber.
- Te doy cinco minutos, ni uno más- Me apoyé en la moto y me crucé de brazos- Empieza.
Le costó arrancarse y en vez de cinco minutos fueron veinte. Me contó toda la historia con su ex, todo lo relacionado con la droga y recalcó que lo del otro día fue un momento de debilidad porque aquella chica fue su debilidad y de tanto alcohol al verla le pareció volver por un momento al pasado.
- Sé que no tengo derecho a que me perdones pero solo quería que supieras que todos tenemos un pasado y una debilidad, ella lo fue en su momento y el otro día me sentía tan mal que sentí volver al pasado por un momento y volver a ser aquel imbécil que fui.
- Aprecio que seas sincero y que me hayas contado esto, pero no cambia nada.
- Solo te pido que no me borres de tu vida, por lo menos no del todo. Te dejaré todo el tiempo que quieras pero te necesito en mi vida, en la forma que tú decidas.
- Vale.
- ¿Vale?
- Sí... solo dame tiempo para hacerme a la idea y procesar todo lo que ha pasado, después podremos ser amigos- Dije sacando el casco de asiento- Ahora me voy, necesito llegar a casa.
- Háblame cuando quieras.
- Nos vemos.
¿Por qué soy tan estúpida? Debería haberle dicho que no podíamos ser amigos ¿Cómo iba a ser su amiga? Imposible. Había una atracción entre los dos imposible de borrar y menos si lo iba a tener de amigo, pero al verlo tan mal y después de explicarme todo aquello sentí que no podía negárselo. Al llegar a casa como siempre Dani no estaba y Noa estaba en medio del salón encima de una esterilla haciendo unas posturas de lo más raro.
- ¿Qué haces?
- Yoga- Dijo antes de levantarse para ir a la nevera a por agua- Ahora explícame... ¿para qué cojones tienes móvil? ¿dónde estuviste ayer?
La hice sentarse en el sofá y se lo expliqué todo, como me sentía, lo que pasó con Eric, como acabé la noche en casa de Thiago y como estaba hecha un desastre.
- Si se te ocurre volver a emborracharte sola para ahogar las penas te mato, eso lo primero. Lo segundo es que no me esperaba eso de Eric y apoyo al cien por cien tu decisión. Lo tercero es que necesitas estar sola. Thiago es muy bueno y guapo a rabiar pero tú no te puedes meter ahora en otra relación, date un tiempo de luto. Un tiempo para pensar.
Noa tenía razón, necesitaba tiempo para pensar y para volver a distribuir mis sentimientos donde per tocan, necesitaba una remodelación de mi interior y no podía hacerlo si dejaba entrar a Thiago a mi vida de la forma que él quería.
Las navidades ya habían pasado y fin de año lo quise celebrar sola con mi familia, ni salir de fiesta, ni beber, ni nada. Sólo la familia, necesitaba descansar la mente y aquella era la única forma.
Después de todo aquello pasé unas semanas bastante extrañas. Con Eric hablaba de vez en cuando pero siempre por móvil, no nos volvimos a ver, no estaba preparada. Con Thiago cada vez era mejor, me lo pasaba genial con él aunque a veces se ponía serio cuando había mucha faena o alguna reunión importante. A veces quedábamos alguna tarde para hacer algo o ver alguna película o simplemente para charlar, buscábamos cualquier excusa para juntarnos por las tarde, siempre y cuando no tuviera inglés. Hablando de eso últimamente la relación con Joel iba de perlas desde que Nahuel (aquel chico que también va a nuestra clase) se juntaba con nosotros volví a recordar cuál era su encanto aparte de que es asquerosamente guapo. Y no, no es lo que estáis pensando, es que por suerte o por desgracia aún no lo sé, se me habían cruzado en la vida tres chicos con los que cualquier mujer estaría más que dispuesta a pasar una noche entre sus sabanas. Cada uno con su encanto y yo con tan poquito que me costaba entender que es lo que veían en mí.
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Un príncipe para Alexandra
Novela JuvenilAlexandra es una chica de 21 años, normal, sencilla. Vive con Noa y Dani sus dos mejores amigos en un piso en el centro de la ciudad. Trabaja de cajera en un supermercado y le gusta. Tiene una familia estupenda y se considera un persona feliz. Su ún...