COMO UN JUEGO DE LEGO

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Vamos por la vida encajando piezas de distintos tamaños y colores para ir armando cosas, para ir soñando un sueño de vida. 

Como un juego de Lego. 

A medida que aprendemos, armamos mejores cosas y usamos las piezas de otra forma y a veces sobran y faltan piezas. No siempre nos gusta lo que armamos y decidimos desarmar y volver a empezar. 

Como un juego de Lego. 

Otras veces, súbitamente nos encontramos con que se nos rompe por accidente o tu hermano mayor le da una patada a tu obra.

O peor aún, que esa o ese que tanto quieres le dio una patada y se fue. 

Como un juego de Lego. 

Y te pones a llorar viendo las piezas sueltas y las figuritas de personajes regadas sin sentido

 en el cuarto.

Como un juego de Lego. 

Pero es entonces que a veces nos olvidamos que en la vida, como en el juego de Lego, puedes dejar de llorar lo derrumbado y volverte a divertir armando y recolocando los personajes en escena. 

Que siempre agregaras y perderás piezas y personajes, pero nunca debes dejar de armar y soñar; Nunca perder las ganas de jugar. 

Como un juego de Lego. 

Y a mi no hay nada que me hiciera sentir más feliz que jugar con un Lego. 

Yo no se que harás tu. Si te quedarás llorando viendo las piezas regadas. Yo voy a jugar Lego  por el resto de mi vida, armando, desarmando. Soñando, llorando y riendo.  

Como un juego de Lego.

Escondido en palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora