Escondido en palabras

DESAPEGO

No soy nada de lo que me rodea

No soy mi carro, mi casa,
sin ellos sigo siendo yo.

No soy ropa, mi comida,
sigo siendo yo con el zapato roto
y el estómago ardiendo en hambre.

No soy divorciado, soltero o viudo.
No soy el segundo apellido de nadie
ni los orgasmos que me produces
ni los que produzco yo.

No soy mis hijos, ni mis padres ni mis hermanos.
Si los pierdo seguiré siendo yo sin saber quien soy.
Soy yo sin foto familiar.

No soy lo que quiere mi madre,
lo que dice mi chica.
Ni siquiera soy lo que dice mi hijo
cuando expone quien es su papá.

No soy heterosexual, homosexual,
transgenero, ciudadano o residente.
No soy de los buenos ni de los malos.
No soy ninguna etiqueta
que me cuelgue del cuello
para asignarme calificativo,
que produzca apoyo o rechazo.

No soy ni la vida mía,
efímera como las montañas.
Soy el vacío que me acompañará
a abrazarme con la muerte.

No soy mi nombre que
me lo pusieron sin consultarme.
No soy mis apellidos porque
no soy propiedad de mis padres.

Soy más el reflejo del espejo
que quien se para frente a él.
Mis carnes y huesos no son más YO
que el aire que inhalo y exhalo.

Soy sólo lo que no encuentro
que debe estar dentro de mi.
Y si está dentro de mi,
puede que tampoco sea eso.

Dentro de mi soy
luz y oscuridad.
virtud y mierda,
amor y odio,
o incluso nada de eso soy.

Ni siquiera soy
el que escribió esto.

No soy el que era ayer;
el que seré mañana,
ni el que escribe ahora,
porque cuando termine de escribir,
ya lo escrito será pasado.

Sin ser nada soy todo
y en el caos encuentro el orden.
Y cuando dejo de buscar quien soy
soy feliz por no encontrarlo.

Porque al encontrarlo
ya no seré yo.