Poder y Gloria #2 - Sobrecarga Máxima

Portal

Humanos, significado de inmoral, estupidez, cobardía, deshonra, desgracia, significado de basura. Tuvieron líderes que por las batallas que libraron para defender a su nación, descendieron al escudo del ahora muerto Luzbel. Que nombró a un sucesor, Lucifer, muerto por Miguel en un intento de destruir a los primeros humanos. Líderes humanos que han defendido a su gente. Leonidas, Menelao, Agamenon, Aquiles. Líderes fuertes como ellos, que por su astucia y su fuerza, se ganaron un puesto entre las filas de BlackJack. Líderes débiles como Cleopatra y como Hitler que fueron lanzados a los abismos por sus actos. Sus últimos instantes de vida fueron al borde de un mar de fuego. Inútiles.

BlackJack me tiene a mí, tiene a Saurom, dieciocho legiones de caídos, dieciocho legiones de demonios, a las dieciocho mejores legiones romanas, griegas y egipcias, mayas, aztecas e incas, dieciocho de cada una de esas culturas. Seres creados por Saurom y por mí, otras veinticuatro legiones de cada una: minotauros, centauros, sátiros, cíclopes, chacales bípedos, el más famoso de ellos: el general Anubis, y por último, velocistas, veinticuatro legiones de velocistas que nos darán una buena ventaja contra el enemigo. Titanes de agua, de tierra, de fuego, de aire, de vida, de muerte. Sus supuestos dioses son titanes controlando cada una de las cosas que hay allá arriba, liderando ejércitos enormes en contra de los asentamientos celestiales. Destrozandolos uno a uno, regresándolos al paraíso, ese mismo que casi destrozo hace ya casi 6020 años, Quintus bajó en la época romana para supuestamente salvar a los humanos, Shadow y Ventus adquirieron formas romanas y lo asesinaron cuando alcanzó los 33 años. Quintus está muerto, Deus está solo. Quintus fue denominado Jesús y Deus, Dios. Inútiles. El abismo de BlackJack no pudo ser tapado y ahora es una especie de cráter ubicado en América central, la leyenda indígena, la ciudad de oro: El dorado, la ciudad no existe, en donde debería estar, está nuestro abismo, albergando a seiscientas legiones, todas parte de BlackJack. Los titanes no están con BlackJack, ellos trabajan por su cuenta.

Adán falleció y descendió al infierno, cambió su nombre a Satán, el nuevo líder del escudo, ha reclutado a al menos dos mil legiones para su ejército, esas más las cuatrocientas que Luzbel ya tenía y las seiscientas que Lucifer reclutó.

Argthor y la 501 siguen en BlackJack. Adán ha elegido una nueva mesa de élite y ha hecho más estrictos los entrenamientos de la guardia real, la roja y la negra.

Siento la necesidad de subir y ver qué hay de nuevo allá afuera. Me dirijo al tope del abismo y las montañas que rodean siguen altas, el abismo no es tan grande para albergar a todas las legiones, así que algunas se asentaron afuera de él, en la parte de arriba, un valle grande, rodeado por un muro de piedra, natural, no lo construimos nosotros, con vista al cielo azul, beneficioso para ellos. Con una gran cueva que sirve como entrada al mundo de afuera.

Escucho un ruido en la cueva, me dirijo a él, junto a Hunter, que aún carga con la cabeza de Gabriel, colgando del casco en una cadena, que se sostiene del lado derecho de su cintura y juntos entramos a ella.

—¿En donde diablos estoy?—Un humano, enojado, sentado, con un pedazo de papel y un casco amarillo con... esa no es una llama. No sé lo que sea, pero posiblemente nos encuentre. Ha encontrado la entrada a nuestra base.—Estúpido mapa. Este lugar no aparece aquí. Entonces... seré una leyenda, seré rico, seré recordado.—se levanta y se adentra a la caverna.—¿Qué? Ahora la linterna no tiene batería.

—¿Qué es una linterna?—Me pregunta Hunter.

—¿Qué son las baterías?—Le respondo con otra pregunta.

—Perfecto. Hay que acercarnos.—me propone.

—No. Tú quédate aquí, yo saldré a ver.—Me levanto de la roca en la que nos habíamos ocultado y me paro a dos metros en frente de él.