Capitulo 13: El peso de la familia.

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Matt estaba comenzando a creer que aquella noche seria muy larga. Primero la visita de Crista le impidió dormir, luego había sorprendido a los chicos espiando a Crista y Tobby por el ojo de la cerradura. El brillo que se filtraba por la puerta le impedía dormirse, y ahora alguien golpeaba su puerta interrumpiendo sus intenciones de dormir.

Miró por debajo de la puerta al resplandor rojo que se asomaba, intentó recordar a quien le pertenecía pero el sueño le impedía recordarlo con claridad.

-Pase- a esa altura estaba derrotado, haciéndose a la idea de que no lograría dormir esa noche, mientras alguien abría su puerta, Matt se ponía un short deportivo y buscaba con la mirada su playera.

Elena asomó su cabeza por la puerta y buscó con la mirada alguna señal de que el muchacho estuviera acompañado.

-¿Puedo pasar?- preguntó.

-Si- se sintió sorprendido de verla allí, sin gritos de por medio y se preparó para un posible ataque mientras  buscaba debajo de la cama su playera.

-¿Donde carajo te tiré?- pensaba.

-Toma- Elena al escucharlo buscó con la mirada su camiseta. La encontró debajo del Buró y se la pasó.

-Gracias- dijo poniéndosela rápidamente y se sentó en la cama, Ella permanecía de pie frente a él con los brazos cruzados.

-¿Estas merodeando por aquí?- pensó ante el silencio de la chica.

-No, bueno no lo estaba hasta que me llamaste- lucia algo nerviosa, se rascaba el brazo una y otra vez.

-¿Sucede algo?¿Tobby esta bien?- estaba confundido por aquella visita a las 1 a.m., una visita que no involucraba gritos y malas miradas.

-No, nada de eso. Yo venia... Quería.. Por lo de hoy... Necesitaba..- balbuceó.

-¿vienes a pelearme por defenderte?- preguntó. No le sorprendía que lo regañara hasta por respirar.

- Vengo a agradecerte y a decirte... que lamento no ser agradable contigo porque... parece que eres buena persona- aunque soltó aquello de golpe se notaba que le costaba decirlo en voz alta.

Matt se esperaba todo tipo de insultos hacia su persona de parte de la rubia, pero no una disculpa.

-¿Estas bien?- preguntó sorprendido.

Ella rodó los ojos.

-Estoy bien, solo que ahora eres familia- hizo un gesto con la mano para restarle importancia, aunque para él esa disculpa significaba que al fin podría estar en paz con todos y no sentir que dividía el grupo.

-¿No llevamos siendo familia desde hace como un mes?- no quería presionarla, pero era inevitable que se pusiera a la defensiva, tentando demasiado a su suerte y a la paciencia de la chica.

-Si, sobre eso... siento no poder lamentarme tanto por la forma en la que te trate desde que llegaste ¿Entiendes? Pero ninguno de nosotros esperaba que llegases algún día-ella también estaba a la defensiva.

- Lo se...-

-Se que aunque fuiste elegido por un traidor, no es tu culpa todo lo que el le hizo a la mamá de Sarai, a sus amigos, ni que sea un asesino; y que a estas alturas ya debe estar muerto, sino tu no estarías aquí con nosotros y que yo no tenia derechos a no confiar en ti- le había costado reunir valor para hablar y luego ya no pudo detener el vomito verbal, sin ser plenamente consiente de lo que decía.

-¿Como dices?- algo en sus palabras hizo que el la detuviera. Elena vio como la muralla que el había estado construyendo en su mente caía de a poco, dejándola entrar a sus pensamientos nuevamente. -¿Mató a alguien de su generación?-

Diamante NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora