Capitulo 35: Tiempo de cambios.

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-¿Estas bien?- le preguntó Matt sentándose junto a ella.

La había visto entrar al laberinto y supo de inmediato que ella no se sentía bien, su brillo había comenzado a oscurecerse, casi hasta el punto de parecer bordó en lugar de rojo.

-Si- respondió, pero era evidente su tristeza.

-¿Entonces porque tienes esa cara triste?- le preguntó resaltando lo obvio.

-¿Tanto se nota?- le preguntó y el asintió, el lo notaba mas que nadie, lo notaba en su alma - me doy cuenta de que llevo años aquí, y nunca los vi trabajar así- respondió con su mirada en el piso, su voz detonaba una profunda tristeza.

Estaba sentada en unos almohadones y apoyaba su cabeza en sus rodillas.

-¿Así como?- preguntó el confundido.

-Juntos, siempre era yo la que buscaba las soluciones junto a Joshua- le dijo sintiéndose frustrada por todo lo que nunca pudo lograr.

-Desde que comenzaron a pasar estar cosas, Joshua esta todo el tiempo ocupado investigando, tu estabas enferma y nos toco a nosotros aprender a trabajar juntos- le contó él.

-No, no es cierto. Eres tu, desde que llegaste las cosas cambiaron- le dijo y al ver que el negaba con la cabeza continuó- ¡Si, si eres tu!- exclamó, pero ya no con enojo, como lo habría hecho unas semanas atrás- al menos yo creo que si -dijo en voz baja al notar que prácticamente había gritado lo anterior-  nos estas cambiando un poco a todos, nos estas uniendo y lograste que cambiaran nuestras formas de pensar y de trabajar- dijo lo que llevaba pensando y sintiendo desde hace dias, pero no había reproche en sus palabras, ya no.

-Yo no soy especial para nada- le dijo cabizbajo por un minuto - bueno no mas especial que todos ustedes aquí- jugó chocando su hombro con el de ella y sonriéndole de lado, intentando restarle importancia al asunto.

-No es cierto, tu eres completamente diferente a todos nosotros, en el buen sentido claro- aclaró esto ultimo- y me siento estúpida en muchos aspectos porque tu me caías muy mal- murmuró apenada.

-Lo se, pero tu tenias tus razones, aun las tienes y ya no me tratas como a un criminal de guerra- expresó abriendo los ojos con asombro.

-No te acostumbres- jugó ella y le devolvió el gesto de chocar su hombro con el de él.

-No creo que seas estúpida- le dijo tras meditarlo un momento- estabas asustada, igual que todos, hacías muy bien en desconfiar, despues de todo no sabían nada de mi- intentó justificarla a pesar de que ella negaba con la cabeza.

-No es cierto, ni yo misma puedo justificar lo que hice. Desde el primer momento en que abriste los ojos vi tu mente, me hundí tan profundo como pude en ella buscando una sola señal de que fueras peligroso- confesó mordiéndose el labio, de repente se sentía nerviosa, insegura de como manejarse frente a el- yo sabia que estabas asustado, rodeado de extraños y no hice nada para hacerte sentir mejor, seguia aferrada a la idea de que eras un traidor, aun cuando podía ver el miedo en ti- había dejado de hablarle directamente a el, era como si estuviera pensando en voz alta, reprochándose a si misma su error, algo que antes ella no era capaz de hacer frente a nadie mas que Joshua y Sarai.

-No hagas eso- le pidió cabizbajo, sintiéndose un completo idiota.

-¿Que cosa?- le preguntó ella.

-Culparte de todo, independientemente si estas relacionada o no con el cambio de actitud por el que están pasando todos, nunca fue tu culpa la falta de participación o comunicación entre todos, no puedes seguir reprochándote por todo, no cuando la culpa es de todos- le dijo y ella solo hizo una mueca, sin encontrar las palabras para responder a aquello que el decía.-Eso ya no importa, porque ahora tu sabes que puedes confiar en mi, en Sarai, en Tahiel, puedes confiar en todos nosotros- 

Elena sonrió.

-Es gratificante poder hablar con alguien por aquí- le confesó.

-yo creí que te molestaría que alguien pudiera invadir tus pensamientos-

-En realidad no, es bueno saber que si en algún momento mi mente comienza a jugarme malas pasadas, va a haber alguien que me escuche- le dijo mirándolo a los ojos.

Matt sintió el impulso de abrazarla, pero se dijo a si mismo que no quería crear un momento incomodo.

Elena le sonrió una vez mas y fue ella quien tomó la iniciativa y lo abrazó a él, arrodillándose sobre los almohadones se aferro a su cuello y suspiró.

-Aun sigo aquí- le dijo con una risa tímida.

El se dio con la mano en la frente mentalmente. Debía ser mas cuidadoso.

-Comenzare a apilar ladrillos- le respondió haciendo referencia a la técnica que siempre usaba para esconder sus pensamientos, creando ese muro en su cabeza.

-¡ELENA!¡MATT!- los llamó Hayato, no venia muy lejos, indudablemente los había visto abrasarse pero ellos de cualquier forma se separaron -¡MAKENA VOLVIÓ A ESCAPAR!- gritó llegando junto a ellos, habían tomado la decisión de que la muchacha debía cuidar de el hasta que le devolviera la audición.

En otras palabras la habían obligado a permanecer junto al chino hasta que se hartara y encontrara la forma de hacer que escuche.

-¿Tienes alguna idea de donde pueda estar?- le preguntó Elena olvidando por un momento que no escuchaba. Para su sorpresa Hayato respondió.

-No- dijo.

-¿Ya escuchas?- preguntó Matt frunciendo el seño.

-Si, logro devolverme mi audición despues de la ultima vez que escapó- En las ultimas dos horas, Makena había escapado de Hayato y se había escondido por lo menos tres veces.

-¿Entonces para que la buscas?- preguntó Matt aun mas confundido.

-Sigue sin aceptar mis disculpas por escuchar su conversación y que Felix no escuchará discutir sobre eso- dijo encogiéndose de hombros.

Elena rodó los ojos.

-Búscala tu- dijo negándose a ayudarlo nuevamente ahora que podía escuchar.- ¡Y deja de repetir lo que escuchaste o no te perdonará jamás!-

-En una hora comienza el entrenamiento, si no la encuentras los pondré en el mismo equipo- le informó Matt.

-¿Ahora tu eres el capitán invicto?- le preguntó curiosa cuando Hayato se fue.

-En realidad no, pero Joshua nos pidió a Tobby y a mi que organizáramos los entrenamientos, Tobby nos enseña artes marciales por la mañana y yo organizo juegos por la tarde- le explicó.

-¿Y a que jugaremos el día de hoy?¿Al lobo?- preguntó haciendo referencia al juego infantil.

-No, pero podemos usarlo mañana- ella notó que el hablaba en serio.

-¿Entonces?- preguntó.

-Será sorpresa, no quiero que me acusen de favoritismo- le dijo ignorando su carita suplicante.

Elena frunció el seño y achico sus ojos, se cruzó de brazos y lo miró desafiante.

-Comenzare a apilar los ladrillos- dijo Matt con un falso suspiró.

Diamante NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora