Mi Mejor Amigo (1era Parte)

Él ha cambiado

Unté un poco de helado en una galleta, mientras Dania me miraba un poco confundida, como lo iba a estar si ella ya sabia mis sentimientos hacia Alfonso.

—Bien Cinthya, y dime ¿seguirás siendo su mejor amiga?— pregunto Dania.
—Hay, no me queda de otra. Ya te dije que fue lo que contesto. Y prefiero seguir siendo su mejor amiga... ¡Mierda! No suena nada bonito, mejor me volveré monja.
—soltó una carcajada— Y yo soy una chica educada, querida las chicas dicen eso cuando están dolidas, y nunca cumplen eso.
—¿Y si me cambio de sexo? Quizá encuentre una chica para mi.
—Estúpida, te vas a enamorar de mi. Mejor sigue así.

Ambas reímos sinceramente, ella me hacía feliz. Cuando estaba triste ella me hacía reír con sus tonterías.

—Bueno solo decía— dije riendo.
—Bueno mira veremos cómo actúa contigo, y así veo si lo golpeo.
—¿Golpear?
—Querida ¿acaso no lo has notado?

La mire confundida, a que se refería.

—No comprendo.
—Hay Cinthya, el ya no es el mismo contigo, recuerdo que antes eran muy unidos. Es más el te tenía más confianza, ahora el...
—Es más cercano a ti—dije reflexionando.
—Si, él ha ido cambiando, sinceramente no comprendo la razón, se supone que serían los mejores amigos a pesar de todo.
—Yo menos se porque, pero me dolerá perder su amistad.
—Yo te ayudaré en lo que pueda, y trataré de averiguar que le pasa.
—Gracias Dani, te besaría pero no.
—Esta bien—se separó un poco—  Me das miedo.
—Calmada, mejor cuéntame. ¿Tú y Ricardo algo o no?

Ella sonrió muy emocionada. Me dió más galletas y empezó a contarme, ellos harían hermosa pareja, al menos ella era feliz. Su mejor amigo es solo su mejor amigo. En cambio yo lo veo como algo más.

Al día siguiente

Llegué a la escuela, busque a Dania pero no la ví. Busque a Alfonso pero tampoco lo ví. Me fui directo al salón, no estaban ahí.

—Cin, y ¿Alfonso y Dania?— pregunto María, mi compañera. Me llevo bien con ella.
—Nose, creí que estarían aqui pero, ya veo que no.
—¿Puedo hacerte una pregunta?
—Este... Si claro.
—¿Son novios Alfonso y tu, o Dania y Alfonso?

Quedé muda, nadie me había echo una pregunta así.

—Pues mira mi uno ni el otro. Los tres solo somos amigos y no hay ninguna relación entre nosotros.— contesté.
—Perdon si te incomode, es que parecen.
—¿En serio?
—Si, y pues se dicen amigos y pues solo quería saber.
—Bueno pero ya sabes que no...

Ví entrar a Dania y Alfonso. María se fue a su lugar y yo fui con mis amigos.

—Crei que no iban a venir— dije.

Saludé a Dania y enseguida a Alfonso pero lo note raro.

—Cinthya es que se me hizo tarde. Y en el camino me encontré a Alfonso.— explico Dania.
—Bueno.—No sabía que decir.

Alfonso me miro.

—Cinthya— habló Alfonso.— Porque tan callada.
—¿Yo? No como crees.
—Claro que si, pero bueno hay tú.

No me dejó decir nada y se sentó. No comprendí que era lo que le pasaba. Mire a Dania ella estaba igual de confundida. Me iba a decir algo pero, llegó la profesora y no hubo oportunidad.
Me senté, Alfonso estaba enfrente de mi, tenía que saber que le pasaba. Arranque un pedazo de hoja y le escribí algo:

Alfonso te noto raro, dime ¿pasa algo? Sabes que somos los mejores amigos, confía en mí.

Se la puse en su butaca, el la agarro después ví que escribía algo, puso la hoja en mi butaca leí lo que decía.

Nada, ya te lo dije. Así que no sigas molestando con eso.

Eso realmente me molesto su respuesta pero esto no quedaría así.

Alfonso, ¿porque eres así? Te estás portando raro conmigo, si tienes un problema dímelo. Se supone que estaba todo bien entre nosotros.

Se la di, estaba nerviosa no quería que me lastimara su respuesta. Me dió de vuelta el papelito, me corazón estaba acelerado.

Maldita sea, ¿no entiendes? ¡nada! Y si estamos bien. Se nota que estamos bien. No me pasa nada y ya deja de molestar.

Idiota ahora si me estaba enojando y a la vez destrozando.

Bien, como digas. Cuando estés de buen humor hablamos.

Se la di y esa sería mi último mensaje. Ví como la rompió en pedazos, se volteo su cara transmitía enojo y me dió los pedazos. Es un echo le pasa algo. Ahora está enojado conmigo, pero espero no se arrepienta.

Era recreo estaba sentada en mi butaca esperando a Dania fue a comprar algo para comer. Yo no quería salir. Algunos compañeros me invitaron a salir del salón pero, sinceramente quería estar sola. Les dije que, invente que me dolía la cabeza y me dejaron. Todos eran muy buenos, por eso me caían muy bien.

Al salir de la escuela fui directo a casa, caminaba sola. Y creer que antes Alfonso me seguía y me hacía reír. Ahora solo me hace enojar•

Llegué a casa ahí estaba mi hermana con su novio— Luis, como rayos ellos han durado años y yo sigo soltera.— los saludé y me senté con ellos, ya que me invitaron a ver una película, aunque me sentía incómoda, se abrazaban y esas cosas. Me fui de ahí así que en mi cuarto hice un dibujo, me di cuenta que mis dibujos desde hace meses reflejaban tristeza.
Tenía que ponerme feliz, aunque sea por un momento. Tenía una coleta, me solté el cabello. Puse algo de música: The Beatles. Realmente amo esta banda. Quisiera haber nacido en su época, así yo no sufriría.
Las canciones hacían que me sintiera un poco feliz, Alfonso ha cambiado. Tengo la culpa, debí haber dejado las cosas así. Si me gusta y lo acepto me gusta Alfonso. Pero, para el solo soy su mejor amiga. Demonios, tengo que hacer algo para olvidarlo. Si por mí fuera le dejaría de hablar, pero sinceramente no puedo. Es muy difícil. Si por mí fuera me iría lejos de aqui, pero tampoco puedo. Me acosté buscando muchas soluciones pero no había ninguna, me canse de buscar soluciones y me quedé dormida. Soñé algo hermoso. Estábamos Alfonso y yo en un parque agarrados de la mano. Demonios ni en mis sueños dejo de pensar en él. Después de eso ya no pude dormir, rayos.

—Vida mátame— caían lágrimas de mis ojos, pero por ya no poder dormir.

Aproveche para pintarme las uñas y ensayar un peinado. Quería verme bonita, se que principalmente era para Alfonso, aunque también lo hacía para sentirme bien conmigo misma.