Desperté y una mala noticia

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Me veía a mi misma, estaba en una cama conectada a tubos. Era una imagen horrible. No comprendía que me pasó. Solo recuerdo que llovía, mamá me llevaba a la cabaña para olvidar que Alfonso me dejó plantada. Después el carro dió vueltas y vueltas sufrí un golpe en la columna y no recuerdo más.

Estaba en una habitación de hospital, entro una enfermera. Reviso mi cuerpo pero no comprendo como rayos me podía ver a mi misma. Si yo estaba de pie a un lado de la cama.

—Enfermera, ¿me podría decir que está pasando?—pregunté acercándome a ella.

Pero no dijo nada, le seguí hablando pero tal parecía que no me oia. Salió del cuarto. Me ví en la cama, tenía golpes. Escuché que alguien entro, note que era mi papá. Tenía los ojos rojos y tenía puesto ropa negra, él nunca usa ese color de ropa.

—Hay hija, como desearía que estés despierta. Esta mañana enterramos a tu madre...

¿Que? Enterraron a mi...Mamá, que está pasando.

—...Pero tú estás aquí, quiero que pronto habrás tus lindos ojitos. Quiero que salgas de esta prueba. Solo quiero que estés bien. Tú y tu hermana son mis dos mujercitas y las cuídare, se que tu mamá nos va a cuidar desde el cielo. Te vendré a visitar hasta que despiertes del coma.— rompió en llanto.

Mierda, yo estoy en ¡coma! Entonces como rayos es posible que vea a las personas. Pero bueno ellas no me ven a mi. Mi mamá ha muerto y todo en ese accidente. Jamás le hubiera llamado a mi mamá, yo me hubiera ido sola en transporte aunque no se si había en ese día. O al menos hubiera caminado, pero no la hubiese llamado.
Papá salió de la habitación al igual que yo. Camine detrás de él.

—Papá yo volveré a abrir los ojos— dije, pero no contesto.

Se sentó y a un lado de él estaba Dania. Se veía muy mal, me senté a un lado de ella y le toque el hombro. Ella miro hacia mi lado pero note confusión en su rostro.

—Todo va a estar bien.— dije.

Ella no dijo nada se levantó y se dirigió a la habitación. Quería saber qué tiempo ha pasado desde el accidente. Ví a una persona con un periódico, me acerque era miércoles, y el accidente ocurrió el domingo.
Cuánto tiempo más estaré así, yo quiero volver a la vida, quiero reír, llorar, brincar. Quiero estar con mi papá y mi hermana, ahora que perdimos a alguien que amabamos.

Volví a la habitación y ahí me senté. Me mire— eso suena raro— dios se vuelvo a abrir los ojos estaré muy agradecida. Eran alrededor de las ocho de la noche en la habitación estaba mi hermana. Papá y Dania fueron a descansar. Florencia lloraba se veía muy destrozada. Al cabo de unos minutos ella se retiró. En ningún momento apareció Alfonso, era ya las diez pero jamás vino a visitarme solo un compañero de mi salón. Era Matías, era una gran persona. Me caía muy bien. Note que lloró y se fue dándome un beso en la mejilla.
Sentí raro al ver eso.
Para mi fue una noche larga. Solo me miraba a mi misma, pero no sabía cómo volver a abrir los ojos.

Estaba en el pasillo veía a mi hermana con ojeras, quería que fuera a descansar. Ví llegar a Alfonso con una rosa en la mano. Miro a mi hermana él le medio sonrió. Él se dirigió a mi habitación.
Lo seguí, entre y él se sentó a un lado de mi. Agarro mi mano y la beso. Demonios quisiera estar despierta.

—Hay Cinthya.— empezó a hablar.— Todo lo que te está pasando es por mi culpa. Yo no te hubiera dejado plantada ahora estaríamos juntos en la escuela.
Soy un idiota, Javier me aclaro que el llegó al parque, y que el te robo un beso pero que jamás tú lo aceptarás. No debí desconfiar de ti. Ahora se que tu no quieres nada con él. Sabes tenía planeado decirte algo muy importante...

Ahora comprendí porque me dejó plantada, me vio con Javier. Esperen ¿y eso que? Él solo es mi amigo, él me lo ha dicho. Entonces, ¿será que le gusto?

—...Cinthya pero ahora me di cuenta que cometí un error. Me hice novio de Viviana...

Que pendejada acaba de hacer él, me dolió el corazón.

—Y te tengo que confesar algo... No se porque me hice su novio yo solo me he enamorado de una chica muy linda, comprensiva. La cual poco a poco se ganó mi corazón. Yo nunca se lo he dicho y eso me duele. Me enamoré por su forma de ser, su sonrisa, su gran carisma, su lindo rostro. Ella me hace sentir feliz con solo verla. Esa chica es como un ángel. Me enamoré de la mejor del mundo...

Ojalá esa chica sea yo pero, se que es alguien más. Que suerte ha de tener.

—Esa linda chica de la cual me enamoré se llama...

No quería oír el maldito nombre de la chica de sus sueños. Salí corriendo de la habitación. Eso que dijo era hermoso. Pero no soy yo, entiéndelo Cinthya no eres tú.
Me senté en una banca, veía las personas pasar pero, nadie me veía a mi. Empecé a cerrar los ojos, sentí que perdía la noción del tiempo y espacio.
Empecé a abrir los ojos lentamente, lo primero que ví fue a Alfonso que lloraba pero al verme sonrió y me abrazo. Llamo a los doctores. De nuevo estaba de vuelta a la vida.
Intenté moverme un poco pero, no podía mover mis piernas. Pensé que era a causa de haber estado en coma. Entraron los doctores y sacaron a Alfonso. Me empezaron a revisar.

—Doctor— dije débilmente.
—No diga nada, está débil. Mejor descanse señorita.
—No doctor, es que no siento las piernas, ¿eso es normal?
—Al parecer si... Pero... Le realizaremos una radiografías para saber qué pasa...
—Esta bien...

Salió el doctor lo note preocupado, empecé a sentir mucho sueño. Poco a poco me quedé dormida. Desperté, era de día. Mi papá estaba a un lado de mi agarrando mi mano.

—Buenos días, papá— saludé.
—Hola hija.— note algo raro en él.
—¿Sabes porque no puedo mover mis piernas?—pregunte, quería saber mi situación.
—Hija... Si se que te pasa...
—Dímelo.
—Hija recibiste un golpe en tu columna... Y sabes lo peligroso que es... Hija no puedes mover tur piernas ya que...— hizo una gran pausa.
—Dímelo papá, sea lo que sea me tengo que enterar.
—Hija te haz quedado inválida, hija no podrás mover tus piernas.

Ok, eso si es algo terrible. Aunque me esperaba algo así. Pero mi vida ha cambiado.

—Papá, ¿porque la vida es así conmigo?— dije, empecé a llorar.

Papá solo me abrazo.

Me empezó a platicar algo bonito con tal de no sentirme tan mal.
Aunque no pude evitarlo y lloré casi todo el día. Se que me hace daño llorar tanto pero, esto es tan horrible. Mi vida ha cambiado. Hace unos días mi vida era normal, pero yo tenía mis piernas bien con las cuales podía moverme libremente. Me quedé dormida. Ese día me visito Dania, sabía lo que me pasaba pero, ella me hizo reír un poco. Por eso la amo y por eso es mi mejor amiga. Alguien que también me visito ese día y realmente me sorprendió fue Sebastián, desde hace mucho tiempo que no lo veía.

—Me alegro que ya estés despierta— dijo.
—Pues si, pero sin mi mamá.

Él solo me abrazo, eso es lo que necesitaba abrazos de personas que me quieren.

—Cuando salgas del hospital, ¿que te parece si vamos a patinar?— dijo sonriendo.

Yo solo baje la mirada, deje caer una pequeña lágrima.

—¿Que pasa?— pregunto.
—Es que, eso sería algo bonito pero... No podré. Sebastián estoy inválida. Perdí el movimiento de mis piernas.— empecé a llorar.

Dejó de sonreír, ahora se acercó a mí y me abrazo con más fuerza. Mi vida ya no es la misma.

Mi Mejor Amigo (1era Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora