Viviana: la bruja del cuento

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—... Alejate—empuje a Alfonso.

No quería que el siga con sus estúpidos besos robados, este sería el primero que no aceptaría.

—Cinthya... Perdón... Es que...— dijo separándose y poniéndose nervioso.
—¿Porque tienes que besarme? Tú y yo...
—Lose, solo somos mejores amigos...

Se hizo una pausa muy incómoda, solo oí el timbre de la casa.

—Alfonso, te tengo que decir algo...

Bien, ya era el momento. Si me besa que sea siendo novios. Me le voy a declarar, sin importar lo que me diga.

—Dímelo Cinthya.— dijo acercándose a mi.
—Desde hace tiempo yo he querido decir...

Fui interrumpida por Viviana. Si ella caminaba en el pasto de mi jardín, con su voz chillona. No puedo creer que la haya considerado mi amiga, le dije muchas cosas que espero, no las diga.

—Hola mi amor— Viviana había cambiado. Tanto en su forma de vestir como en la forma de hablar, su voz era espantosamente chillona.
—¿Que haces aquí Viviana?— preguntó Alfonso.
—Sabia que vendrías a ver a tu...— me miro de mala forma.— mejor amiga— lo dijo resaltando lo.
—Bien Alfonso, ya que llegó la bruja... Perdón la traicionera... Perdón la zorr... Viviana...
—Perdón, te estás pasando estúpida.
—La que se pasó, fuiste tú. Y tú sabes porque.
—Eres una tonta, admitelo sientes celos...
—Jamás y menos de mi mejor amigo...

Mierda, maldita Viviana arruino el momento. Tenía que confesar mi amor pero, ya no.

—¿Celos?— pregunto Alfonso.
—Si... Pero... No de ti.— dijo Viviana. Lo sabía no le conviene decir lo que ya sabe.— De alguien que ella quiso pero me quiere a mi.— me miro y movió sus labios pronunciando el nombre de Alfonso.
—Llévate a tu novia, y por favor no vuelvas a venir aquí, Viviana.

Alfonso no comprendió nada, Viviana se fue muy enojada.

—Asi que enamorada de alguien más— dijo Alfonso.

No podré ser su novia, para él siempre será la chica de la cual está tan enamorado.

—Si... Es Matías. De él...
—Me tengo que ir...
—Pero...
—Adiós, te veo en la escuela.

No me dejó decir nada, se fue. Quizá nuestro destino solo es ser mejores amigos y nada más.

Entre a casa, poco a poco manejaria bien la silla de ruedas.

Pasó cinco días, era de mañana y ya era el momento de asistir a la escuela, hice trabajos y proyectos. Harías exámenes pronto y así terminaría primer semestre. Pero no sería igual.

Estaba ya en la entrada de la escuela. Acompañada de Dania.
Me llevo hasta adentro, tenía que soportar las miradas de lástima. Algunos solo reían realmente me daba igual.
Al entrar al salón, mis compañeros me recibieron muy bien, bueno no todos. Matías fue el primero en darme un abrazo. Bueno al menos ellos no me miraran con lástima o se burlarían de mi.
Viviana solo me veía, solo me acerco a Javier para que ella fuera detrás de Alfonso. Estoy segura que ella tiene que ver con que Javier haya llegado al parque ese día.

—Gracias chicos— dije.— Los quiero y por favor no me vean con lástima. Puedo hacer muchas cosas... A pesar de estar así...

Viviana solo rió, algunos la vieron de mala forma.

Llegó Alfonso, me dió un rosa— esto de las rosas me estaba hartando— Me dió un beso en la mejilla. Que más quisiera decirte que me enamoré de ti.
Pero Viviana llegó apartando lo de mi. Ahora ella siempre estará en medio de nosotros.
Maldita bruja, ojalá te quemen.

Mi Mejor Amigo (1era Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora