Capítulo 1

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Todo penumbra, llega un ligero sonido de fondo de unos pájaros cantando en la mañana, el sonido de personas que hablan en la calle y las ruedas de los coches retumbando con el roce del asfalto se meten en mi cabeza.
Dejo entreabrir un poco mis ojos, dejando que poco a poco la luz inunde mis pupilas. Giro en la cama para quedar mirando al techo, mi habitacion parece estar cubierta completamente por un manto dorado provocado por la salida del sol. Esta habitación no parece mía, la luz hace que todo parezca un lugar de fantasía, me permito quedar un rato disfrutando de la tranquilidad que me produce el estar con la mente en otro lado hasta que después de quince minutos me zafo de la cama y me dirijo a la cocina.

"Hola, papá" saludo con un cariñoso beso en la frente "Hola, mamá" digo dando un salto hasta ella que está preparado el desayuno.
Mi padre está muy concentrado leyendo el periódico de hoy, me asomo a ojear el titular de la página y como siempre son malas noticias.

"Cariño, ve a ver si tu hermana está despierta" me dice mi madre acercándose a mi mientras se limpia las manos con un paño.

Abandono la sala, para ir a buscar a Sofía, mi hermana de 13 años, mejor dicho, mi monstruo de 13  años. Cuando llego a su puerta me quedo un rato pensando, no se si está despierta así que con mucho cuidado empiezo a bajar el picaporte de la puerta y la abro muy despacio, la habitación está completamente a oscuras, las persianas no dejan entrar el mínimo ápice de luz. Con mucho cuidado de no hacer ruido con los pies me voy acercando y cuando llego a los pies de su cama la encuentro en diagonal con un brazo totalmente estirado por fuera de la cama, el otro cubriendose la cara y sus piernas adquiriendo la forma de bola, me acerco a su cara conteniendo un risa al ver que se le está cayendo la baba empapando su almohada, de verdad que no se como puede dormir con esos hábitos de vampiro.

Me acerco a su oído y susurro "Sofía" me quedo unos instantes esperando una reacción que no llega y repito en tono más alto "Sofi, tienes que despertar"

Me quedo pensando en que podría aprovechar el momento para hacerle alguna broma, lo primero que pienso es en agua y cara pero descarto la idea porque temo que se vuelva salvaje como los gremlis cuando se mojan. Opto por algo más sencillo y decido el abalanzarme sobre ella
Así que cojo carrerilla y salto encima de ella pillandola por sorpresa.

"Creía que habías muerto" la digo cuando me mira con cara de sorprendida.

"¿Pero que coño te pasa en la cabeza?" me dice entre gritos "quitate de encima, me estás aplastando el brazo" se queja.

Yo solo me reía de tenerla debajo de mi intentando salir de mi agarre, espero a que se relaje.

"Solo quería asegurarme de que te despertabas a la primera" y bajo de nuevo al suelo. "Mamá dice que vayas a la cocina, ya vamos a desayunar, no tardes" comento mientras se incorpora en su cama con cara de pocos amigos.

Cuando llego a la cocina mi madre me mira fijamente "¿Por que tantos gritos?" la miro despreocupada "solo pensaba que Sofi había  dejado de respirar" digo riéndome.

"A lo mejor me tengo que asegurar de que tú dejes de hacerlo" aparece Sofi por detrás asustándome

"Hija, no le puedes decir eso a tu hermana, os tenéis que hablar bien" regaña mi madre.

Mientras mi madre está dada la vuelta le saco la lengua a Sofi a modo de burla y ella me responde con una mirada que sentía que me atravesaba y se fue sin decir palabra.

El olor del café recién hecho me llega a la nariz, me encanta tanto el olor como el sabor y disfruto el momento de relajación que me da cuando baja caliente por mi garganta.

"Espero que ya tengais todo preparado para empezar las clases" interrumpió mi padre ese momento.

"Claro que si, ya he encargado a mi camello la marihuana de todo el curso" bromeo y mi padre me lanza una mirada inquisitiva de esas en las que sobran las palabras.

Me quedo pensando mientras jugeteo con la cucharilla en el vaso que ahora está vacio, en que falta poco más de una semana para empezar el curso otra vez.
Salgo de mis pensamientos cuando papa se levanta de la mesa dando un último sorbo de su café y diciendo que se tiene que ir a trabajar.

En Tú MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora