Capítulo 3

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Tres días llevo yendo al mismo banco del parque para ver a esa chica.
Hoy lleva unos vaqueros cortos y una camisa de color blanco con unas tenis a juego. Ha traído el mismo libro todos los días, me pregunto que lee para que en menos de dos segundos su cara cambie de cabreo a felicidad. Su risa es bonita, cuando rie se pueden ver sus dientes que son perfectamente cuadrados y le aparecen unos bonitos oyuelos a ambos lados y tambien se le achinan ligeramente los ojos.

Durante estos días le he estado diciendo a mi madre que salía al parque a dibujar y por eso me llevaba mis materiales, pero en estos dos días solo he podido dibujar a la chica con sus diferentes expresiones, me siento un poco acosadora pero es que ver su rostro es mas entretenido que ver la tele, que es lo que estaría haciendo de no estar en el parque.
Me parece una chica muy peculiar, es extraño, porque siempre está sola y no la he visto hablar con nadie, parece que tiene mi edad pero no se comporta como lo haría alguien de 17 años. Ayer tenía pensado ir a decirla algo pero mi madre me llamó diciendo que la comida estaba lista por lo que me tuve que ir. "Mañana la hablo" pensé.

Estoy nerviosa porque de verdad me gustaría hablarla, pero siento que voy a hacer el ridículo así que sin pensarlo más me levanto, cojo el bloc de dibujo, el lápiz y a paso lento voy hacia ella.
Me tiemblan las piernas y siento ganas de salir corriendo pero no puedo porque sería tan torpe que me caería en el intento. En menos de cinco pasos ya estoy en la base del arbol en el que está apoyada.

"Hola" sale mi voz en un hilo, casi sin fuerza.
La chica levanta la vista de su libro, extrañada por la nueva presencia, me mira a los ojos. Casi quedo petrificada ante su mirada, sus ojos tienen un color como el verde mas puro que nunca haya visto, no encuentro palabras en mi cabeza para describir la sensación que tengo al ver ese verde que es bastante intenso, al haberme acercado veo que en sus mejillas tiene pecas casi imperceptibles, su pelo es castaño claro y le llega a la altura de las clavículas que por cierto están muy marcadas. Me empiezo a parecer a la CIA, analizando así a la gente.

"Hola" me dice con voz dudosa haciendo que  vuelva a mirarla a los ojos.

"Bu...bueno" empiezo a decir, parezco tonta tartamudeando "es que ve...vengo todos los días a dibujar aquí y te...te veo siempre leyendo sola..." no se ni como seguir, esto es muy raro.

Su cara de repente torna a una tímida sonrisa.
"Me he mudado hace poco, por eso estoy sola, no conozco a nadie y por eso paso el rato leyendo" ella también parece nerviosa porque veo que juega con las hojas del libro disimuladamente.

"¿Que lees?" ¡GENIAL! no se te ocure hacer una pregunta más estúpida Elisa, me reprocho a mi misma.

Se queda un rato pensando la respuesta "ni que fuese tan difícil" pienso.

"Te lo digo solo si me enseñas uno de tus dibujos" dice con cierto tono pícaro.

No puede ser, en los últimos dibujos que he hecho son de ella, pienso rápido y recuerdo que el la última pagina del bloc tengo un dibujo de una bonita cabaña en una montaña rodeada de árboles así que rápido le enseño ese paisaje.

Después de un rato mirandolo con mucho detalle "increíble" dice casi en un suspiro "¿Por que no los coloreas?"

"En realidad casi nunca coloreo los dibujos, solo los mas especiales"

Como un trato es un trato coje su libro y me muestra la portada en la que puedo leer el título de Harry Potter y la cámara de los secretos.

"He leído la saga muchas veces, pero este es mi preferido" comenta, ahora mirando ella la portada.

Mi teléfono suena interrumpiendo nuestra pequeña conversación.
En resumen mi madre quiere que regrese porque necesita ayuda con algunas tareas de casa, por lo que me tengo que despedir de la agradable chica de ojos verdes.

"Era mi madre, dice que tengo que ayudarla con unas cosas en casa" digo un poco resignada guardando mi teléfono en el bolsillo trasero de mi pantalón "Pero me ha encantado hablar contigo, podrías darme tu número y así hablamos por WhatsApp, te puedo enseñar un poco la ciudad" recordé que se había mudado hace poco.

"Oh, claro, me encantaría" dice con tono muy amable.

Por no sacar mi teléfono otra vez le doy mi lápiz y cuaderno y le digo que lo apunte en una esquina de la primera página.

"Mi nombre es Yedra, no te lo había comentado" dice devolviéndome el cuaderno "Te lo he apuntado también en la hoja" hace una media sonrisa.

"Nunca he oído ese nombre, pero que pena, porque es muy bonito" digo mientras me voy alejando porque no quiero hacer enfadar a la mujer que me da de comer todos los días "Te escribiré esta tarde" grito, pero demasiado lejos como para saber si lo ha oído.

No se que me pasa con esta chica, pero es muy maja y me apetece conocerla. Ademas que hay que añadir que es muy guapa.

En Tú MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora