Capítulo 12

1.6K 90 2
                                    

Todo estaba yendo bien, los estudios al final no parecen tan complicados como esperaba, las chicas y yo quedamos amenudo, y lo único de lo que me podía quejar era de Yedra. No se que bicho la ha picado pero últimamente no me habla, me evita, y se comporta diferente.
He repasado en mi cabeza algo que haya podido hacer para que se moleste, pero no encuentro nada. A veces se comporta normal y otras le da por ser fría y distante... No se que la pasa, pero esta situación va a tener un punto y final.

Era martes, estabamos en la hora del almuerzo, nos habíamos sentado en corrillo en una mesa del patio, las cuatro y Jefferson con quien nos llevamos bien (el anda detrás de Yedra, parece que todos vemos que le gusta menos ella) el era buen chico, pero a veces no me sentía comoda a su lado.
Estabamos todos hablando animadamente del profesor de literatura, nos estabamos riendo de un extraño tic nervioso que tiene que le hace parpadear los dos ojos con fuerza frecuentemente. Yedra, estaba hablando con normalidad hasta que entré yo en la conversación y de repente se aisló en su mundo, me estaba cansado de su comportamiento.
Se levanta de la mesa diciendo que tiene que ir un momento al baño, y mientras ya tiene casi medio camino recorrido me levanto con la misma excusa.

Entro y el único baño ocupado es el del fondo, me lavo las manos esperando para salga. Cuando abre la puerta se sorprende de verme ahí.

"¿Que haces aquí?"

Me duele lo cortantes que son sus palabras, levanto la cabeza mirandola a los ojos a través del reflejo del espejo.

"Creía que este baño era de todos" la sonrio, pero ella solo me mira con cara de indiferencia y se va al lavabo mas alejado de mi.

Me acerco a ella y me quedo parada cuando llego a su lado.

"¿Me puedes decir que te he hecho?"

"¿De que hablas?" finge que no sabe de que le hablo.

"De tu comportamiento ¿Por qué me hablas así? Últimamente siento que te alejas de mi"

Se me quebra un poco la voz, no me gustan esta clase de situaciones en las que dos personas discuten.

"No se de que me hablas"

Se está comportando como una niña, se que la pasa algo, es la tercera vez que se está hechando jabón en las manos, está nerviosa.

"No te hagas la tonta, si te he hecho algo me gustaría disculparme, pero por favor no estés así, extraño que nos riamos juntas"

Ella simplemente termina de secarse las manos y coje su móvil.

"Jeff pregunta por el grupo que porqué tardamos tanto"

Evade la conversación y pone camino a la puerta y yo la sujeto de la muñeca intentando que no se vaya, en un rápido movimiento acabo contra la pared y ella frente a mi con cara de pocos amigos.

"Tu no podrías entender que es lo que pasa" noto rabia en sus palabras.

Aflojo el agarre de su muñeca "No lo puedo entender si no me lo explicas" intento ser comprensiva con la situación.

"¡Tú! ¡Tú eres lo que me pasa! " dice gritando.

"Yo no te he hecho nada, no lo entiendo"

Se rie de forma sarcástica, no entiendo porque de repente se rie así, sus ojos ahora son de un color verde intenso.

"Efectivamente" dice más calmada "No lo entiendes..."

Se va dejándome ahí como una estúpida, me lavo la cara con agua fría para relajarme. Me miro al espejo practicando mi cara de que estoy bien y vuelvo a la mesa con los demás, llevo la cabeza gacha para no tener que cruzar miradas con Yedra.

Ainara parece notar mi humor, me acaricia la rodilla y susurra cerca de mi oído que si todo va bien. Simplemente asiento.

El resto del día estoy completamente callada, nadie nota lo que pasa y Yedra se comporta como si no hubiese pasado nada en el baño. Tengo ganas de llorar, pero no puedo porque todos están delante.

Al salir del insti, Jeff y Ainara se van por un lado y Sandra, Yedra y yo por otro.
Cuando Sandra también se va, se forma un gran silencio, caminamos al lado sin siquiera mirarnos.

"Yo... Lo siento... "

Dice las palabras tan bajo que casi creí que eran imaginaciones mías.
Quería hacerme un poco la dura, para que note que estoy realmente molesta pero sus palabras me pueden.

"Tú no me has hecho nada, no me he portado bien... tú siempre eres muy buena con migo y yo encima te trato así, no entiendo lo que me a pasado..."

En toda su disculpa no levanta su mirada ni un segundo, se nota que de verdad se siente mal por su comportamiento.
¡Mierda! pienso cuando veo que una lágrima le baja por la cara. Paro en ese instante y la cojo del mentón para que me mire a la cara.

"Hey..." limpio las lágrimas que ahora la empapaban la cara y la dedico una amplia sonrisa "No pasa nada, no me seas llorica"

Ella se tira a mis brazos y me abraza fuerte como si me fuese a escapar. Yo la acaricio la cabeza intentando relajarla.

"¿Cómo puedes ser guapa hasta llorando? Seguro no eres de este planeta" ella rie en mi hombro.

Cuando por fin se despega de mi "La próxima vez que se me ocurra volver a hablarte así tienes mi permiso para pegarme"

La guiño un ojo "No va ha haber una próxima vez"

En Tú MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora