Capítulo 8

1.8K 86 1
                                    

Jugeteo con el teléfono en las manos, no se si hablar a Yedra porque no se como va a reaccionar después de haberse ido así antes. Sería más fácil si al menos hubiese dado alguna explicación...
Cuando llegué a casa esperaba que me hubiese escrito diciéndome porque se fue, pero no lo hizo.
Para quitármela de la cabeza decido hablar con Sandra.

Yo: Hola pequeñaaa!! Tengo ganas de volver a verte.

Princess: Hola bby, yo también quiero vertee :(
I miss you.

Yo: Tu madre te dejaría venir a mi casa un rato? Por favor di que sí, te lo imploro xD

Aún son las siete de la tarde, y Sandra vive a diez minutos de mi casa y yo llevo sin verla por casi dos semanas.

Princess: Mi madre dice que no hay problema.

Yo: Hey Hey Hey, pero no te va a salir gratis... 7w7

Princes: Pide por esa boca, bruja retorcida xD

Yo: Tienes que traer dos tarrinas de helado, el helado es sagrado jajaja.

Princess: Trato hecho, en diez minutos llego.

El tiempo pasa volando y antes de darme cuenta Sandra está llamando a la puerta. Abro la puerta y casi sin darme tiempo a reaccionar se abalanza sobre mi y acabamos las dos tiradas en el suelo.

"Dios, te he hechado tanto de menos" me dice llenando la cara de besos.

"Si... Si... Yo a ti también" digo en tono sarcástico.

"¡SANDRAAA!" la voz aguda de mi hermana se oye desde el otro lado de la casa y se escuchan unos pequeños pasos que vienen corriendo hacia la entrada.

"Outch" dejo escapar con el poco aire que me queda cuando Sofi salta sobre Sandra quién esta encima mio.

Sofi se une al sándwich al igual que hizo Sandra y ahora siento que tengo un pulmón perforado por mis propias costillas del peso que tengo encima.
Mi hermana tiene le tiene mucho cariño a Sandra porque hemos pasado por muchas cosas juntas y es casi como otra hermana.

Después de risas y algún que otro quejido de dolor decido que es hora de despegarse.

"Venga todas para arriba, ya nos hemos saludado todas" digo intentando volver a incorporarme.

Cojo a Sandra de la mano y la llevo hasta mi habitación, al entrar cierra la puerta y se tira en mi cama.
Pierdo la cuenta del tiempo que pasa mientras me cuenta todo lo que ha hecho a cada segundo de las dos últimas semanas.

"Eli, no me dejes hablar tanto, ya te debo estar aburriendo" dice sintiéndose mal porque casi no se ha callado desde que llegó.

"Tampoco me aburres, tú al menos has hecho algo que merezca la pena contar... " dejo la frase en el aire.

"Oh vamos... Algo habrás hecho en estas dos semanas ¿Acaso eres una chica burbuja?"

"Bueno... El otro día conocí a una chica en el parque" y otra vez recuerdo la forma en la que Yedra me dejó en el parque.

Me mira con una cara un poco rara "Explicate" pide porque no entiende.

"No se como explicarte, hace unos días conocí a una chica en el parque, es maja, hoy quedé con ella" resumo lo máximo que puedo.

"Yo también quiero conocerla" Sandra es una chica muy extrovertida y le encanta conocer a gente nueva.

"Tonta, ya había pensado en ti, ya te la presentaré un día" si es que hablamos otra vez.

Mi madre llama a la puerta para invitar a Sandra a quedarse a cenar y ya que está pues a dormir también. Las dos estamos encantadas con la idea, pero el trato era preparar nosotras la cena, así que corriendo vamos a la cocina.

Como no Sofi está con nosotras y entre todas decidimos preparar pizza casera. Traigo delantales para todas porque seguro que nos marchamos.
Empezamos preparando la masa, Sandra que es una torpe en cuanto abre la harina le salpica en la cara demasiado difícil para ella pienso.
Yo estaba cortando las verduras porque no iba a llevar carne y Sofi, bueno, Sofi la verdad es que solo miraba sin saber que hacer.
En el momento de unirlo todo pongo el tomate también casero sobre la masa que tiene forma de huevo porque alguien no sabe hacer círculos, sobre el tomate hecho la cebolla, pimientos rojos y verdes, calabacines y el resto de cosas y por último Sofi hecha una bolsa entera de queso.
Menuda pizza, creo que como nos despistemos cobra vida y salta de la bandeja.

Terminada, la metemos al horno y vamos a esperar al salón hasta que esté lista.

En Tú MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora