3 A la caza

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-¡Boiras!

Grita Ivek mientras desmonta su caballo y saca su arco.

Yo me quedo quieto y comienzo a buscar a las boiras entre la niebla, veo a mis hermanos bajar de sus caballos y desenfundar sus armas.

Rud saca de su espalda una lanza de doble hoja. Con velocidad, agita y mueve su arma al aire evitando que se acumule la niebla y a su vez dispersándola.

Kes desenfunda sus dos dagas cortas, se arrodilla y pone su mano en el suelo.

-Úgy tűnik vadállat.

Pronuncia la chica y la niebla se dispersa, dejando ver a tres criaturas de piel azul oscura con pequeñas escamas en ella, jorobas en la espalda, dos manos con cuatro dedos cada una y unas garras mas grandes que sus brazos esqueléticos.
Un estomago hinchado y tres antenas del color de su piel en la espalda, alineados en la joroba, unos ojos amarillos y grandes, acompañados de una boca ancha con colmillos más largos que sus labios, los cuales sobresalen impidiendo que cierre la boca. 
Una de estas suelta un grito agudo y se abalanza contra Ivek.
Antes de que pueda materializar una flecha la criatura se corta por la mitad. Cuando esta cae al suelo se ve a Feize detrás del cadáver, empuñando su arma.  

-¡Rud!

Grita Feize. 
Mi hermano golpea con la vara de su arma a la segunda criatura. El golpe acierta justo en la cabeza haciendo a la bestia sangrar.
Una sangre azul y viscosa se esparce por el suelo pantanoso. Con la otra punta de su lanza, Rud le corta la pierna a la criatura, esta grita y se lanza contra Kes.
Antes de alcanzarla, Lanc le arroja tres cuchillos los cuales aciertan a su cabeza y a sus dos brazos. 
Con las cadenas atrae a la criatura y separa sus extremidades. 
El tercero se lanza hacia mi. Lo tomo del cuello ahorcándolo. Lo acerco a mi rostro y lo miro con indiferencia. 

-Kes. 

Digo mientras lanzo a la Boira al aire. Mi hermana da un salto y ataca con varios cortes rápidos a la bestia. La pequeña sangriento aterriza y se levanta. 

-¿No podías encargar te tu?

-Yo maté al licántropo.

Digo indiferente y avanzando con mi caballo, lo desmonto y me acerco al cadáver de la primer criatura.

-¿Estas bien Feize?

Pregunto sin preocupación.

-Si, la perra me dañó un poco la armadura.

Dice frotándose el cuello. Saco un cuchillo de mi pantalón y corto las uñas de la criatura, después arranco los dientes.

-¿Piensas venderlos Kard?

Me preguntan.

-No Rud, planeo usarlos de plumillas cuando compre una guitarra.

Respondo con sarcasmo. Mi hermano me mira con enojo y monta su caballo como el resto, termino de recolectar las garras y dientes de las criaturas y me subo a mi montura.

Seguimos el sendero, el bosque se termina y el camino sigue por una planicie con estacas marcando el sendero, debe de ser una granja o un huerto. Continuamos hasta llegar a una taberna a unos kilómetros de la ciudad más próxima.
Una cabaña con techo de paja y un pequeño establo es nuestra actual ubicación, bajamos de los caballos y entramos por esa puerta vieja y de madera podrida. 

-Kard, ¿Quisieras adelantarte y comprar equipo nuevo?

Me pregunta Feize. 

-Estoy un poco cansado,¿Por qué no mandas a Kes?

Sangre EnvenenadaWhere stories live. Discover now