5 Méreg

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Corro hacia ella y detengo su caída al suelo sosteniendo la en mis brazos, veo la flecha en su estomago y ella lentamente cierra los ojos mientras aprieta cada vez con menos fuerza mi brazo. Intenta murmurar algo pero la vida se le va antes de eso.
Una gota de lluvia cae en mi cabeza y antes de que me de cuenta comienza a llover.

Cierro los ojos en señal de respeto, siento como algo vibra en mi bolsillo, lo reviso y es el sello, sus ranuras se encienden en rojo sangre, siento algo. En mis venas. Este aroma, lo he sentido antes, mi sangre se agita, el sello brilla cada vez más.

Volteo hacia abajo y veo a la mujer de ojos abiertos pero completamente negros mirando me fijamente, la suelto rápidamente y ella queda suspendida en el aire unos segundos antes de levantarse sin mover su cuerpo, es como si la levantara una fuerza desde su espalda.

He sentido esto antes.
Su olor.
Su sangre.
Hermana.

Su piel comienza a tornarse gris, sus uñas crecen mientras cambian a un color negro, sus dientes crecen formando colmillos. Con su mano arranca sus ropas y deja al descubierto una muy ligera armadura de color negro, cubriendo sus pechos y debajo de su abdomen, en el centro de este emana una ligera luz blanca.
Da unos pasos al frente mientras se quita la flecha sin ningún problema, la arroja al suelo, al caer, avanza increíblemente rápido al primer guardia y lo atraviesa con su brazo completo, el soldado escupe sangre sobre ella, lo lanza y se abalanza de un salto al siguiente guardia y con sus uñas lo decapita, los arqueros comienzan a disparar desde las torres, ella estira su brazo con la palma extendida hacia una de las torres y sin mover los labios, la torre se derrumba gracias a una fuerza que emana de su mano.
Un soldado trata de atacarla por la espalda, esta se da la vuelta rápidamente y le da un golpe desde abajo con la mano extendida, levantando unos metros al guardia, salta hasta la altura del mismo y comienza a cortarlo con una velocidad impresionante antes de caer, el embiri pierde la vida cayendo despedazado al suelo.
Uno de los guardias, al ver esto, trata de correr, pero es alcanzado por la chica, la cual le salta a la espalda y comienza a morderle el cuello hasta matarlo.
Un tercero le acierta un ataque en el cuello el cual ni siquiera es capaz de cortar su piel, ella toma la espada con la mano y con la otra agarra al soldado de la cara y aprieta con tal fuerza que la hace explotar.
Comienza a masacrar al resto de guardias, yo veo mi espada tirada a lo lejos y corro hacia ella. 

Doy un salto y tomo mi espada, la apunto hacia la chica, la cual acaba de cortar a un soldado por la mitad diagonalmente.
Me acerco poco a poco hacia ella y empezamos a caminar en círculos mientras la lluvia cae ferozmente, ambos nos mantenemos inexpresivos.
Ella se acerca a mi increíblemente rápido, mantengo la calma y me acerco a esta criatura dándole un golpe al costado de su torso, el cual le causa una leve cortada.

Reviso mi brazo y veo tres pequeños cortes cerca del hombro.
Es mucho más rápida a cualquier cosa que me he enfrentado.
Me acerco rápidamente a atacarla por arriba hacia la cabeza, ella esquiva mi golpe y me responde con un corte en la espalda hecho con sus garras.
Giro y extiendo mi brazo con la espada, haciendo un pequeño corte en la cara del monstruo. Corre hacia mi soltando una ráfaga de golpes excesivamente rápidos, todos hacia el pecho, intento bloquearlos pero no lo logro con todos , recibiendo varias cortadas en mi cuerpo.
Se aleja unos momentos y veo que mis heridas han sanado, bien pero.. las de ella también.

Solo los sangrientos y algunos nocturnos sanamos tan rápido. Corro hacia ella y me deslizo por el suelo haciendo un corte en su pierna a la altura de su rodilla, esta se inclina, coloco mi mano sobre su espalda y pronuncio.

-Felrobban.

Una explosión sale de mi mano y arroja a la chica varios metros, dejando una quemadura en su espalda. Se levanta y la herida comienza a sanar.
Ella corre para atacarme de nuevo con sus garras, las esquivo y le provoco una cortada en el abdomen, ella se inclina de dolor y le doy una patada en la cara la cual la arroja unos metros lejos, se levanta y veo que su herida ya ha sanado.
Vuelvo a extender la mano.

Sangre EnvenenadaWhere stories live. Discover now