Capítulo 18

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Despierto y veo el mismo campo de batalla

Todo se repite, avanzo hasta dar con la mujer de blanco

-Estas cerca

Me dice con el cuchillo en su mano

-Tanár está cerca

-¿Cómo lo encuentro?

Le pregunto

-Sigue Rovid, estás cerca

Dice y se clava su cuchillo en el estómago

Despierto de golpe y veo la cama color verde en la que estoy recostado, con las paredes incompletas pero de alguna forma todo se ve muy armónico, con un techo hecho de hojas verdes y cafés, me levanto y me visto, camino hasta la puerta de madera tallada con figuras de hojas. La abro y ando por afuera de mi habitación por los pasillos de mármol blanco combinados con la tierra del bosque, hasta toparme con una gran puerta doble custodiada por dos guardias, me acerco

-¿Es aquí la audiencia con el rey?

Pregunto serio

-Tienes prohibida la entrada 

Me responde uno de los guardias 

-¿Cómo? Vengo a hablar en nombre de los que están fuera del bosque

-Para eso ya hay un representante, no podrás pasar a menos que seas convocado

Me responde sin verme 

-¿Y cuándo se supone que pasará eso?

Pregunto un poco desesperado, el soldado se queda sin respuesta mientras ve al horizonte 

Resignado, me alejo y camino por los patios del lugar, una fuente encendida se encuentra al centro de un pequeño parque con la luz del sol pegando directamente, me siento bajo la sombra de un árbol frente a la fuente, me recuesto y espero hasta que un fruto rojo parecido a una manzana cae sobre mi cabeza, voleo hacia arriba y veo al hombre de la noche anterior, veo sus pies grises y arrugados sobre una rama, me ve y me da una sonrisa

-No esperaba verte aquí

Me dice mordiendo una fruta

-¿Qué haces aquí? 

Pregunto un poco molesto

-Comer, ¿O acaso también eres ciego? 

Doy un suspiro y regreso la mirada hacia enfrente

-¿Para qué me esfuerzo?

Me digo a mi mismo

-No se, quizá sea solo para alimentar tu ego 

Me dice riendo 

-Esfúmate

Le digo de mala gana, volteo arriba y veo que a desaparecido, regreso la mirada y cierro mis ojos un momento

-Sigo aquí

Me dice al lado de mi, doy un ligero salto por el susto, hace años nadie me asusta así

-Por los dioses ¿Qué hice para merecer tal castigo?

-Eres divertido 

Me dice riendo 

-Y tu muy molesto 

Le respondo enojado

-Nunca cambias ¿No es así Rovid?

Me dice en un tono amable y con una sonrisa cálida

-Tu no me cono... espera ¿Qué?

Digo volteando a el, para darme cuenta que ya ah desaparecido, ¿Cómo sabe...? Me levanto rápidamente y me dirijo a la biblioteca

Sangre EnvenenadaWhere stories live. Discover now