Despierto en el campo de batalla gris y con cadáveres al fondo, el cielo es cada vez más oscuro y con tornados en el, soltando de las nubes rayos color purpura.
Camino hasta el centro nuevamente y los cuerpos como la batalla desaparecen.
Me encuentro a la mujer de cabellos amarillos la cual lleva en su mano un cuchillo un tanto extraño, con una forma curva y con picos en la espalda de la hoja, asemejado a una hoz pero sin ser tan curva y carente de un mango tan largo. La mujer me ve seriamente
-Rovid, busca a Tanár
Me dice preocupada
-¿Quién es Tanár? ¿Y por qué me llamas así?
Le pregunto inquieto
-Busca en casa, ahí estará
Me dice llorando sangre
-¿Qué?
La mujer toma la daga con ambas manos y la levanta por encima de su cabeza apuntando se a ella
-El sabrá que hacer
Dice y se clava la daga en el estomago
Despierto y veo al duendecillo acercarse a mi cama lentamente deteniéndose al verme despierto
-¿Qué haces aquí?
Le pregunto sentándome en mi cama, el duendecillo comienza a mover las manos haciendo señas
-(Lo estaba buscando, pero no lo encontré, así que le pregunté a la maestra Ivek y me dijo donde podría estar)
-Excelente
Digo en un tono de sarcasmo
-(También me dijo que le dijera que dijo la maestra Buvez que se levante por que tienen que decirle algo a alguien)
El interrogatorio, ¿Cuánto llevaré dormido?
-Gracias, voy para allá
Le digo al duendecillo, este me mira con una sonrisa esperando algo de mi, lo veo y doy un suspiro, tomo una hoja de la mesa de madera y anoto "Derecho a comer todo"
-Ten
Le digo entregándole el papel, este sonríe y se va de mi habitación, me coloco mi equipo y camino hasta llegar al calabozo, veo que no ha nadie ahí, camino por el pasillo del mismo hasta llegar al fondo, una puerta de hierro negro bastante gruesa con una palanca en forma horizontal abierta, toco la puerta y esta se abre, entro a la pequeña habitación de apenas cuatro gruesas paredes pintadas de negro y velas pegadas a ellas, a mis lados se encuentran mis hermanos Faize e Ivek y frente a mi Buvez, al fondo del lugar se encuentra Ducan sentado en una silla de madera frente a una mesa del mismo material con diversos cuchillos sobre ella
-Kard, que bueno que llegaste, estos estúpidos creen que les diré algo
Me dice en un tono burlón, Buvez toma un cuchillo de la mesa y lo clava en la mano de Ducan sobre la mesa, el nocturno se queja del dolor con ligeras muecas
-Eso fue aleación de plata ¿Quieres qué probemos con el de plata pura?
Le pregunta Buvez refiriéndose a los cuchillos, Ducan le hace expresiones de enojo
-Vamos otra vez, ¿Por qué querías despertar al ejercito de no muertos?
Le dice
-Corrección, quiero, despertar al ejercito
La bruja le saca de golpe la lamina, a su vez el nocturno se queja de dolor
-Estoy comenzando a cansarme
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Sangre Envenenada
FantasyLos sangrientos son guerreros destinados a proteger los sellos carmesí, si estos llegasen a romperse la tierra y el infierno se encontrarían nuevamente Su legado ha sido olvidado, pero su maldición sigue vigente y lo será por generaciones