INFECCIÓN // Ross Lynch (ACTUALIZADA)

Capítulo 3

Me desperté en plena madrugada, tallándome los ojos algo desconcertada y analizando mi alrededor, notando que me encontraba en la habitación de invitados. Ross se removió a mi lado debido al movimiento de mi cuerpo, pero no despertó.

Había olvidado por completo el hecho de que una alocada fiesta se llevaba a cabo en mi casa, con muchos invitados por atender. Pero sin duda, había valido la pena para desaparecerme y estar un buen rato junto a Ross.

El despertador que yacía a mi lado, encima de la mesita de noche, marcaba las tres de la madrugada, y como era de suponerse, ya no había ruido alguno en la casa a esa hora. Se escuchaban sirenas de patrullas a lo lejos, y algo de barullo en las calles cercanas.

Me levanté de la cama aún desnuda, observando el cuerpo desnudo de Ross acostado, únicamente cubierto por la cintura y piernas con las sábanas color marfil que la misma tenía. Sus cosas estaban encima de la mesita de noche ubicada al otro extremo, mientras que las mías se encontraban esparcidas en la cama, o tiradas por todo el suelo.

Un zumbido terminó con el silencio en la habitación, y rápidamente noté que se trataba de mi celular, que vibraba y sonaba gracias a las notificaciones. Deprisa lo busqué, encontrándolo dentro de uno de los bolsillos traseros de mis jeans, que estaban tirados junto a la cama. 

Lo desbloqueé y de inmediato el brillo de la pantalla me cegó ligeramente. Fruncí el ceño, y después de bajar un poco el brillo, revisé mis mensajes.

Un ícono apareció en la pantalla junto con un aviso indicándome la poca batería restante en el dispositivo. Maldije un poco y rápidamente busqué en la habitación algún cargador y enchufes disponibles para conectarlo a la corriente.

Hallé el cargador, pero al conectar el celular a la corriente, noté que no había electricidad en la casa. 

—Maldita sea —maldije nuevamente en voz baja.

Miré la parte superior de la pantalla de mi celular, notando que era gracias a mis datos móviles que las notificaciones de mensajes llegaban a mi móvil.

Revisé los mensajes uno por uno. Algunos eran de Natalie, Rydel y mi círculo de amigos, mientras que el resto pertenecían a chicos y chicas del bachillerato.

Y también encontré un par de mensajes que mis padres habían enviado. 

"¿Acaso se habrían enterado ya de la fiesta?", pensé.

Mi preocupación aumentó un poco más al notar varias llamadas perdidas de ellos también.

Leí todos y cada uno de los mensajes.

"Rydel 11:25 PM: Brooke me dijo que acabas de irte con Ross arriba."

"Brooke: 11:28 PM: Dile a Ross que lo haga bien por favor.

"Natalie, 11:30 PM: Brooke me contó que subiste con Ross."

"Número desconocido, 11:38 PM: Excelente fiesta la de anoche Evans, gracias por todo."

"Número desconocido, 11:55 PM: Me divertí bastante, la mejor fiesta de todas."

"Papá, 12:00 AM: Alex, hay una situación peligrosa, no salgas de casa por favor."

"Papá, 12:15 AM: No salgas de casa y enciérrate por favor, cariño."

"Mamá, 12:45 AM: Alex, cielo, necesito que te quedes en casa y no salgas con amigos, ¿me entendiste? simplemente, no salgas de casa. Te amo."

"Número desconocido, 1:15 AM: Genial fiesta, gracias, me divertí Evans."

"Número desconocido, 1:30 AM: Siempre serás recordada en el bachillerato con esa fiesta Evans, eres la mejor."