Regresé a casa y lo primero que hice fue tomarme un ibuprofeno para aliviar el dolor de cabeza tan terrible que tenía. Después, me tumbé en la cama. Lo único que me apetecía en esos momentos era dormir; seguro que así se me quitaba la resaca de los demonios que llevaba encima. Cerré mis ojos e intenté dormir; pero por más vueltas que di, no conseguía conciliar el sueño.
— Qué mierda.—susurré para mí misma.
Me quedé mirando el techo. La imagen de Ethan vino a mi mente. Si dijera que no llegué a sentir nada por ese chico, mentiría. Me lo pasé bastante bien con él en la playa, nunca había sentido la adrenalina que sentí haciendo esa carrera con él.
— Te vuelve loca que te toque.—me dijo mi subconsciente y tenía razón; me encanta cuando coloca un mechón de mi pelo detrás de mi oreja o cuando me besó el cuello. He de reconocer que cuando hizo esto último, un escalofrío recorrió mi cuerpo.
Pensé en lo que me contó Sam en la cafetería. ¿Sería cierto eso de que lo besé? Y si lo era...¿se acordaría él de eso?
— Qué vergüenza.— susurré. Me llevé las manos a la cara.
Entonces, como si fuera un flashback, recordé todo lo que me había contado mi amiga Sam. Recuerdo que lo abracé cuando me recuperé del desmayo, ¡y que lo besé! Pasó en la realidad, chicos. Y ya no puedo volver al pasado y remediar mi error. ¿O no fue un error?
Seguí recordando lo que sucedió posteriormente al beso: Ethan me contó que se marcharía a Bridgeview al día siguiente y que me echaría mucho de menos. Yo le pregunté que por cuánto tiempo y él me respondió que por un par de años, porque su madre estaba muy liada con el trabajo.
Lágrimas se escaparon de mis ojos al recordar esto último, pero aún así, como masoquista que soy, seguí intentando recordar. Antes de entrar al pub de nuevo, recuerdo que me dijo: «Acuérdate de mí, enana. Yo me acordaré de ti siempre». Me dio un beso en la mejilla y entró al lugar. Y luego, mientras que bailaba con Sam, vi que se estaba besando con la rubia más repelente y odiosa del mundo, Katherine Morgan, mi compañera de clase desde la guardería. Nunca supe por qué le caigo mal, pero tampoco me importa. La muy estúpida me miraba, burlándose de mí mientras lo besaba. Y entonces, para olvidarme de lo que habían visto mis ojos, tomé otro vasito de alcohol sabiendo que me desplomaría enseguida, puesto que mi cuerpo no soportaría más alcohol. Desafortunadamente, lo estaba recordando todo en esos momentos y lo de beber ese vasito de alcohol fue inútil.
La verdad fue que me molestó bastante que Ethan besase a otra chica. Y más aún a esa, a esa...fulana que tanto detesto. Las lágrimas corrían por mis mejillas, inevitablemente.
En ese instante, me llegó un mensaje de él:
Idiota: Ya he llegado a Bridgeview. ¿Me echas de menos, Hogwarts? 😉— sí, me acababa de llamar Hogwarts. Sabe que me apellido Howard, pero lo hace para incordiarme.
Definitivamente, el hecho de haberlo besado fue un grandísimo error por mi parte. Ethan no era más que un chico de los del montón: el típico mujeriego. Tenía dieciséis años, no me iba a permitir caer en sus redes y mucho menos, llorar por él. Así que me sequé las lágrimas y tomé valor para responderle lo siguiente:
No me llames así. Y no, no te echo de menos ni lo haré; por mí como si te quedas ahí a vivir para siempre. Ah, y hazme un favor y olvídate de mí, no caeré en tus redes. Mejor búscate a una chica tan estúpida como tú, como Katherine 😉.
Estaba en línea, pero aún así, no obtuve respuesta por su parte. Me alegré de que hubiese captado el mensaje.
—El proceso de olvidar al idiota acaba de ponerse en marcha.— me dijo mi subconsciente. Asentí. No me iba a consentir estar mal por ese imbécil.
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✧Después de ti ✧/ [PAUSADA]
RomanceBrooke Howard va a comenzar la universidad en Chicago. En busca de un apartamento donde vivir , encuentra uno que es de su presupuesto. Lo que no sabe es que tendrá que compartirlo con un chico que conocía de antes : Ethan Dolland , insoportable y m...