✧Después de ti ✧/ [PAUSADA]

Capítulo 12.

—¿Deberíamos ir al pub?—me pregunta Alex al cabo de unos minutos.

—Alex, cariño, nos acabamos de graduar...¿No crees que merecemos ir a una fiesta?—le sonrío.

—No sé...No sé bailar.—me dice, agachando la cabeza, avergonzado.

—¡Anda, tonto!—dice Sam.—Ni ella tampoco, pero tranquilo, que esta noche se te pasará la vergüenza tras un par de copas.—le guiña el ojo y mi novio me mira, y sé lo que me quiere decir: Yo no bebo. Le froto la espalda, tranquilizándole y le respondo:

—Yo tampoco.—me sonríe.

(...)

El pub está repleto de gente y la música está altísima. Pero a ninguno de nosotros nos importa en absoluto; todos bailamos al ritmo de la música, dejándonos llevar. ¡Incluso Alex baila! No lo hace muy bien, pero al menos yo me divierto al verlo intentándolo. Lo importante de esta noche es pasarlo bien y, pienso darlo todo en la pista de baile, aunque baile como un pato mareado.

Cierro los ojos, dejándome llevar; cuando noto que me tiran del brazo. Es mi mejor amiga, Lillian:

—Necesito una copa, y creo que tú también.—miro a Alex, comprobando que esté bien. Y, en efecto, lo está. Está haciendo twerking  con Jake. Sam y yo nos miramos y nos reímos. Nuestros novios saben cómo hacernos reír, definitivamente.—Venga, chicas.—Lillian hace un gesto con la mano para que Sam, Audrey y yo la sigamos.

Lillian pide unos vasitos de vodka para las cuatro. Esta noche no me niego a beber, así que me lo tomo del tirón, para mi sorpresa y la de mis amigas.

—¿Desde cuándo bebes?—me pregunta Sam, pero no se espera a mi respuesta porque dice:—¡Ah!, es verdad...desde el cumple de Jake;  te hartaste de beber copas con Ethan.

Ethan.—repito su nombre en mi mente. —Qué raro es volver a escuchar su nombre después de poco más de año y medio sin saber nada de él.

—Chicas, os tengo que contar algo.—dice Lillian, y cuando comprueba que tiene nuestra atención nos cuenta:—Mi ex está aquí.

—¿Christian?—pregunto, temiéndome lo peor.

—Sí.—responde ella. Se le nota el miedo en los ojos. Yo me muerdo los labios.

Lilly empezó a salir con Christian hace un par de años. Y es un par de años mayor que ella, pero a mi mejor amiga no le importó porque se enamoraron al instante, según decía, fue un flechazo. Y todo iba muy bien, hasta que dejó de ser el chico dulce del cual se enamoró y empezó a infravalorarla y maltratarla e incluso, llegó a abusar de ella. Mi mejor amiga se lo callaba, hasta que un día no aguantó más y me lo contó; hizo muy bien.  Ambas fuimos a denunciarlo y lo metieron en la cárcel. A Lillian le costó bastante superar aquello.

—¿No estaba en la cárcel?—pregunta Audrey.

—Pues por lo que se ve, ha salido.—dice mi mejor amiga con un hilo de voz,  y veo que tiene los ojos aguados. Está cagada de miedo.

—Tranquila, tiene cumplir la ley de alejamiento.—le sonrío.—Tiene que estar a tres metros de distancia de ti.

—Tú no lo conoces...Él es capaz de volver a la cárcel con tal de acercarse a mí y verme sufrir. E-es u-un cerdo asqueroso.—le tiembla la voz.

—Ey, ey. No dejemos que ese capullo estropee tu noche, ¿vale?—dice Sam.

—Tiene razón. Debes disfrutar esta noche: beber, bailar y olvidarte de todo un poco.—dice Audrey.