✧Después de ti ✧/ [PAUSADA]

Capítulo 4.

—¡Anda! ¡Pero si has vuelto!—dijo el muchacho insoportable.—Ya decía yo que me echarías de menos.—Genial, también es egocéntrico.

—¿Perdona?—sacudí la cabeza mientras me reía.—Si ni siquiera te conozco, capullo. Ahora, apártate del medio, estoy tratando de tener una buena noche con mis amigas.

—Me llamo Ethan.—dijo él a mis espaldas.

—¿Y quién te ha preguntado?—le espeté con un tono divertido. Fui escaleras arriba , siguiendo a Lillian.

En el medio de un pasillo enorme y bastante ancho, estaban sentados muchos adolescentes en círculo. De entre ellos, distinguí a Sam y a Audrey. Al lado de ellas, se sentó Lillian.

—¿No juegas, preciosa?—preguntó un chico, mirándome de forma pervertida.

Volví mis ojos hacia el centro. Todos tenían un vasito de alcohol en las manos y , en el centro estaba la famosa botella por la que todos se comían la boca.

—Yo... n-no gracias.

—¡Claro que jugará!—Sam me tiró del brazo y me sentó a su lado.

Genial, simplemente genial.

—¿Listos todos?—preguntó un chico rubio.

—¡No!—dijo una voz ya conocida a mis espaldas.—Yo también me apunto.—me di la vuelta y vi como el capullo de Ethan se disponía a sentarse, nada más y nada menos, que en frente de mí.

—Oíd, Brooke no tiene vaso.—dijo Mona, una compañera de mi clase. Enseguida, me dieron un vaso de vodka, del que obviamente, no bebería.

—Empecemos.—dijeron.

La botella empezó a dar vueltas , hasta pararse entre Audrey y un chico pelirrojo. Se acercaron gateando y se metieron boca , yo diría que el chico le metió a mi amiga su lengua hasta la campanilla.—Hice una mueca, ante el asco que me producía ver eso. ¿Cómo puedes besar a alguien por el/la cual no sientes nada?

Me sentí suertuda ,al comprobar que tras seis rondas, a mí aún no me había tocado. Aunque claro, yo no estaba dispuesta a besar a nadie.

—Venga va, la última ronda.—anunciaron, haciendo girar la botella de vodka. Ésta se paró entre Ethan y yo.

No puede ser.

—Acércate, preciosa.—dijo divertido.—Estoy seguro de que lo disfrutarás.

Me acerqué hacia él, y cuando comprobé que tenía los ojos cerrados y sus morritos estaban esperando a mis labios, me acerqué un poco más hacia él y ...le vertí mi vaso de vodka con hielo en sus pantalones.

Ethan pegó un brinco y me miró sorprendido.

—¿Pensabas que te iba a besar?—me reí en su cara.—Os veo mañana, chicas.—me despedí de mis amigas, las cuales, me miraban atónitas pero a la vez, divertidas.

Salí del lugar, dejando atrás a un empapado Ethan y a una noche que acabó mejor de lo que esperaba.