✧Después de ti ✧/ [PAUSADA]

Capítulo 7 [parte 3].

—¡Felicidades!—felicité a Jake y le di un abrazo.

—Gracias.—me sonrió él. —Bueno, ¿qué? ¿Empezamos la fiesta?—nos miró a los tres.

—Cuando queráis.—dijo mi amiga Sam.—Esta es la primera fiesta a la que Brooke ha ido, así que tenemos que hacerla especial.

—¿En serio? ¿Es tu primera fiesta?—me preguntó Ethan. Asentí algo avergonzada.—Bueno, yo me encargaré de hacerla especial.

—¿Te vas a ir?—me hice la ilusionada y él me miro mal, luego dijo «no» y me miró mal.—¿Jugamos al billar?—Ofrecí.

—Desde luego, no tienes ni idea de cómo divertirte, ¿eh?—se burló Ethan.

—¿Tienes miedo de que te gane una chica?—iba a contestar, pero lo interrumpí:—Oh, espera ya te he ganado hoy.

—Touché.—Fue su respuesta.—Pero no me ganarás esta vez.— me miró y sonrió con satisfacción mientras se aproximaba a la mesa de billar.

—¿Jugáis?—le pregunté a mi amiga y a su crush.

—No, gracias. No nos va eso.—respondió Jake. Me encogí de hombros y cogí una caña.

—¿Lista?—preguntó el idiota. Yo asentí.—Empiezo yo.

Su caña le dio un golpecito a la bola roja que chocó con las esquinas de la mesa de billar y casi casi se mete en uno de los agujeros, pero no. Sonreí con satisfacción.

—Me toca.—dije. Me agaché y me apoyé sobre la mesa. Miré y calculé la posición de las bolas y cuando terminé, golpée la bola blanca que a su vez, golpeó a la amarilla y ésta a su vez, a la roja. Ambas se metieron en uno de los agujeros de las esquinas. Miré con aire de superioridad a Ethan, el cual me miraba sorprendido.—Carambola.—me burlé en su cara.

Tras varias rondas, Ethan y yo íbamos empate. Sólo quedaba por entrar en el agujero una bola: la negra. Era el turno de Ethan; examinó la proximidad que tenía la bola a cada uno de los agujeros y cuando se sintió preparado apuntó, fallando. Yo me reí.

—No está mal.—dije.

Yo hice lo mismo que él: examiné la proximidad de la bola a cada uno de los agujeros y apunté con no demasiada fuerza. La bola se estaba parando cerca de uno de los agujeros.

—Casi, Brooke—se burló él y se preparó para apuntar pero lo paré y observé como la bola seguía moviéndose hasta meterse en el agujero.

—¡Te gané por segunda vez!— se lo eché en cara. Y él entrecerró los ojos.

—Sin comentarios.—se rio por el movimiento que había hecho con los brazos, al haberle ganado.

La música del pub empezó a subir y entró un montón de gente de nuestra edad.

—Te la robo un momentito.—le dijo mi amiga Sam a Ethan y me tiró del brazo llevándome con ella a un lugar más apartado. Luego me dijo:—¿Qué tal ha ido vuestra cita?—me miró con cara pilla.

—Sam, por favor, ¿cita? Jamás tendría una cita con ese.

—Ya, claro. Pues...¿no me dijiste por teléfono que lo estabais pasando súper bien?

—Sí. He descubierto que me cae mejor de lo que pensaba que me caería.

—Ajá. Yo os shippeo.—me sonrió.

—Déjate ya de shippear  y cuéntame qué tal tu cita.—la miré con cara pilla.

—Pues muy bien, la verdad...—hizo una pausa—¡Me ha dicho que le gusto desde hace tiempo! Sólo que no se atrevía a decírmelo. Luego le dije que él también me gustaba, como era obvio, y...—dejó de hablar.

—¿Y?—la incité a que continuara.

—Y...¡ ya somos novios oficialmente!—dio unas palmaditas y miró hacia donde estaba él, sonriéndole. Jake la miró y le devolvió la sonrisa, luego siguió hablando con Ethan.—Eso sí, besa suuuuuper  bien.—Abrí los ojos como platos.

—¿Ya os habéis besado?—asintió—¿No crees que ha sido muy precipitado? Quiero decir, es vuestra primera cita...

—¿Y para qué esperar más? Sé que estamos hecho el uno para el otro.—ambos se volvieron a mirar y mi amiga fue corriendo hasta él y pegó un saltito, de manera que sus piernas rodeaban la cintura de Jake. Y se besaron. Ethan, que estaba hablando con Jake, me miró y nos reímos. Qué incomodidad.

Se dirigió a la barra y vino hacia mí con un vasito en cada mano.

—Ah, no. Yo no bebo.—dije.

—Hoy será la excepción. Es el cumple de Jake; habrá que pasarlo bien, ¿no?—me tendió el vaso.

—No es necesario beber alcohol para pasarlo bien.—respondí un poco borde.

—¿Siempre tienes que ser tan borde? Anda, pruébalo. Es sexo en la playa, te gustará.—Le arrebaté el vaso de la mano y me lo bebí de un trago. Para mi sorpresa, me encantó y apenas sabía a alcohol.—¿Y bien?—me preguntó.—¿Te ha gustado?—asentí y él sonrió.— ¿Voy a por más?—volví a asentir.

Empezamos a beber y a beber, hacíamos turnos para ir a la barra y pedir dos vasitos más, de manera que cada vez la montaña de vasitos iba creciendo. Nos reíamos mucho de cosas sin sentido y en esos momentos, lo encontré hasta guapo. Tenía una sonrisa y unos ojos bonitos.

—Creo que estoy borracha.— dije partiéndome de risa.

—Puede.—se rio. Nos miramos fijamente a los ojos durante unos segundos. Y me retiró un mechón de la cara, poniéndolo detrás de mi oreja. Instantes después, su mano acariciaba mi cara y sus ojos verdes esmeralda me examinaban detenidamente.

—¿Bailas?—le pregunté divertida.

—No sé bailar, pero lo intentaré.—soltó una carcajada y me tendió la mano para que me levantara.

Mi cabeza empezaba a dar vueltas pero me daba igual, me lo estaba pasando bien perdiendo mi dignidad bailando con Ethan. Si es que a eso se le puede llamar bailar, claro.

Una borracha Sam se me acercó y me echó todo el aliento a alcohol para decirme:

—Súbete y baila conmigo.—se subió a la barra y me tendió el brazo para que me subiese con ella.

La música retumbaba en mi cabeza, mi cuerpo se movía al ritmo de la música, al igual que el de mi amiga y no me importaba que todo el mundo en el pub nos mirase. Ethan y Jake nos observaban y nos aplaudían diciéndonos lo sexys que estábamos.

—Uuh, eso fue intenso.—me dijo Ethan cuando terminó la canción y me ayudó a bajar de la barra. Le sonreí.

Mi cuerpo no estaba acostumbrado a beber alcohol, por eso, cuando me dieron un vasito más, con un sólo sorbo que bebí, acabé vomitándolo todo y noté como todo a mi alrededor iba dando vueltas y más vueltas hasta que ya no conseguí ver nada.