Cojo mi móvil y marco el número de mi mejor amiga, a ver si contesta. Tarda unos segundos en hacerlo, pero finalmente oigo su voz a través del móvil:
—Brooke...
—¡Hola! ¿Dónde estás?—digo, desesperada.
—Está conmigo.—dice una voz masculina y, al instante lo reconozco: es Christian, su ex.—No te preocupes por ella. Lo estamos pasando bien...¿verdad, preciosa?—dice, dirigiéndose a Lillian.
—¡Brooke, él me tiene encerrada en...— Lillian deja de hablar y, al instante sé que Christian le ha tapado la boca cuando le dice:
—Ahora te estarás callada, perra.
—¡¿DÓNDE LA TIENES METIDA?!—le grito. Sam, Audrey, Jake y Alex me miran preocupados.—¡NI SE TE OCURRA PONERLE UN DEDO ENCIMA, SINO TE LA VERÁS CONMIGO, GILIPOLLAS!
—No tendría gracia decírtelo, ¿no crees, Brooke?—se ríe— Me das muchísimo miedo, sí.—vuelve a reírse, para luego decir:—Ahora déjanos divertirnos.—dice y cuelga.
—¿Qué ha pasado?—pregunta Jake.
—¡El capullo de su ex la ha secuestrado!—grito, entre lágrimas.—¡Y a saber lo que está haciendo con ella ahora!
—Vamos a llamar a la policía.—dicen Audrey y Sam al unísono. Yo asiento.
—Llamad, y contarles todo lo sucedido. Yo iré a buscarla, a ver si la encuentro. No puedo estar aquí parada, sin hacer nada.—digo, y todos están de acuerdo.
—Pero no irás sola; yo te acompaño.—me dice Alex.
—Gracias, amor.
(...)
Alex y yo llevábamos ya dos horas buscando a Lilly por toda la ciudad, sin éxito. Llamé a Sam y me dijo que la policía estaba buscándola también.
Le doy una patada a una piedra, mientras pienso en todas las palabrotas que quiero decirle a Christian cuando lo vea.
—No te preocupes, amor. La encontraremos, ya verás.—me dice mi novio. Y yo me limito a suspirar. Quiero pensar que sí, que la encontraremos antes de que a ese psicópata se le ocurra hacer una locura con ella.
Y, entonces, como si una bombilla se encendiese en mi cabeza, pienso en el lugar en el que tuvieron su primera cita.
—¡Cómo no lo he pensado antes! ...¡Lilly y ese psicópata están en un almacén abandonado!—digo de sopetón y Alex me mira estupefacto.—Sí, él no tiene casa y vive allí.— aclaro.
Lo único que quiero es saber que mi mejor amiga está bien, que ese capullo no le ha puesto un dedo encima y abrazarla.
—¡Vamos, no perdamos tiempo!—digo y empezamos a correr en dirección al almacén abandonado.
(...)
—Es aquí.—susurro, mirando al almacén. Alex y yo entramos con cautela.—Deberíamos dividirnos y buscarla, esto es bastante grande.
— Está bien, pero chilla si me necesitas.—me advierte y yo asiento.
Recorro el oscuro lugar, mirando hacia todas partes. Subo las escaleras con el corazón a mil por hora. Mientras subo, escucho una voz decir: <<Mis amigas vendrán a salvarme>>.
Sigo subiendo las escaleras, hasta que los veo: él la tiene amarrada y se ríe ante el comentario que ha dicho.
— Pues como sean tan estúpidas como tu amiguita Brooke, no creo que nos encuentren nunca.— se ríe.— Y no te resistas, cariño. Es inútil. Nuestros cuerpos se han echado de menos.— él se baja los pantalones y se dispone a violarla. Pero ahí actúo yo:
— ¡¿A quién llamas estúpida, idiota?!— digo, alzando la voz. Christian se gira y se sorprende cuando me ve.
— Tú...— susurra, entrecerrando los ojos y se abalanza hacia mí, pero yo le doy una patada en sus partes y él cae al suelo y se retuerce de dolor.— Perra...— me dice. Cojo una botella de alcohol que hay tirada en el suelo y se la estrello en la cabeza, haciendo que quede inconsciente.
— Perra tu madre.— le digo.
— Brooke...—susurra mi mejor amiga.
— Voy a sacarte de aquí.— le desato del amarre y por fin, me quedo tranquila cuando está entre mis brazos.
— Por algo eres mi mejor amiga.— me sonríe.— Has estado increíble. Muchas gracias, por todo.— y yo la estrecho mucho más fuerte contra mí.
— Chicas...— dice Alex, apareciendo por las escaleras— ¿Estás bien?— le pregunta a Lilly, y esta asiente.— ¿Lo has dejado inconsciente?— me pregunta a mí, refiriéndose a su ex. Y yo asiento, entre risas.— Wow.— dice, y los tres reímos.
(...)
Una semana después...
—Qué alegría saber que no lo volveré a ver nunca más, que lo han metido en la cárcel de por vida.— dice Lilly y yo sonrío al notarla tan feliz como lo estaba antes. El capullo ha obtenido lo que se merecía: pudrirse en la cárcel de por vida.
—Bueno, ahora concentrémonos en cosas positivas.— dice Audrey, después de darle un sorbo a su café.— ¿En qué facultad estudiaréis?— sonríe.
Empezaremos la universidad en menos de dos meses y es inevitable sacar el tema.
— En la de Artes de aquí, de Chicago.— responde Lilly.
— En la de Filosofía y Letras de aquí, de Chicago. No me quiero alejar demasiado de mis padres.— sonrío.
— Oye, ¿dónde está Sam?— pregunto.
— Está echando la solicitud en la facultad de derecho de California. Está obsesionada con estudiar ahí.— dice Audrey y reímos las tres, porque es verdad. Desde pequeña nos decía que quería estudiar en la facultad de California, le encanta ese lugar.— Y bueno, ya que nadie me pregunta...— Audrey se encoge de hombros.— Yo estudiaré en la de Administración y Dirección de Empresas de Nueva York.
— Todas tendremos el trabajo de nuestros sueños.— dice Lillian, sonriendo de oreja a oreja.
— Os echaré de menos, chicas.— nos dice Audrey y nos damos un abrazo grupal.
Me parece increíble que en menos de dos meses ya vaya a la facultad. Que rápido pasa el tiempo, ¿no?
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✧Después de ti ✧/ [PAUSADA]
RomanceBrooke Howard va a comenzar la universidad en Chicago. En busca de un apartamento donde vivir , encuentra uno que es de su presupuesto. Lo que no sabe es que tendrá que compartirlo con un chico que conocía de antes : Ethan Dolland , insoportable y m...