✧Después de ti ✧/ [PAUSADA]

Capítulo 11.

—Hoy estamos todos reunidos en un día tan especial como éste;—Empieza su discurso el director del instituto.—,la graduación de estos pequeños chavales.—nos señala con el dedo.—Aunque bueno, pequeños ya... no es la palabra. Entraron al instituto hace seis años , apenas eran unos niños perdidos que no sabían dónde iban. Ahora salen de aquí como adultos. Para algunos de ellos, el tiempo ha pasado muy lento... "Qué ganas de graduarme y quitarme todos los exámenes de encima", me decían algunos.—Todos los presentes nos reímos, porque hay algo de verdad en esa frase.—Para otros, a pesar de todo el agobio por el que han pasado, volverían a repetir esta bonita experiencia..."No quiero graduarme, voy a extrañar demasiado esto... El tiempo se me ha pasado volando.", me decían otros. Pero bueno, supongo que no podemos hacer nada. —se dirige a nosotros, los que estamos a punto de graduarnos.—Ahora os toca disfrutar de esta bonita etapa que comienza en vuestras vidas: La universidad. Os deseo a todos mucha suerte. Y ahora sin más demora... ¡Que comience la ceremonia de graduación!

Todos aplaudimos y los nervios se huelen en el ambiente cuando los profesores empiezan a nombrar a los alumnos que se gradúan:

—Katherine Morgan.—todos aplauden, todos menos yo. Esa chica no me caería bien en la vida.

—Alice Smith.

Estoy demasiado nerviosa. Mi respiración se hace pesada y mi novio lo nota:

—¿Estás nerviosa, mi amor?—me pregunta Alex. Yo asiento y él me agarra la mano y me la besa.—¿Mejor?—le doy un pequeño besito como respuesta.

—Charlie Tremblay.

—¿Tú no estás nervioso?—le pregunto.

—Nope.—mi novio es el tío más tranquilo del planeta definitivamente.

—Nick Johnson.

—¡Qué ganas de graduarme y no ver este sitio nunca más!— exclama Lillian.

—Tranquila, esta noche lo celebramos todos como es debido.—Audrey le guiña el ojo.

—Lillian Marin.

—¡Venga!—Sam le da una palmadita en el culo a mi amiga.—¡A graduarse!— Mi mejor amiga sube las escaleras corriendo y nos sonríe mientras le ponen su banda de graduada.

—Noah Miller.

Respiro profundamente. Ya han nombrado prácticamente a casi todos, inclusive mis amigas... ¡Unos nombres más y ya mismo me toca a mí!

—Y ahora, como matrícula de honor tenemos que destacar a: Alex Rowling.—¡Ese es mi novio! Le tiro un beso. No sabe lo orgullosa que estoy de él.

—Brooke Howard.

¡Esa soy yo! Agh...¡qué nervios!

Camino lentamente, evitando no caerme por las escaleras. No sé por qué pero todas las chicas tememos eso y más en un lugar repleto de gente. Pero afortunadamente, no me caigo. Saludo a mis profesores y ellos me responden con un cálido abrazo. Me ponen la banda sobre los hombros y me dan un diploma y miro a mi familia con una sonrisa de oreja a oreja. Ellos aplauden y me tiran besos.

(...)

—¡No me puedo creer que nos hayamos graduado!—me emociono al decirlo.—Os quiero mucho, chicas.—Le digo a mis amigas, y nos abrazamos.

—Oye, ¡que Sam es mía!—bromea Jake y le da un tierno beso en los labios.

—¡Y Brooke mía!—Alex imita a Jake y me da un tierno beso en los labios.

—De eso nada. ¡Soy de la madre que me parió!—le corrijo y todos se ríen.

—Bueno, Lillian. Mejor que dejemos a estos cuatro tortolitos solos...—dice Audrey.

—Sí. Pero ya sabéis, tenemos una celebración pendiente esta noche. Os quiero a los cuatro a las doce en punto en el pub Bambora—nos advierte, levantando su dedo índice.—  A ver si nosotras dos conseguimos ligar por ahí mientras.—Lillian agarra a Audrey del brazo y se alejan.

—Bueno, señorita 'soy de la madre que me parió'—empieza a decir mi novio.—¿Me permite decirle que estoy orgulloso de usted y que va usted increíblemente preciosa?

—De hecho, ya lo ha hecho, señor Rowling.—le doy la espalda y me adelanto unos pasos.

—¿Y le he dicho que me tiene enamorado hasta las trancas, señorita Howard?—me vuelvo hacia él y entrelazo mis brazos alrededor de su cuello y le beso lentamente.

—Te quiero.—susurra en mi oído.

—¿Qué has dicho?—me separo de él.—Repítelo.—entrecierro mis ojos.

—¡TE AMO, BROOKE HOWARD!—grita a pleno pulmón y yo me río.

—Estás loco.—él asiente con la cabeza:

—Por ti.—Esto me derrite el corazón y no puedo evitar besarlo de nuevo.

—Ainss, Alex Rowling...¿por qué no te conocí antes?—lo abrazo.