✧Después de ti ✧/ [PAUSADA]

Capítulo 14.

Al salir de la cafetería, me despedí de las chicas y estaba caminando hacia mi casa; cuando me llega un mensaje de mi novio:

La cosa no pinta nada bien, así que decido correr en caso de que le haya pasado alguna urgencia.

(...)

—¡Feliz aniversario, princesa!—exclama en cuanto abro la puerta. Contemplo a mi alrededor y veo que ha preparado una cena romántica con velas, y no puedo evitar emocionarme. Tal día como hoy, hacemos dos años de relación.

—Eres un romántico empedernido, ¿eh?—sonrío.—Pero aún así, me debes una disculpa. Me has asustado, idiota.

—¿Esto no te vale como disculpa?—pregunta y yo frunzo el ceño.

—¿El qué...—empiezo a decir, pero me interrumpe pegando sus labios a los míos.

—Mmm, no.—digo cuando nos separamos.—Creo que vas a tener que disculparte de nuevo.—nos reímos y vuelve a besarme.—¿Dónde están tus padres?—pregunto. Me daría vergüenza que vinieran en cualquier momento y nos vieran; simplemente me gusta la intimidad.

—Se han ido a Seattle un par de días, por un viaje de negocios. Tenemos la casa para nosotros solos.—dice, y me mira con cara pilla. Yo no respondo, simplemente me alegro de pensar que pasaré un par de días a solas con mi novio.—Tengo que darte una cosa.—frunzo el ceño.—Es una tontería, pero creo que te gustará.—saca una cajita del bolsillo de su pantalón y la abre. Dentro veo un anillo de plata con nuestras iniciales: A y B.

—¡Alex es precioso!—digo cuando me lo pone en el dedo corazón y veo que encaja perfectamente.—Pero no me casaré contigo, si es en lo que estabas pensando.—Digo irónicamente y él se ríe.—Ahora me siento mal. Con todo el lío de buscar un apartamento cerca de mi facultad, se me ha olvidado comprarte algo. Lo siento.—murmuro.

—No te preocupes, princesa. ¿No te acuerdas que prometimos no regalarnos nada en cada aniversario? Sería un gasto tonto.—entrelaza su mano con la mía y me mira fijamente para decir lo siguiente:—Nuestro amor es lo que importa.—sonríe.—Además, quería que tuvieras esto,—toca mi anillo.—para que, a cualquier sitio que vayas, yo esté ahí contigo.—acaricia suavemente mi mejilla con su pulgar.

—Gracias, cariño.—le beso. No sé lo que tienen sus labios que son como una droga para mí. Nuestro beso se ve interrumpido por un ruido de tripas

—Son las mías.—me sonrojo y él se ríe a carcajadas.

—Menos mal que te conozco y he hecho mucha comida.—me vuelvo a sonrojar.—¿Me acompaña a la mesa, mademoiselle ?—me tiende la mano.

(...)

Después de cenar, vimos una comedia romántica. Cuando ya nos estaba entrando sueño, Alex me llevó a la cama. No para hacer lo que estáis pensando, sino para hacer la cucharita. Es como un osito de peluche, y se duerme de lujo con él.

La luz del sol penetra por la ventana de la habitación de Alex y me despierta. Observo atentamente cada rasgo físico de mi novio, mientras duerme. Es tan perfecto...

Antes era soltera e infeliz con eso, hasta que escuché una frase: Tiempo al tiempo, esa persona especial llegará cuando tenga que llegar, cuando menos te lo esperes. Y te complementará a la perfección.— Y en efecto, Alex llegó a mi vida cuando menos lo esperaba. No puedo ser más feliz a su lado.

—¿Te gusta lo que ves?—dice él con los ojos aún cerrados, e interrumpiendo mis pensamientos.

—Me encanta.—le sonrío y le doy un beso de buenos días.

—A esto lo llamo yo un buen despertar.—me mira tiernamente.

Me levanto de la cama y voy al salón para buscar mi ropa y vestirme.

—Oye, he quedado para desayunar con las chicas. ¡¿Te vienes?!—alzo la voz para que me escuche.

—¡Claro!

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N/A:

¡Hola! Quería comentaros que estos catorce capítulos han sido como una introducción a la novela. En el capítulo siguiente,—que intentaré actualizar pronto—ya iremos adentrándonos más en la novela.

Espero que os esté gustando.

Besos.

—Pau