#1

16.7K 769 176
                                    


Nuevo año, otro comienzo de clases, y un nuevo compañero de banco. El profesor Gómez, bajito y regordete, se encontraba parado al frente de la clase, apoyado en su escritorio, detrás suyo había una caja con nuestros nombres. 

Cada año es la misma historia, por orden alfabético de nuestros apellidos debemos ir uno por uno a sacar un papel de esa caja, si una de las personas que pasaron antes que tu saca tu nombre, entonces pierdes la posibilidad de pasar a tomar un papel y al instante te conviertes en el compañero de banco anual de dicha persona. 

 Nunca he tenido problemas con mis compañeros anteriores, soy una persona tímida pero soy bastante simpática cuando entro en confianza, agradezco el hecho de que la persona que se sienta a nuestro lado sea elegida de esta manera, de lo contrario jamás hubiera hecho amigos y me hubiera sentado sola todos los años debido a mi timidez. Pero ese año fue diferente, muy diferente. Mis compañeros pasaron uno a uno tomando los papeles en sus manos, algunos felices, otros con cara de pocos amigos y otros neutros, no todos estaban contentos con el nombre que el papel contenía, mi compañero fue uno de ellos. 

Alto, musculoso, con unos rasgos bien definidos, Shin Hoseok, el chico malo de la clase me miraba fijamente con sus penetrantes ojos oscuros, caminando en mi dirección y apoyando sus cosas en el asiento vacío que se encontraba a mi lado. No me dijo nada, por el contrario, su atención se centraba en aquellos que aún estaban pasando al frente, como si le molestara estar sentado junto a mí. Mis amigas me miraban con cara de pánico desde sus asientos, y no era para menos, el chico sentado a mi lado no tenía una reputación muy buena que digamos, siempre estaba metido en peleas, y tenía muy mala fama entre los estudiantes, aunque les sacaba más de un suspiro a las chicas en los pasillos, y los chicos lo respetaban y admiraban. Por mi parte yo no tenia ningún pensamiento acerca de él, no me gustaba juzgar a la gente sin conocerla, y creía que tal vez el tenia alguna razón para comportarse de esa manera. 

Sin embargo, a pesar de todo lo malo que se comentaba de él en los pasillos, era una persona que me intrigaba, me preguntaba de qué forma vivía y como era en realidad, tal vez era solo un chico que quería atención, tal vez no era tan malo como decían y quizás, solo quizás, esos chicos a los que el golpeaba realmente se lo merecían.

—Mucho gusto. — le dije cuando el profesor dejó de hablar.

—Igual. — me dijo mirándome apenas por unos segundos. Mentiría si dijera que no sentí escalofríos cuando su mirada se posó sobre mí, es que algo en su forma de ser me daba un poco de miedo, pero me repetí a mi misma que no debía juzgarlo y continúe hablando.

—Espero que nos llevemos bien. — le di una de mis mejores sonrisas pero él me ignoró.

—No soy bueno haciendo amigos.

—Oh, no te preocupes, yo tampoco. Soy un poco tímida al principio.

—No me estás entendiendo, no me interesa que nos llevemos bien.

—Oh... — Bien, ese no fue un buen comienzo pero es solo el primer día, creo que a medida que pase el tiempo el será un poco más amable. La clase transcurrió normal, como todos los primeros días simplemente hablamos de las reglas del curso y demás, al sentir el timbre que indicaba que podíamos volver a casa, Sophia y Cathy corrieron hacia mí.

—Qué mala suerte tienes. — se lamentaba Cathy.

—Sí, no puedo creer que tengas que sentarte con ese loco por un año entero. — se unió Sophi.

—Vamos chicas, no es tan malo.

—¿Hablaron? ¿Te dijo algo? — preguntaron al unísono.

—No, solo...Dijo que no le interesaba llevarse bien conmigo. — me encogí de hombros.

Nada Es Lo Que Parece (Wonho & Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora