Por favor, lean abajo, es muy importante.
— Tengo hambre. — se quejó Hoseok.
— ¿Quieres ir a comer por ahí? ¿O prefieres que te prepare algo en tu casa?
— Prefiero comer en casa, así puedes darme el postre luego. — dijo levantando ambas cejas.
— Hey, estamos en la calle. — lo codeé.
— ¿Y? Todo el mundo tiene que saber que eres mía.
— No es necesario.
— Si es necesario.
— ¿Cuándo vas a madurar? — bromeé.
— ¿No soy suficientemente maduro ya?
— Pues no.
— Vámonos ya, tenemos muchas cosas que hacer. — respondió, tomándome por el trasero sin sutileza alguna.
— Hoseok. — lo amenacé— Si sigues comportándote así ni siquiera vas a tener almuerzo.
— Lo siento nena, no puedo controlarme. — Lo entendía completamente, a mí también se me hacía difícil tener mis manos lejos de él, y no me refiero solo a lo sexual, lo necesitaba todo el tiempo, necesitaba saber que estaba ahí conmigo para estar tranquila, y si, sonaré como una loca, pero después de todo lo que nos había pasado no quería que nada malo se interpusiera entre nosotros otra vez, nada ni nadie.
— Te amo tanto. — dijo abrazándome por la espalda, ya nos encontrábamos en su casa y yo estaba preparándole algo de comer. Él no me quitaba las manos de encima, jamás. Todo el tiempo que estábamos juntos estaba abrazado a mí, era más cariñoso de lo que había llegado a imaginar.
— Mi pequeño cariñoso. — le dije devolviéndole el abrazo.
— Me encanta ser tuyo.
— Y a mí me encanta que lo seas.
— ¿Ya te dije que te amo?
— Si, ya lo hiciste.
— Es que lo hago y mucho. — dijo y me besó. Un beso, luego otro y otro, y sin darnos cuenta ya estábamos en mi habitación. Si, él siempre lograba lo que quería.
— Hoseok, ¿no tenías hambre?
— Comeré el postre primero. — yo reí.
— Sabes bien que el postre va después de la comida.
— Entre nosotros no existe tal regla, lo sabes bien. — rió abalanzándose sobre mí, minutos después nuestra ropa estaba por toda la habitación y nosotros, bueno, nosotros estábamos en otro mundo.
Esa fue la última vez que vi a Hoseok, ese día en el que todo estaba bien, en el cual me fui a casa porque tenía que cuidar a Tao y él me llevó, despidiéndose de mi con un beso que me dejó sin respiración, repitiéndome una y otra vez que me amaba, no entendía porque estaba haciendo esto conmigo de nuevo, él lo había prometido, no volvería a alejarse de mí, no volvería a lastimarme, pero ahí estábamos de nuevo, ya habían pasado dos semanas desde que no sabía nada de él.
Lo había llamado infinitas veces, su teléfono sonaba pero él no me atendía, quería pensar que él no quería atenderme, que no quería hablar conmigo por alguna razón que después podría explicar, pero mi corazón me decía que esto no era bueno, confiaba en él, estaba segura de que no estaba haciendo esto para herirme, había algo más allá de eso.
Al principio creí que me había engañado nuevamente, que me había usado como quería y después se había alejado de mí, como pensé una vez, pero él había vuelto sin que yo se lo pidiera, había vuelto porque me extrañaba y me necesitaba como yo lo necesitaba a él. ¿Entonces por qué desaparecería de un día para otro sin siquiera atender el teléfono?
ESTÁS LEYENDO
Nada Es Lo Que Parece (Wonho & Tu)
Fiksi Penggemar"No me importa lo que los demás piensen de ti, para mi eres especial."