#27

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— Realmente no puedo entenderlo, todo estaba bien entre ustedes. — me dijo Cathy, habíamos organizado una pijamada para ponernos al día y levantarme el ánimo, según ellas.

— ¿Qué fue lo que sucedió? — pregunto Sophia.

— No lo sé, él dice que es lo mejor para mi, pero no puedo estar lejos de él. — respondí sollozando.

— Está bien, todo estará bien. — me acarició la espalda dándome consuelo.

— Es que no quiero esto.

— ¿Qué puede ser tan malo como para alejarse de ti?

— No quiere decírmelo.

— ¿Qué tal si no es cierto? — cuestionó Cathy, y Sophia le dio un codazo— Auch, alguien tenía que decirlo.

— ¿A qué te refieres?

— Digo, tal vez nunca sintió nada por ti. Odio ser quien te lo diga, pero es una posibilidad.

— ¿Estás diciendo que no me quiere?

— Bueno, si lo pones así me haces quedar como la mala. — dijo haciendo una mueca.

— ¿Por qué estaría con ella si no sintiera nada?

— No lo sé, quizás quería algo en especial.

— ¿Acaso tu y él...? — continuó mi amiga con el interrogatorio.

— Si. — dije sonrojada, sabia a que se referían.

— ¿En serio? No puedo creerlo. — gritó Cathy.

— Shh...

— Necesitas olvidarte de ese bastardo, ya tuvo lo que quería y ahora se borró del mapa. — soltó Cathy furiosa, era la verdad, Hoseok no aparecía hace días, desde que compartimos nuestro último beso.

Nadie lo había visto, no entraba a clases, de hecho si quiera pisaba el colegio desde ese momento. Pensé que lo hacía para no afectarme pero puede que Cathy tenga razón, él no piensa en mí, solo piensa en sí mismo.

Duele saber que jugó conmigo, que me usó como quiso y luego se deshizo de mí, pero ya no importaba, debía cerrar esa etapa de mi vida.

Las chicas y yo pasamos una noche increíble, durante casi todo el tiempo que pasé con ellas ni siquiera me acordé de Hoseok o de la situación en la que estábamos, reímos sin parar, vimos películas, comimos y hasta hicimos un karaoke en la habitación de Sophia, eso hasta que su madre nos mandó callar.

(***)

Dos semanas, todo ese tiempo se tardo el maldito en aparecer frente a mí, o mejor dicho, a mi lado. Ni siquiera me miró de reojo, nada, como si yo no estuviera ahí, en el asiento que estaba junto al suyo, había tomado muy en serio mis palabras, me estaba ignorando.

Se supone que debía estar feliz, que eso era lo mejor para mí pero no lo estaba, y aunque sabía que volvería a arruinarlo todo hablé:

— ¿Podemos hablar? — le pregunté seca, una vez que las clases habían terminado y la gente se estaba yendo.

— No puedo. — respondió de igual forma, tomando sus cosas e intentando alejarse rápidamente.

— Solo serán cinco minutos. — tiré de su chaqueta.

— ¿No escuchaste? Estoy ocupado.

— ¿Y tú no escuchaste? No llevará mucho tiempo.

— Habla.

— ¿Aquí?

— Solo serán cinco minutos, ¿por qué deberíamos ir a otro lugar? — yo bufé, realmente era insoportable cuando se lo proponía.

— Jugaste conmigo, ¿verdad?

— ¿De qué hablas?

— ¿Estabas jugando conmigo?

— Mierda, ______, sé más clara.

— Tú nunca me quisiste, ni siquiera te gusto.

— ¿Cómo sabes eso?

— No importa, pero lo sé. Querías acostarte conmigo, lo hiciste y ahora te vas de mi vida como si nada. — él se tensó, movió su boca varias veces como si fuera a decir algo pero no lo hizo— Eres un maldito.

— Está bien, si, no necesito mas nada de ti.

— ¿Ni siquiera tienes un poco de consideración? — él rió.

— No la tengo, ______ no te obligué a nada, fue algo de a dos.

— ¡Pero me enamoraste! Me ilusionaste, me prometiste que cambiarias, no puedes hacer eso conmigo, es de lo más cruel. — él se encogió de hombros.

— Supongo que soy de lo más cruel entonces.

— Ojalá nunca te hubiese conocido. — su cara se transformó en una de enojo, y podría jurar que sus ojos se aguaron por unos segundos, pero claro, seguro era mi imaginación.

— No podemos volver atrás, _____. Pero créeme, deseo lo mismo. Si nunca te hubiera conocido no serias tan malditamente pesada ahora mismo. Se terminó, entiéndelo. Me pediste que no te hable y no lo hago, cumple tu palabra también.

Realmente lo desconocía, desconocía a la persona que tenía en frente, ese no era mi Hoseok, él jamás me diría algo así.

A pesar de que antes de tener una amistad yo me la pasaba molestándolo, él no era cruel conmigo, simplemente quería deshacerse de mi usando alguna que otra mala palabra, pero nada que pudiera lastimarme.

Muy diferente al Hoseok de ahora, él soltaba sus palabras con la intención de lastimarme, lo notaba en su mirada y en su tono de voz. Había sido una completa estúpida todo este maldito tiempo, él jugaba conmigo y yo lo quería como a nadie, todo era una mentira, sus besos no eran reales, sus te amo mucho menos, el Hoseok cariñoso estaba sólo en mi mente, porque el muchacho que tenia frente a mi era todo lo contrario a lo que creía.

— ¿Eso es lo que quieres?

— ¿No pido demasiado, no?

— Lo tendrás, no volverás a saber de mí. Jamás querría estar con alguien como tú de todas formas, siento que ahora te conozco de verdad.

— Me alegro, si me disculpas tengo cosas más importantes que hacer que estar hablando contigo. — dijo pasando por mi lado.

Mentiría si dijera que no lloré, en ese momento, esa noche, la siguiente también y la siguiente, lloré porque no podía creer lo que me estaba pasando, pero pasado un mes y medio, mis sentimientos hacia él comenzaban a desaparecer, lo quería de la misma forma que antes, si, pero ya no me emocionaba verlo y no me interesaba nada que estuviera relacionado a él.

Lo he visto en la enfermería varias veces en los descansos, supongo que retomó lo que sea que tenia con Rose, si es que alguna vez lo dejó. Aunque moría de celos por eso, deseaba lo mejor para ella, no quería que alguien pasara por lo que estaba pasando yo.


Gracias por ser pacientes y esperar por los capitulos. Creo que le quedan pocos capitulos a este FIC :'(


Nada Es Lo Que Parece (Wonho & Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora