Nada Es Lo Que Parece (Wonho & Tu)

#26

— Quedan pocas semanas para las vacaciones. — dije intentando cambiar de tema.

— Si, ¿tienes algo planeado?

— Aun no, pero mi familia y yo siempre nos vamos a algún lado.

— Eso es genial.

— ¿Qué hay de ti?

— No creo que haga nada especial.

— Estaba pensando una cosa, ¿recuerdas cuando me invitaste al casamiento de tu madre?

— Lo recuerdo.

— Nunca fuimos. — él rió.

— Lo sé.

— ¿Y lo admites así como si nada? ¿Acaso fuiste con otra?

— Claro que no.

— ¿Entonces? Fue hace tanto, me tuviste preguntándote todo el tiempo cuando seria.

— Aun no se ha casado.

— ¿No?

— No, en realidad cuando te lo pregunté ella recién estaba planeándolo.

— Pero si me dijiste que era el sábado...

— Si, sé lo que dije. Quería asegurarme de que estuvieras conmigo los fines de semana.

— ¿Pero qué mierda...?

— ¡Esa boca!

— ¡No me regañes! ¡Me mentiste!

— Fue por una buena causa.

— No me interesa, me sentía una tonta preguntando todo el tiempo.

— Lo siento. Quería pasar tiempo contigo, pero no sabía como decírtelo.

— Sólo debías decirlo y ya.

— Sabes que nunca fue lo mío expresar mis emociones, no sé cómo hacerlo aun. — sonrió, daría lo que fuera por ver esa sonrisa todos los días.

— Supongo que no irás conmigo de todos modos, ya no estaremos juntos cuando de verdad suceda.

— No lo sé, todo puede pasar.

— Deja de confundirme, ya tengo suficiente con todo lo que has hecho hasta ahora.

— Quiero que sepas que realmente no quise lastimarte, esto se me fue de las manos. — admitió sincero, tomando mis manos entre las suyas.

— De verdad ya no me importa.

— No quiero que pienses que jugué contigo, no, ni siquiera lo hagas. — respondió, algo estresado.

— No sé qué pensar. Teníamos algo lindo, tú lo arruinaste, recuérdalo.

— Lo sé y me odio a mi mismo por eso, pero no puedo hacer nada para arreglarlo ahora.

— No, no puedes. Después de esta noche todo habrá acabado, y a pesar de que aun tengo sentimientos hacia ti voy a olvidarte. Quiero que hagamos de cuenta que nada sucedió entre nosotros, como si no nos conociéramos.

— Está bien, si eso es lo que quieres.

Sabía que estaba siendo dura con él, y las palabras que salían de mi boca no eran ni parecidas a las que realmente quería decir.

Yo quería gritarle que estaba siendo estúpido, que estaba dejando ir a alguien que realmente lo amaba por como es, que iba a aceptarlo aunque su vida no fuera perfecta, como él decía, que podía esperar un poco más para saber lo que realmente pasaba por su mente.