Nada Es Lo Que Parece (Wonho & Tu)

#28

Estudiar mucho trae malas consecuencias a veces, una de ellas es el interminable dolor de cabeza. La época de exámenes había llegado, las evaluaciones finales estaban a solo dos semanas de acabar, por lo tanto era casi de vida o muerte estudiar hasta el cansancio.

No quería ir a la enfermería, me hubiera quedado en mi casa si hubiese podido, pero las pruebas eran diarias y también teníamos repaso, todo servía para alcanzar una mejor nota.

Mis amigas me dijeron que era hora de superarlo todo, que debía ir a la enfermería por mi propio bien, que Hoseok jamás me pondría a mi antes que a él y tenían razón, no me sentía bien y necesitaba descansar un rato, él no iba a impedirme eso.

Llegué a la enfermería a paso lento, abrí la puerta despacio, sin hacer mucho ruido, y pude divisar que él estaba allí, solo que ahora se encontraba en una de las camas, él estaba recostado mientras Rose, parada a su lado le hablaba sin parar.

— Por favor, cállate. — le pidió él, cerrando los ojos.

— ¿Acaso no tengo razón? — replicó ella.

— No me jodas.

— No puedes seguir así, necesitas descansar, tienes que alimentarte correctamente y dormir las horas necesarias.

— No lo necesito, estoy bien.

— No lo estás, y si sigues así voy a decirlo todo. — él se sentó de golpe y se acercó a ella, su bonita cara estaba demasiado cerca de la de Rose, sus ojos se veían extraños, se notaba que estaba cansado.

— No te atreverías. — dijo algo molesto.

— Lo haría por ti.

— Esto no se trata de mí y lo sabes más que nadie.

— Lo sé, pero quiero ayudarte.

— No necesito ayuda, necesito... — él dejó de hablar cuando me vio, estaba escuchando su conversación, si, pero decidí que debía dejar de hacerlo porque no tenía nada que ver conmigo, así que entré.

— Hola. — saludó ella, algo incómoda.

— H-Hola... ¿Podría recostarme un rato?

— Claro, ¿no te encuentras bien?

— De hecho, no.

— ¿Dolor de cabeza?

— ¿Cómo lo sabes? — ella sonrió.

— Suele pasar en esta época.

— Supongo que si...

— Adelante, ponte cómoda.

Yo fui hasta una de las camas más lejanas a las de Hoseok, a una que estaba ubicada en el otro lado de la habitación, para ser precisa. Hoseok se encontraba en la cama más cercana a la puerta de entrada, sentí su mirada sobre mí cuando pase por su lado pero no le di importancia y lo ignoré.

— Me voy. — le dijo él a Rose unos segundos después.

— ¿Ya?

— No puedo estar aquí. — dijo en voz baja, pero lo escuché. La enfermería no es muy grande y estaba en silencio.

— Entiendo.

— No hagas nada estúpido.

— No lo haré, pero debes mejorar, promételo.

— No puedo prometerlo.

— Inténtalo.

— Lo intentaré. Nos vemos.