Nada Es Lo Que Parece (Wonho & Tu)

#24

— Deberíamos desayunar. — dijo Hoseok, mi estómago hacia unos ruidos vergonzosos.

— S-si, deberíamos.

— ¿Por qué estas nerviosa?

— ¿Quién dice que lo estoy?

— Te conozco.

— Estas imaginando cosas. — dije riendo nerviosamente, me había pillado.

Sentía vergüenza de verlo a la cara después de lo que habíamos hecho, si, estaba comportándome como una niña.

— Quédate aquí, te traeré el desayuno.

— Qué tierno, gracias.

— Te lo mereces. — me sonrió y luego se levantó de la cama, mostrándome su gloriosa desnudez sin pudor alguno.

Yo tapé mi cara con la sábana, menos mis ojos, estaba nerviosa pero no era estúpida, apreciaría la imagen que se me estaba presentando.

Su trasero es enorme, debería haberlo tocado cuando tuve la oportunidad. Me maldije a mi misma por no hacerlo, se le olvidó por completo en ese momento.

Hoseok tomó ropa interior limpia de un cajón y unos shorts deportivos de su clóset, no tomó una camiseta porque claro, él era alérgico a ellas, estaba casi segura, ¿por qué pasearía por la vida encuerado si no fuera así?

Reí fuertemente por los pensamientos que estaba teniendo y él volteó a verme, supongo que lo que había leído sobre la erección matutina era cierto, o de lo contrario él estaba cachondo nuevamente.

— ¿Qué te causa tanta gracia? — preguntó divertido.

— ¿Podrías taparte?

— ¿Hasta ahora lo pides?

— B-bueno...

— Estoy seguro de que ya viste lo suficiente.

— Aun así...

— Voy a ducharme, espérame aquí. — dijo besando mi frente y dirigiéndose al cuarto de baño.

(***)

Una vez que el terminó de bañarse volvió a su habitación, yo ya me había cubierto completamente con su sabana y estaba dispuesta a pasar al baño también, él se rió al verme.

— ¿Por qué te estás escondiendo?

— Y-yo...

— Ya lo he visto todo. — admitió, levantando ambas cejas.

— ¡Hoseok! — grité, tirándole con uno de mis zapatos.

— Auch, no miento.

— No importa, sólo no me lo recuerdes.

— ¿No fue bueno? — cuestionó, haciendo un puchero.

— Sabes que si, sólo me apena hablar de eso.

— Lo dejaré pasar, por hoy. — Dijo besándome rápidamente— Date prisa, prepararé el desayuno.

— Lo haré.

Entré al baño y dejé mi ropa sobre el mármol del mismo, me miré al espejo, era un desastre al igual que todas las mañanas, no debí haber dejado que me viera así pero ¿qué más da? Ya lo había visto todo.

Cepillé mis dientes y mi cabello, quité la sabana de mi cuerpo y dejé que el agua caliente recorriera mi cuerpo, se sentía bien, era como un masaje para mi cuerpo ahora cansado.