Prefacio

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Encontré en los brazos de muchos hombres y mujeres el placer que no conseguía en ningún otro lado, era fácil encontrarme con ellos en la cama. Complacerlos, liberarlos. Pero de alguna manera, seguía sin importarme o tomarle atención aquel vacío que tenia. Llego con una propuesta, con un nombre, con una fama que lo precedía. ¿Cómo negarme a ello?, me consideraba una mujer poderosa y él, desprendía poder, nos atraíamos y lo supe aquel día que lo vi. Mi cuerpo reaccionaba solo a sus caricias y me vi envuelta en su infierno y lo que conllevaba el mismo. Pero jamás, pensé en la posibilidad de enamorarme de un hombre así. ¿Qué sucede cuando los fantasmas vuelven?

¿Cuando los demonios atormentan?

¿Cuando el problema, no son los demás sino tu?

No me había detenido a fijarme en mí, en lo que sentía, en lo que podía percibir o crear que no fuera sexo, hasta que el mismísimo diablo me encontró, llevándome a rincones de placer que aun en mi amplia experiencia no había probado.

Para toda mujer imponente, siempre hay un malo que la envuelve y la atrapa. Ya dicen que una mujer fue la única capaz de engañar al diablo.

¿Qué tan cierto era ello?

Diablo (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora