Capitulo 5 - Dueño

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- No me jodas...- musite sorprendida.

- ¡Esa boca!-. Soltó a lo lejos James.

Estaba atónita mirando aquella casota. Más que casota, eso era una mansión, una jodida mansión. De esas de las películas, donde vivía las reinas. Una mansión sola para mí y James... ¿Dónde me había metido?, tenía que averiguar si James era narcotraficante, sino ¿de dónde sacaba tanto lujo y billete?

La mansión Aragón era hermosa, estaba muy cerca de la ciudad, podía irme caminando tardaría unos treinta minutos caminando. Su entrada era elegante, era de portones de metal, con formas de dragones, en ambos lados. Para mi sorpresa no había mucha seguridad, todo se manejaba a control remoto y entendí que para su hogar a James le gustaba la privacidad. De la entrada a la casa, era un trayecto corto de arboles, para dejar ver un jardín muy bien cuidado verde, bajo. Deslumbrando una enorme casa de dos pisos, grande. Tipo mansión, de paredes blancas, con ventanales inmensos de vidrio en la parte alta, era una casa de esas de película, daba algo de miedo. Cuando la camioneta se detuvo me percate que había mucha iluminación. Faroles que iluminaban aquella casa, ya que era bastante tarde ya. Bueno para mí apenas comenzaba la noche. Tanta ostentosidad me intimidaba, en la sala haba un inmensa biblioteca, muebles de muchas marcas negros de cuero, mesas de vidrios elegantes, lámparas guindando, cuadros griegos al parecer a James, le gustaba mucho esa clase de mitología. Irónico porque ante mis ojos, James parecía un jodido dios griego. Ante mis ojos. En aquella sala había algunos muebles de madera fina, no sabía que contenido tenían dentro. También había unas escaleras de madera clara, más barandal elegante que conectaban con el segundo piso. De ambos extremos de aquella sala, había dos puertas altas de madera.

Quería saber qué había detrás de aquellas puertas, había un gran ventanal que mostraba al final de la casa, una piscina abrí la boca sorprendida, ante tanta ostentosidad. Piscina alumbrada por faroles. Tenía una buena vista y estaba usándola a mi favor.

- ¿Quieres que te de un tour?-. Me pregunto James, para que me fuera familiarizando con la casa, al fin de cuenta quería verme un mes completo eso era mucho tiempo. Asentí varias veces confirmándole que sí. Este me tomo la mano y cuando voltee a verlo, este miraba su teléfono, distraído al parecer aquel contacto le parecía nulo, mientras a mi me ponía nerviosa, quizás porque tenía años, sin que alguien tuviera un gesto así conmigo. Este comenzó a caminar por la sala deteniéndose en la puerta del lado izquierdo, cuando empujo la puerta con la mano en que tenia la mía con la suya.- cocina- anuncio, serio mirando su teléfono. Sin despegar la vista del mismo prendiendo la luz. Mire unos segundos una inmensa cocina, de piso de cerámica, que brillaba, paredes blancas, muebles aéreos, más gabeteros de color marrón oscuro barnizados. Que rodeaba las paredes laterales izquierdas y derechas. En el medio había una mesa de vidrio, sostenido por bastones negros entrecruzados, comedor de seis sillas. Al fondo empotrado en cerámica negra había una Elegante cocina eléctrica negra. Al lado de esta una alta nevera color gris plateada. Por otro lado de esta, había un pequeño microonda, aquella cocina estaba sumamente limpia era de ensueño. Este se dio vuelta sacándome de allí, llevándome de nuevo a la sala principal, dirigiéndose al otro lado de aquella sala, abrió de la misma manera la puerta. El hecho de que no despegara de su teléfono, la vista lo cual me exasperaba. Aunque debía estar trabajando o hablando con laguna de sus miles de mujeres- MI estudio- me explico para mostrarme una oficina, especie de despacho personal. Donde visualice un teléfono de casa, una laptop, una lámpara y mucho papales. Detrás de aquel estante había una pequeña nevera nueva ejecutiva. Y de los lados unas pequeñas bibliotecas llenas de libros, mas para decorar que por leer, había ventanales en aquella oficina. Este se dio vuelta. Y camino hacia las escaleras, levantando la vista y guardando su teléfono en el bolsillo de su pantalón. Subimos las escaleras en silencio, aun tenia la mochila en mi hombro. En aquel pasillo había varias puertas y una al fondo, que fue la que mas llamo mi atención, la puerta era diferente a las demás era más oscura.- las cuatro primera puerta son para huéspedes-. Me explico caminando por aquel pasillo. Algo vacio desolado.

Diablo (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora