La noche había caído, la música en aquella finca, resonaba fuerte animada, mientras veía por el visor infrarrojo, mujeres desnudas bailando, drogadas, hombres armados, vigilando a todos, lados. Piscina, una casa a lo capo, inmensa, camionetas blindadas negras y mi objetivo en una silla, con dos chicas sentadas en cada pierna, riendo y bebiendo de una botella de Jack Daniel, a pico. Ojala se atragantara el maldito. Ya llevaba seis meses cazándolo. No se me podía escapar, no de nuevo. Era mío o era mío. El sonido de las olas del mar tras de nosotros, nos impedía y causaban estética en nuestros equipos de audio. Estábamos solos en esa isla.
Solté un alto suspiro, mientras todos esperaban mi señal, y yo esperaba que Sheila, sentada detrás de una computadora, montada en un helicóptero a un kilometro lejos de aquel perímetro, soltara aquel puto cohete, para deshacerse de la mitad del aquella finca. ¿Captura?, ¡Ja!, yo iba por la cabeza de él, lo que hicieran con los otros ocho capos que habían allí me daba igual. Quería a ese hombre en mis manos. La venganza no era un buen medio, pero alguien debía deshacerse de esa alimaña quien mejor que yo.
-Listo, pequeña-. Escuche apenas la voz de Sheila-. Empieza la fiesta...- anuncio.
-3, 2,1.... El sonido de una explosión, ilumino mis ojos, cuando un cohete pequeño de largo alcance, exploto contra aquella finca fue mi señal.
-¡Ahora!-. Grite para los que estuvieran detrás de mi me oyeran y los demás que estamos comunicados por el intercomunicador.
Para levantarme, sacando mi AK 45, soltando disparos mientras avanzada con un cuerpo táctico, de varias organizaciones unidas, como el FBI, SWAG,INTERPOL, CICPC, varias agencias unidas, para sus propios beneficios ya que entre esos capos habían rusos, colombianos, narcotraficantes venezolanos entre otros...
Nos identificábamos por un traje negro, completos, con mayas, chaleco antibalas, mascaras antigases. Bombas de gas iban soltando mis agentes, aturdiendo a todos, entre humos y disparos, lentes oscuros, y muchas armas, navajas, encima de nuestro trajes, como dicen por ahí armados hasta los dientes. Nos movimos entre aquel humo de manera sigilosa, mientras nos agazapábamos ante los disparos, y abrí un fuego a discreción, gritos, anuncios se oía, la misma guerra se había explotado en aquel pequeño lugar, corrí a una mesa, pateándola tirándola, aun lado, para cambiar el cartucho de mi arma, mientras los tiros volaban por todos lados. Escuche helicópteros, cerca y habían llegado los refuerzos, entre el fuego, las explosiones, los que corrían, vi a Louis Valderrama correr, su rojizo cabello, llamo mi atención.
A mí alrededor caían personas que trabajan para aquellos hombres, pero no solo ellos, algunos de los míos también, la sangre bañaba el suelo.
-Grace-. Escuche por el intercomunicador a Sheila.
-Ya lo vi, cúbreme.- grite saliendo de aquella mesa, mientras los disparos, me alcazaba uno de mis brazos rozándolo y como desde el cielo, con un rifle, Sheila me cuidaba las espaldas, mientras yo corría tras Louis, que entraba aquella mansión, enardecida, él tenía una vía de escape. Tras este entre yo, soltando disparos a todo aquel que veía desconocido con un arma, mientras, corrían por aquella sala que se caía a pedazos, por el incendio y el humo llenaba mi olfato y nublaba mi capo de visión, me subí de nuevo la máscara de oxigeno y me escuche ruidos por la parte de atrás de la casa-. No maldito-. Gruñí-. Esta noche no-. Dije corriendo para salir por aquella puerta y verlo corriendo hacia un auto, mientras yo salía echa una fiera de aquella casa, soltando tiros hacia el auto, descargando el cartucho hasta que este exploto, haciendo volar hacia mí, a Louis por el impacto, mientras ambos caíamos al suelo aturdidos, removí mi cabeza, aun con el arma en la mano, viendo borroso a aquel hombre bajo correr por el bosque y lo apunte. Soltando un disparo a su pierna viéndolo caer al suelo, este cogió, pero no se detuvo el muy sucio siguió corriendo, me obligue a levantarme percatándome que mi brazo sangraba mucho y tenía un enorme vidrio, clavado en un costado, que había roto incluso mi chaleco, llegándome al costado, quizás el riñón, quizás tal vez, por la manera en que sangraba lance a un lado mi a 45, tomando con las manos cortándome incluso los guantes y las manos sacándome aquel enorme vidrio. Gritando ante el dolor, el ardor, mientras sentía la mirada nublárseme ante aquella presión en el costado, levantándome, tambaleándome quizás por la pérdida de sangre. ¡Una mierda, Louis no se iría!, saque mis dos gloss de la parte trasera de mis caderas de su forro, corriendo apenas, pudiendo cogiendo por el dolor en mi costado, hundiéndome ante el barro de la tierra y siguiendo las pisadas de aquel enano, que se perdían por el bosque. El intercomunicador, había fallado por causa de la explosión estaba sola, o lo mataba o me moría aquí mismo. Quizás por eso, tenía a diablo paseándome la cabeza, negué varias veces, cuando escuche gritos y como salía hacia la playa, luego de correr por aquel bosque viendo a Louis montándose a un helicóptero. Negué con la cabeza llena de recuerdos y confusiones por el momento de adrenalina. Con mi pistola comenzando a disparar mientras avanzaba por la arena, uno de mis disparos le alcanzo una mano y este se soltó de aquellas escaleras que lo mantenían en el aire viéndolo caer de muy alto contra la arena. Aquel helicóptero marco su huida, mientras veía a una mujer de cabellos rojos como este, asomarse, mirándome seguí disparando al helicóptero haciendo que esta chica se ocultara y desapareciera viendo al helicóptero irse. El intercomunicador no servía, era una mierda. Camine hacia aquel hombre que rebuscaba entre su ropa algo, cuando vi el arma resplandeciente, solté otro disparo a su otra mano destrozándola este dio un grito ensordecedor de dolor, camine hasta este colocándole mi bota en su pecho este me miro lleno de sangre riendo alto, muy alto. ¿Por qué reír?, estaba loco, demente o muy mal.
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Diablo (COMPLETA)
RomanceLoreen Grace es una chica que tiene una doble vida. En el día es una inocente chica y por las noches una mujer conocida en los bajos mundos que vende su cuerpo a cambio de dinero, ofrece placer detrás de una máscara, una mujer temida y respetada. Qu...